TE AMO ; Cho Miyeon

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Era sábado a las 6:30 AM, muchos no trabajan este día, pero no era el caso de nuestra queríada Eunji. Ella trabajaba de fotógrafa y hoy tenia una sesión. Quizá estaría hasta muy tarde trabajando, pero era lo que ella amaba y no se iba a rendir tan fácil hasta ser una reconocida fotógrafa.
Antes de levantarse de la cómoda cama se quedó observando a Miyeon, esta todavía se encontraba dormida en su pecho. Su respiración era tranquila y tenía un mechón de pelo en la cara, este fue puesto delicadamente detrás de su oreja por Jiji.
Por más que quisiera quedarse admirando a su novia, Eun, tenía que irse. Así que despacio y con cuidado se levantó sin despertar a Miye.

La menor se vistió y agarro sus equipos, se abrigo bien ya que estaban en invierno, y si llegaba a agarrar una gripe sabia que Miyeon la mataría. Antes de irse fue al cuarto de nuevo. Tenía que despedirse de Miye a pesar de que este en el quinto sueño.

— Te amo mucho, linda — Dijo después de darle un beso en la frente — Descansa bien.

Y sin más que la frene, la castaña emprendió viaje hasta su destino, era un trayecto bastante largo así que tomaría un largo rato.

Por otro lado Miyeon se levantó cerca de las 8:00, puesto que no trabajaba por las mañanas ni mucho menos un sábado.
La rubia era parte de una banda independiente, esta tenía por nombre (G)I-DLE y contaba con 6 miembros, pero esto no le daba una fuente de ingresos, así que decidió buscar un trabajo en una cafetería.

Al no trabajar la mayor se dispuso a ordenar unas cuantas repisas que rápidamente llenó de libros y sacar las cajas de cartón la basura. Luego de hacer eso empezo a cocinar un rico ramen, una porción la comió ella pero otra la dejo para que Eun coma cuando venga del trabajo.

Todo iba normal hasta que dieron las seis de la tarde, horario donde Eunji ya debería estar en casa. Miyeon le mando mensajes, pero simplemente no le contestaba, pensó que quizá el trafico la había retardado y por estar al pendiendiente de las calles no usaba el teléfono.

Paso una hora y no había noticias de Eun, hasta que el teléfono de Miye empezó a sonar, pero no era su enamorada como ella esperaba. Era su suegra.

— ¿Hola?

— Hola, Miyi — Ese apodo característico que le había puesto la señora Do, nadie le decía así, solamente ella – tengo que decirte algo, cariño.

— Si, ¿Qué pasó?

— Miye, Eunji tuvo un accidente, ella entró en coma — Dijo la señora Do con la voz un poco entrecortada, se notaba que estaba tratando de no llorar

Miyeon sintio que todo se le derrumbo, todo se le venía abajo, su amada estaba en coma, ¿Que iba a hacer si no se despertaba?