6: [Humanidad rota]

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"Hmm... ¿es idea mia o todo parece estar más... vacío?" Pregunto Saitama en voz alta, para luego continuar caminando, a paso lento, sin mucha prisa.

Observo a su derecha, a su izquierda, hacia delante y hacia atrás, no conseguia ver a ninguna otra alma en esta fria noche de invierno.

Si no fuera por los autos estacionados y el débil ruido que podía escuchar desde las casas, esta podría considerarse un lugar completamente deshabitado, pero sobretodo, muy solitario.

"No lo digo solo por lo vacía que está esta calle... también por lo vacío que me siento por dentro desde que... ella..." Menciono el héroe con dificultad, deteniéndose en el último segundo, para llevar su mano a su rostro, limpiando algo de humedad por la lluvia que lo acompañaba en su caminata "No fue buena idea salir a dar un paseo en medio de una lluvia, ahora entiendo porque no hay nadie"

Pese a que la lluvia era fuerte, para Saitama no eran un gran problema, salvo por el hecho de que mojaba su ropa, fuera de eso, no tenía que preocuparse por pescar un resfriado o por alguna otra cosa.

Tenía sus manos colocadas dentro de los bolsillos de su abrigo, simplemente por comodidad. Su mente divagaba mientras caminaba en dirección recta hacia un destino que el mismo temía, pero no queria seguir viviendo con la sensación de ser una persona egoísta y desinteresada por la que alguna vez fue la mujer que considero perfecta para el.

"Creo que mis complejos de héroe están afectandome demasiado..." Expresó Saitama con gracia, soltando una pequeña risa al poco tiempo. Después, detuvo su caminata al ver como a su izquierda iba caminando de forma débil y desorientada lo que parecía ser una niña usando una gran capucha de color oscuro.

Saitama recordó la primera vez que hizo algo verdaderamente heroico en su vida, ese día cuando conoció al niño con barbilla en forma de testículos que posteriormente salvo de una muerte segura. La situación parecía repetirse, con el encontrando a alguien en una situación no muy buena, teniendo la oportunidad de hacer algo o simplemente seguir su camino, tal y como haría una persona desinteresada y sin nada de valores.

Cosa que ya no era, a diferencia de aquella primera vez, cuando dudo si hacer algo o no, ahora mismo no tenía ninguna duda. Después de todo, el era un héroe, todos los valores que un héroe debe tener estaban presentes en su actitud, salvo por unos cuantos que no podía controlar por ciertas razones, pero lo más importante si lo conservaba.

Habiendo entendido esto, Saitama se acerco a la pequeña niña, viendo antes de hablarle, como usaba unos tacones de color negro que tenían la parte que los elevaba rota, haciendo que ya no puedan ser considerados como tacones.

Saitama ni siquiera entendía como la niña podía caminar así, pero ya no queria pensar mucho, simplemente quería ayudar a alguien y tal vez, contar con la suerte de sentirse un poco menos culpable con respecto a su antigua relación sentimental.

"Disculpa... niña, ¿estas bien?" Pregunto Saitama, causando que la figura caminante se detenga de forma abrupta, haciendo que el mismo calvo se sienta algo intimidado.

Pasaron unos largos segundos, en los que sólo se escuchaban las gotas de lluvia cayendo sobre el pavimento, sobre los techos de las casas y sobre todo en general. Sin embargo, ninguna palabra podía ser oida, era prácticamente un silencio absoluto, que para Saitama era bastante incomodo.

"¿Necesitas ayuda?" Pregunto el calvo, insistiendo con hacer algo. Se había expresado con algo de nerviosismo, pues, por alguna razón, sentía una inusual familiaridad al estar cerca de aquella chica.

Por suerte para el, la chica se comenzó a dar vuelta, dando a entender que por fin tendrían algún contacto. Aunque, Saitama no estaba seguro si esto era algo bueno.

"𝐀𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬" [𝐒𝐚𝐢𝐭𝐚𝐭𝐬𝐮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora