Wish Stone || (español)

Capítulo 1

Esto es la segunda temporada de mi anterior libro Wish Stone (español).

Si no te has leído la primera temporada te recomiendo hacerlo para poder seguir bien el argumento de la historia ya que este libro es la continuación del mismo.

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###Muerte###

De alguna forma la culpa se labró camino hasta mis pensamientos. Sabía que deseaba a Victoria por encima de todo pero no sabía que consecuencias iban a arrastrar mis actos.
Me alisté rápidamente para ir a buscarla a la Tierra al día siguiente. Al entrar en el establo me encontré a mi hermano Guerra que seguía con sus tareas diarias. Me miró interrogativo pero no le dije una palabra y me dispuse a sacar a Desesperación de ahí dentro.

-¿A donde vas tan temprano Muerte? - Disputa salió en mi camino, le ignoré y seguí a lo mío. - Creo que no te traes nada bueno entre manos... -musitó él divertido.

-Voy a la Tierra, Disputa. - rodé los ojos.

-Vaya... ¿Quién de ahí abajo te ha cabreado tanto para tener una audiencia personal contigo hermano? - vaya momentos que elegía este hermano mio para aburrirse.

-Nadie. Tengo que arreglar unos asuntos. - monté encima del caballo para poder irme ya.

-Hey espera hermano, has olvidado algo. - Disputa se interpuso en el camino de Desesperación haciéndole encabritar.

-Un día de estos te voy a dejar una marca en la frente con la huella del caballo. - me estaba haciendo perder demasiado tiempo -¿ Qué demonios he olvidado?

-Tu sarcasmo. - se fue riendo solo.
"¿En serio?" creía firmemente que Disputa empezaba a perder facultades mentales.
Usé uno de los portales para acceder al Tercer Reino. Al llegar guardé al caballo y recordé ese lugar en ruinas, los seres humanos tenían un talento especial en destruirlo todo a pesar de su poca fuerza física. Adopté una forma humana y me dirigí por las calles en busca de Victoria que no tardó en aparecer.

###Vicky###

La mañana después de mi desastrosa fiesta de cumpleaños era un infierno. Me había pasado con la bebida, maldita botella de Martini. Me levanté lentamente sintiendo todos y cada uno de los latidos en mi cabeza y me fui a duchar. Las gotas de agua que resbalaban por mi cuerpo hacían un ruido espantoso. Salí rápido y me sequé con la primera toalla que pillé a mano, me arreglé un poco esa cara de dormida que llevaba y salí a la calle. El ruido de los coches, perros y personas yendo y viniendo no ayudaba a mi terrible resaca. Busqué en el bolsillo trasero de mi pantalón y encendí un cigarrillo, era la única manera de relajarme.

-¡Maldita sea, mira por donde andas! - levanté la vista para ver al gilipollas que me había placado y observé con detenimiento unos ojos brillantes, anaranjados que me tenían en un trance.

-Lo siento, iba distraído al igual que tú. - me dijo desganado aquel desconocido de brillante mirada.

-También fue culpa mía. - le sonreí apartando mi pelo detrás de la oreja.

Un punzante dolor de cabeza me golpeó como una maza. Veía vagamente imágenes incoherentes pasando por mi mente hasta que mis rodillas empezaron a flaquear.

-Te tengo. - me susurró al oído aquel desconocido sujetandome desde atrás por los hombros.

-Lo siento... No sé que acaba de pasarme. - le dije intentando incorporarme ayudándome por sus hombros.

Él se aseguró de que estaba bien antes de irse por su lado para dejarme en mi confusión.
Caminé sin rumbo por las calles de la ciudad teniendo la extraña sensación de que me perseguían y opté por irme a casa a descansar.