Anticonceptivos¹ [𝕴] | Freenbecky ✓

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Después de unas largas y dolorosas horas en labor de parto, acompañadas de fuertes gritos y desgarradores sollozos de parte de la Omega, al fin ahora el bebé descansaba en los brazos de la misma, con sus ojitos cerrados y suspirando tranquilamente después de llorar por diez minutos, ahora encontraba la paz en el pecho de su Madre.

Siendo ambas observadas por un curiosa alfa y a decir verdad, muy arrepentido también, ver a la pequeña cachorrita descansar hizo que todo su sistema se relajara y su lobo tratara de estar lo más cerca posible, dejando libre su aroma para que la cachorra le reconociera como su mamá, al igual que Becky.

Y cuando escuchó a la pequeña llorar, pudo jurar que su corazón se llenó de ternura pura y su lobo saltaba de un lado a otro al ver a su pequeña. Encantada fue la primero en cargarla, no supo cómo ni el porqué pero sus ojos se llenaron de gruesas lágrimas, un sentimiento naciendo en su pecho y ahora, cuando ya llevaba algunas horas de nacido, sentía cómo cada cosa que dijo en el pasado era una estupidez.

Ver a Becky con la bebé entre sus brazos, susurrándole cosas para calmarla, dando besitos en su cabecita y carita, arrullándola, todo eso era simplemente hermoso. Su Omega le transmitía todo lo contrario cuando estaba en los primeros meses de gestación, siendo muchas veces tristeza en su mayor esplendor, pero todo eso cambiaba ahora, felicidad pura era lo que sentía la Omega al cargar a su pequeño y rojizo cachorra.

—Freen... —Llamó suavemente la castañita alzando la mirada a la Alfa, la azabache rápidamente le devolvió esa mirada ilusionada que mantenía desde que su pequeña cachorrita había venido al mundo. Becky sin embargo sonrió algo triste, relamiendo sus labios pasó sus dedos por la cabecita de su cachorra, sintiendo la avalancha de sentimientos venirse encima— ¿Cómo estás? —La Alfa le vio ahora confusa, girando su rostro levemente hacia un lado— Desde que nació tu aroma ha cambiado, le ves con amor y estás muy pendiente de ella... —Comentó sin detener sus caricias— Me hubiera gustado mucho que esa actitud la hubieras mostrado cuando estaba en mi vientre...

La mayor sintió una punzada atravesarle el pecho ante la confesión de su Omega, bajó la mirada culpable por el sufrimiento al que obligó a estar a su pequeña Omega. Se suponía que las cosas debían haber sido así, tal y como lo afirma Becky, pero una parte de la menor se siente más tranquila al ver que no hay rechazo por parte de la cachorrita.

—Lo siento mucho... —Murmuró sintiendo sus ojos aguarse por las lágrimas que se empezaban a acumular en sus luceros— Te he pedido perdón de muchas formas pero sé que mis errores no se curan con palabras... —Afirmó retirando las gotitas saladas de sus ojos— Pero te he explicado también mis razones, no son justas pero en ese momento no pensaba bien en ustedes, lo sé, fui muy egoísta... —Relamió sus labios viendo a la bebé removerse un poco en el pecho de la menor— Pero a pesar de todo eso, quiero que sepas que las amo con toda mi vida... —Confesó viendo a la menor sonreír con algunas traicioneras lágrimas en sus mejillas.

—L-lo sé... Siempre supe que nuestro amor superaría lo que estábamos pasando... —Confesó— Aún así... acepto que aún me duele la forma con la que me trataste por tantos meses...

Una mirada dolida fue lanzada a la menor, Freen suspiró suspirando suavemente.

—Quiero hacer las cosas bien a partir de aquí, Becky... Yo... sé que te gustaría tener más cachorras —Dijo y los ojitos de la menor se iluminaron ante la idea— Pero antes de ello... quiero que te cases conmigo...

Becky abrió su boquita algo aturdida por la improvista propuesta, la cachorrita se removió algo más pero su Madre estaba bastante impresionada por las palabras de su pareja que no le prestó mucha atención.

—¿L-lo dices enserio? —Su voz tímida y rasposa hizo que su Alfa sonriera enternecida y asintió suavemente dejando a la menor con un revoltijo en el corazón— D-Dios...

—Si quieres claro... —Murmuró rascándose la nuca algo nerviosa.

Hubieran seguido hablando pero la bebé exigió su comida entre la propuesta de matrimonio y las palabras melosas de sus madres, obligando a Becky a darle de comer allí mismo.

Fin.
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