Capítulo 5- Salvando el milagro

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No me lamento, ¿para qué?No me hace daño, seguiréHey, no importa pues todos somos MadrigalY estoy bien, sí, muy bien, claro estáDesde aquí los contemplo al brillarNo es verdad, no es verdad

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No me lamento, ¿para qué?
No me hace daño, seguiré
Hey, no importa pues todos somos Madrigal
Y estoy bien, sí, muy bien, claro está
Desde aquí los contemplo al brillar
No es verdad, no es verdad

Yo no muevo montes
No hago palmas florecer
Ni tendré otra noche esperando tener
Un regalo mágico
Yo no doy remedios
No controlo el vendaval ni a un huracán
Ni a esta pena que empiezo invisible a enfrentar
A la espera de algo mágico, sí, mágico

Solo en el corredor
Y el cerrojo no abrió
Nadie a mi alrededor
Sigo añorando juntos brillar
Necesito encontrar
Otra oportunidad
Y unos ojos que al ver
Quieran mirar
Ábrelos ya
Ábrelos ya
Ábrelos ya

Y moveré los montes
Flores nuevas sembraré
Por favor, que alguien me ayude a entender
Si es que en mí hay algo mágico, sí, mágico
Sanaré el quebranto
Les demostraré valor
¿Lograrán mirar quién puedo ser yo?
Lejos de aquél regalo mágico, y aquí estoy

¡Muy dispuesto!
¡Véanme, dispuesto!
¡Fui impaciente y no obtuve respuesta!
Bendiciones te pido, aunque no tenga un don
Milagroso y mágico
¿Habrá algo en mí que sea mágico?

Mateo escuchó un sonido de quebranto a su lado. Miró hacia arriba y vio una teja en el suelo. Se arrodilló y lo recogió para examinarlo, pero cuando lo hizo, se cortó la mano.

El suelo comenzó a temblar y Mateo extendió la mano con preocupación.

"¿Casita..?"

De repente, aparecieron grietas en el piso y se abrieron paso a lo largo del piso.

Mateo siguió las grietas cuando pasaron junto al retrato del abuelo Pedro, subió las escaleras, pasó las puertas de todos y se dirigió a la vela que parpadeaba peligrosamente.

Las puertas de todos también comenzaron a parpadear y desvanecerse por un momento, y los ojos de Mateo se abrieron con sorpresa y miedo.

Arriba, en la habitación de Antonio, todos seguían disfrutando de las festividades. La música estaba sonando y todos estaban bailando y pasándolo muy bien.

(T/n) estaba buscando a Mateo para compartir un baile con él, cuando se acercó corriendo.

"¡La casa está en peligro! ¡La casa está en peligro!" Gritó.

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