Angel solo quiere recibir un poco de contacto.
Lamentablemente no conoce otra manera de tenerlo mas que con la violencia.
•Basado en el anime Chainsaw Man
•Los personajes no me pertenecen.
•OOC (probablemente)
•Basado en un cómic que vi en Twitt...
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Angel estaba raro.
Aki podía asegurarlo con solo verlo. Parecía más distante que de costumbre y quizá estaba enojado con él porque lo evitada como la peste y solo le hablaba si era estrictamente necesario.
El cazador recapituló en su cabeza las últimas interacciones que tuvo con Angel y no encontró nada raro. ¿Qué había pasado entre ellos, entonces?
Ese día estaban de patrullaje y se encontraron con un demonio que, Aki estaba seguro, podrían derrotar en menos de cinco minutos.
—Vamos Angel—llamó a su compañero.
El demonio soltó un suspiro lastimero pero lo siguió.
Aki analizó la situación y elaboró un plan. Si sus cálculos no fallaban ni siquiera la intervención de Angel sería necesaria.
—Okey, acabemos con eso—dice mientras mueve el hombro en círculos para calentar el músculo—Uasage: 10 años.
El cazador extiende su mano para atrapar la espada que emergerá del halo de Angel. Sin embargo nada pasa.
—Usage: 10 años—repite en caso de que se haya equivocado.
De acuerdo con el contrato que estableció con Angel, él podía usar las armas que el demonio creaba a cambio de poder ser tocado. ¿Qué estaba mal ahora?
—¿Angel?—llama.
—¿Qué?—le contesta este de manera brusca.
—Necesito el arma para acabar con ese demonio, ¿por qué no puedo invocarla?
Angel sopla el mechón que cae sobre su frente—Porque ya no tenemos un contrato.
Antes de que Aki pueda pedir una explicación ante tal declaración el demonio los empieza a atacar y tiene que improvisar.
Como en casi todas las misiones, Angel dejó que Aki hiciera todo el trabajo. Él sólo se limitaba a evitar mancharse con algún fluido extraño.
Minutos después el cazador acaba con el demonio, sin embargo está lleno de un asqueroso líquido morado, que también gotea de su katana, y su respiración sale entrecortada. Además luce enojado, muy enojado.
—¿Qué mierda, Angel?
El demonio da un paso atrás. No se atreve a mirarlo a los ojos.
—Angel, contéstame, ¿como que no tenemos un contrato? ¿Eso que significa?
—Rompí el contrato—dice en voz baja—Haz caído de mi gracia, humano. Ya no puedes usar mi poder ni tocarme.
