MAS CERCA DE TI

El rey de Arendell

Hemos llegado al reino de corona, me inquieta ver mucha gente, que al igual que nosotros han venido a la fiesta. Por lo visto unos sirvientes han venido a recibirnos.

- Su majestad, sea bienvenida - dice un mayordomo mientras se reverencia

- Gracias - correspondo el saludo

Comenzamos a avanzar Kristof, Anna, Olaf y yo, ya en la entrada del castillo, observo a una dama, de cabellos dorados, no lo puedo creer es Rapunzel, y esta a lado de un joven castaño.

- Anna, Elsa, tanto tiempo - dice Rapunzel mientras nos abraza.

- Rapunzel, ha pasado tiempo - digo mientras sonrió, no puedo creer esta cálida bienvenida.

- Te hemos extrañado - dice Anna

- Wow, un muñeco de nieve que habla - dice el joven castaño con una sonrisa.

- Hola soy Olaf, y adoro los abrazos - dice muy alegre, provocando ternura a Rapunzel, a Olaf siempre le a gustado conocer gente nueva.

- El es Eugene - dice Rapunzel, presentándolo - es mi prometido.

- Mucho gusto - dice Eugene, mientras se reverencia.

- El gusto es nuestro - contesta Anna - el es Kristof mi novio - dice con una sonrisa.

- Creo que nos vamos a llevar bien - dice Kristof a Eugene, con un apretón de manos.

- Ya lo creo - dice Eugene, muy alegre.

- Vamos al jardín , les prepare una pequeña comida de bienvenida, además tenemos muchas cosas que hablar para ponernos al día - dice Rapunzel invitándonos a caminar junto con ella. - no se preocupen por sus cosas, los sirvientes las llevaran a sus habitaciones - dice amablemente.

Ya en el jardín, estábamos en una pequeña mesa, solo nosotras tres ya que Kristof quiso visitar los alrededores del reino junto con Eugene y Olaf.

- ¿Recuerdan este jardín? - pregunta Rapunzel extendiendo los brazos.

- Si, aquí solíamos jugar las tres, cuando te visitábamos - le contesta Anna mirando a su alrededor - no ha cambiado, sigue igual de hermoso, como hace años.

- Si, es uno de mis lugares favoritos, me trae buenos recuerdos - dice Rapunzel sonriendo - es muy relajante.

- Rapunzel, te puedo hacer una pregunta - le digo con voz suave.

- Claro Elsa - dice mientras come su pastel de fresa.

- ¿Por que Eugene no se asusto, con Olaf, o ni siquiera pregunto como lo crearon? - le digo con extrañes.

- Ah, es por que yo le conté de tu don - dice sonriendo - además se podría decir que ya esta algo acostumbrado - se ríe - recuerdas que yo también tengo un don.

- Es verdad - me siento mas relajada - me alegra que tu prometido ya lo sepa - en verdad me alegra que Eugene ya sepa de mi don, ya que cuando veníamos al castillo varias personas veían a Olaf con cara de rareza. - Rapunzel me toma la mano, sonriendo - pero bueno platiquenme como han estado en estos años - mira a Anna - y por supuesto me vas a contar como conociste a Kristof.

Y así pasamos toda la tarde poniéndonos al día, ya en la noche fuimos a nuestras habitaciones para descansar para la fiesta de mañana.

- Hiccup, ya estamos cerca - habla Patán

- Si, ya casi llegamos - me giro a verlo - reúne a los muchachos, tengo algo que decirles.

- Ya voy Hiccup - dice mientras se aleja.

Cuando salgo a la cubierta, veo a mis amigos de la infancia.

- Como saben, fuimos invitados a la fiesta de luces - los miro a todos - solo les voy a pedir que se comporten, y estamos asistiendo por que es necesario empezar a reunirnos con nuestros reinos vecinos.

- Oh vamos Hiccup, sabes que nos comportamos - dice Patán - además esperamos ver damas hermosas, cierto brutacio - le da un golpe en el brazo.

- Cierto Patán - se empiezan a reír.

- Por esta razón los mande a llamar - dice Hiccup tocándose el puente de la nariz - sean educados, ya que si recibo alguna queja los mando de inmediato a Berck, y se perderán la fiesta - los mira serio.

- Esta bien Hiccup, nos comportaremos - dice brutacio.

- No te preocupes Hiccup, Brutilda y yo los mantendremos vigilados - dice Patapez.

- Gracias, Patapez - le digo mientras nos preparamos para desembarcar.

Patapez y Brutilda están felizmente casados, me hacen recordar como me veía yo con Astrid. Al llegar a la entrada del castillo, somos recibidos.

- Bienvenido su alteza - habla un mayordomo, mientras hace una reverencia - espero su estadía sea grata con nosotros.

- Gracias, así sera - le contesto cortésmente.

- Acompañenme los guiaré a sus habitaciones - dice mientras se gira.

Una vez en mi habitación, observo todo, vaya, no escatiman los reyes, creo que lo mío es ser mas minimalista, me dirijo al baño para darme una ducha y cambiarme e ir a dormir; nos invitaron a una cena, pero quiero descansar, supongo mis amigos van a ir.

Durante el viaje hacia el Reino de Corona. Pensaba en varias cosas, no sabía como me iban a recibir los reyes de Corona o si me encontraría con conocidos como el Rey Agnar.

El rey Agnar era muy amigo de mi padre, cuando lo conocí yo tenia 15 años, la edad suficiente para notar que era un rey respetable, tenia una esposa muy bella y amable junto con sus dos hijas, pero solo conocí a una de ellas, una pequeña pelirroja de 4 años, muy linda y graciosa, lo mas seguro es que no me recuerde.

Lastima que ya no lo seguimos frecuentando, debido a todas las ocupaciones que teníamos por los dragones, sin embargo cuando perdí a mi padre, el rey Agnar, me ofreció su ayuda enviándonos suministros para el pueblo durante la guerra con Crimmel.

Aun recuerdo lo que me dijo:
- Ahora, eres rey, y se que tienes dudas e incluso miedo, pero cuando sientas eso, observa a tu pueblo, piensa en ellos, en lo que darían por ti, tus soldados que incluso darían su vida, se que nos sirven a nosotros, pero en realidad nosotros les servimos a ellos, debemos de pensar siempre en ellos. - dijo el rey Agnar tocándole el hombro a Hiccup.

Me ayudo en mis momentos mas sombríos para lograr enfrentar la guerra.
Obviamente fue en secreto, ya que Crimmel, no podía enterarse.

- En ocasiones tendrás decisiones difíciles, pero tendrán que tomarse, por el bien del reino.

Fue lo último que me dijo cuando se fue, y era la ultima vez que lo vería, pues le había pedido que se alejara por el bien de su reino, ya que si Crimmel los atacaba, no tendrían oportunidad por que ellos no poseían dragones, y después de esto no volví a saber del Rey de Arendell.