Roma
Doy un recorrido por toda mi silueta que se refleja en el gran espejo del Armario de mi madre.
—Luces realmente hermosa, hija —mi madre apareció por atrás modelando un extravagante vestido.
—Tu igual ma
—No estes nerviosa, vendrá toda la familia.
Eso no calmaba mis nervios, peor, los hacia mas grande, la ultima vez que vi a toda la familia completa fue en el funeral de mi hermano, todos me miraban con tanta pena que lo único que quería era que todos se vayan, estar solo Nick y yo, solos. Por una ultima vez.
No le conteste nada a mi madre y salí de su armario para recoger mi celular de su mesita de noche, el cual estaba cargando.
Al desenchufar mi teléfono pude ver como me llegaba una notificación la cual abrí al instante.
Pablo Gavi
-Ro, estoy abajo
-ya salgo, espérame
Fui corriendo torpemente hacia el armario donde se encontraba mamá colocándose unos pendientes.
—Mama, pablo ya llego, nos vemos en tu fiesta
—Esta bien cariño, en un momento tu padre y yo iremos.
Me despedí con un último adiós y salí de su habitación y me encamine hacia las escaleras, trate de ir lo mas cuidadosa posible ya que con estos tacones sentía que me caería en cualquier momento.
Abrí la entrada principal de mi casa y visualice el coche de pablo aparcado.
Cuando estuve frente a el pude apreciar la manera en la que iba vestido, lucia un elegante traje que era completamente negro, sus zapatos de vestir iban totalmente relucientes.
Una vez frente a el me quedo observando y detallando cada milímetro de su rostro, el por su lado tal vez se encuentre en la misma posición que yo, ya que puedo sentir su pesada mirada en ml rostro.
—Te ves...
—¿Preciosa? —me tome el atrevimiento de interrumpirlo, Pablo solía llamarme de esa manera así que fue lo que supuse que diría.
—Esa palabra no puede explicar ni un poco lo hermosa que luces, y tampoco creo que exista alguna.
Mi cara debe ser un poema, antes muchos chicos trataban de liarse conmigo, y nunca nadie me había dicho algo casi y mucho menos habían logrado que sienta esa calidez en mi pecho, así como lo acababa de sentir por las palabras de Pablo.
Mis mejillas estaban notablemente rojas, sentía ardor por toda mi cara.
—Que exagerado —no pude evitar que mi tono de voz saliera un poco nervioso.
Pablo río mientras negaba con la cabeza, comp si solo el entendiera el chiste.
—No creo que lo entiendas —hablo dejando de sonreír mientas me abría la puerta del coche.
Solo levante las cejas con una mini sonrisa, a veces me preguntaba porque Pablo me había sacando mas sonrisas en unas pocas semanas de las que nunca mostré en un año, me estaba empezando a doler el rostro de sonreír tan seguido.
Aveces cuando caía en cuenta que estaba pasándola realmente bien me obligaba a vagar en mi pasado, exactamente en la noche que mi vida se arruinó por completo, no sentía merecedora de la felicidad que estaba sintiendo.
¿Porque debería ser Feliz? Mi hermano no lo era, no podía, no podría volver a verlo sonreír nunca mas ni divertirse con las personas que tanto quería y todo gracias a mi.
Volví a la realidad cuando escuche el ruidos motor del auto de Pablo siendo ruidoso con escandaloso sonido de auto costoso.
Estuvimos callados hasta que pablo paro en un semáforo en rojo y decidió hablar.
—¿En dos semanas ya empiezas clases?
—Si, es mi último año
No me emocionaba nada volver a clase volvería a ver a mis amigos con los que este ultimo año había periodo total contacto, por decisión mía, ya que después de accidente ellos siempre trataban de buscarme para subirme el animo.
Yo siempre los rechace, me hacían recordar tanto a mi hermano que tam solo ver a nuestros amigos juntos me dolía.
—y eso te emociona?
—Sinceramente, no tanto me aleje de esas personas que solían ser mis amigos, no se si me odiarán o me hablaran cuando me vuelvan a ver —me sincere — el año pasado fui 2 semanas a clases, después sucedió lo de nick y no volví a ir, que mi mamá se la marquesa debe ayudar mucho como para que me dejen pasar de curso.
—Si te sirve de algo, creo que te ira bien y ellos entenderán, solo trates de ser tam cerrada y despreocúpate.
No pude evitar reír ante las palabras de Pablo
—Wow, hablas como mi madre —hable con una sonrisita
Pablo sonrió felizmente mientras asentía con la cabeza.
Y cuando menos lo espere nos encontrábamos estacionando el coche afuera del salón de gala donde se festejaría el cumpleaños de mi madre, quien y se encontraba ahí dado que ambas nos fuimos al mismo tiempo.
Pablo y yo bajamos del coche al mismo tiempo. Y caminamos un poco hasta la gran entrada principal donde la gente prestigiosa entraba con sus extravagantes y pomposos vestidos.
Pablo me estiro su brazo para que lo enlace con el suyo y una vez listos entre colgada de su brazo.
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Lo bonito de quererte
Fiksi PenggemarRoma Falcone, hija de la Marquesa de España y un renombrado empresario, lo tenía todo: lujo, viajes, y una fama que la seguía a cada paso. En todas partes donde iba, era el centro de atención, brillando con una intensidad que la hacía destacar por e...