Con un pucherito en los labios, Becky apagó la televisión algo desanimada y con mucha pereza se puso de pie y se dirigió con pasitos sigilosos a la cocina, podía comer fruta pero estaba harta de tanta, tal vez algún dulce o incluso las patatas de bolsa que compró el otro día.
Eran al rededor de las cinco de la mañana pero ella no tenía sueño, aceptaba que dormir por la tarde fue una muy mala idea pero desde que le recomendaron salir a caminar se lo tomó muy en serio y salía todas las mañanas y tardes, el día de ayer salió pero se perdió. Muy mayor pero estando embarazada era muy despistado también.
El problema llegó cuando el móvil de Aurassaya y Noey no se encontraban enecendidos, algo que casi le destruye al saber que ninguno de sus amigos podía sacarle de allí. Por el poco sentido de la orientación que portaba en aquellos momentos podía deducir que había seguido un río.
Así que se dedicó a seguirlo nuevamente pero en sentido contrario.
¿por qué no llamar a Freen?
La mayor estaba trabajando y esa mañana al salir le dejó en claro que no quería ni deseaba llamadas, por lo cual la castañita asustada acató la orden dada.
Llegó tarde, a eso de las seis a casa. Con un yogur en mano y una botella de agua empezó a sacar ropa del armario de Freen, tirándola toda sin orden alguno en la cama matrimonial. En medio de la pila de ropa se terminó el botecito de yogur y bebió un poco de agua, luego se acostó a lo largo sintiendo sus piecitos hinchados y adoloridos.
Pero al cabo de los minutos se acurrucó más entre las prendas esparcidas, el aroma, el calorcito y la marca en su cuello hicieron que poco a poco sus ojitos se cerraran.
Hasta que se durmió completamente.A eso de las doce de la noche se levantó algo desorientado, en busca urgente del baño por las náuseas, pero como solo había ingerido un yogur y algo de agua, fue lo único que salió de su boca.
Se quedó congelado en su sitio por varios segundos, dándose cuenta que aunque la azabache viva con ella, es prácticamente invisible en casa. Y allí sentado al lado del vater se sintió más sola que nunca.
Se soltó a llorar por largos minutos hasta que su bebé exigió comida por acabar de tirar lo único que le mantenía alimentando.
Enjuagó su boca y lavó sus dientes saliendo de la vacía habitación, se quedó algunos segundos observando las paredes blancas decoradas con pequeños cuadros con fotos de ellas dos, nuevamente sentía su corazón oprimirse en su pecho.
Sacudiendo su cabeza se dirigió a la cocina encendiendo luces, repetimos, era mayor pero el miedo a la oscuridad creció con ella de l mano así que encendió todas las luces a su paso.
También pudo darse cuenta de que su Alfa no había regresado del trabajo.
Vaya, últimamente le dedica más tiempo a su trabajo que a su Omega.
Cuando antes mandaba todo a la basura en cuestión de segundos si la castañita llegaba mal de su trabajo.
Y esa madrugada la castañita se quedó despierta hasta ahora, que muy entretenido come una sopa instantánea hecha en el microondas, junto a una lata de Coca Cola para beber con una pajita.
Regresó al salón con unas nuevas ganas de llorar ya formadas en su sistema. Iban a ser las seis de la mañana y Freen no había vuelto.
En situaciones normales en Omega ya le habría hecho más de mil llamadas para saber sobre su paradero e informarse sobre su estado por cualquier cosa pero está en gestación por lo tanto no puede permitirse hacer eso.
Encendió muy a su pesar la televisión, un programa de series criminales fue el primero con el que se topó así que acurrucado en el mullido sillón se dedicó a comer sus fideos y bebida.
En cuanto al bebé en su vientre, tiene tres meses. No sabe su sexo ni raza obviamente pero está muy sano en cuanto al peso y medida, lo que sí llega a preocuparle de sobremanera a la pobre castañita son los lazos del cachorro o cachorra pues el suyo está intacto, pero no tiene ninguno formado con Freen, ni siquiera empezado. Freen nunca a lo largo de los tres meses se ha acercado a ella y ha acariciado su vientre, tampoco hay preguntas sobre ella, empieza a ver cómo su relación realmente se está acabando.
Escuchó la cerradura de la puerta y se preparó para las miradas cargadas de pena y lástima que normalmente le da su Alfa, dejando en la mesita central el recipiente vacío junto a la lata a la mitad.
Subió un poco el volumen de la televisión para que no se asustara al verle allí aunque suponía que tampoco iba a hacer gran cosa.
Y en efecto, cuando pasó al salón sus miradas se conectaron pero en Alfa suspiró desabrochando su camisa y pasando directamente a su habitación. Becky relamió sus labios bajando la mirada.
-Becky recoge todo esto, necesito dormir -Se quejó la mayor desde la habitación cuando se encontró con la cama llena de su propia ropa mezclada con la de Becky- Por dios, siempre lo mismo... -Un gruñido se escapó de sus labios haciendo que la castañita se quedara quieta tras la puerta- Es para hoy, Becky.
El aludido detrás de la puerta suspiró intentando controlar sus nervios, asomó su cebecita por la puerta buscando al de negros cabellos pero ella misma había ingresado al baño por lo tanto, podía recoger tranquilamente. Y sí, la mayor no se preocupaba nunca del porqué Becky hacía los nidos cada vez con más ropa.
Fue doblando las camisetas que Freen ocupaba normalmente para andar por casa y eran las que Becky más apreciaba por la gran fuente de aroma que las mismas portaban.
Unos cinco minutos después la mayor salió del baño con el pelo mojado, solo llevaba una camiseta de tirantes y un pantalón corto, sin calcetines.
Al girarse, la menor estuvo a nada de reclamarle sobre porque llegaba a esas horas pero la mayor ya se había acostado y sus ojos permanecían cerrados.
Otra vez ella se quedó allí congelada, sus manitas temblorosas acariciaron su vientre, olfateando así el aire de la habitación con los ojos cerrados, imaginándose que la mayor era quien proporcionaba las caricias, cuando en realidad era ella intentando creer que Freen le seguía queriendo.
Apagó la luz atreviéndose de una vez a acostarse junto a la mayor en la cama, si estaba tan cansada, podía conseguir abrazarle sin ser recriminada por ello.
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Anticonceptivos¹ [𝕴] | Freenbecky ✓
RomantizmBecky confiaba en el 99,9% de efectividad de los anticonceptivos. Pero resultó ser ese 0,1% el que arruinaría los planes que tenía con su novia. Becky Bottom Freen Top Omegaverse Contenido adulto Escenas fuertes Adaptación autorizada. Todos los créd...