Capítulo 8

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¡Hola! He vuelto a editar este capítulo ya que mi corrector ortográfico es bastante travieso xD No me había dado cuenta de la cantidad de errores que llevaba el capítulo así que pido disculpas. Ya esta todo editado aunque no prometo que no hayan faltas (siempre se me escapa alguna que otra pero hay menos que antes)

No tardamos mucho en llegar hasta los túneles. Es verdad que eran bastante estrechos, pero para Guerra y para mi eran accesibles. Anduvimos durante un buen trecho sin encontrar señal de vida de esas pequeñas sabandijas y pensamos que podríamos estar perdidos ya que entre esas galerías era muy fácil olvidar por donde viniste y a donde vas, porque prácticamente eran todas iguales. El mismo olor a tierra y raíces, el mismo goteo de agua, el mismo eco... No había manera de saber en donde estábamos.

-No se tú pero yo creo que estamos perdidos. - me dirigí al jinete algo preocupada. Él se limitó a soltar un gruñido y seguir caminando delante de mi - Guerra, para un minuto por favor. Tenemos que pensar.

-No haremos sino perder más tiempo... - el eco de su grave voz sonó por toda la cueva.

-No seas terco. - y sin su permiso me senté en el suelo, negándome a seguir caminando. Él me miró con resignación y se apoyó con la espalda en la pared rocosa, quedando en silencio - Si te digo la verdad, ya ni recuerdo por donde volver... - le dije medio asustada.

-Deja de quejarte. Esto es culpa tuya. - sus palabras me sorprendieron.

-¿Culpa mía? Oye guapo, te recuerdo que fuiste tú el que me sacó a rastras de castillo, y también fuiste tú el que me trajo hasta aquí. - mi paciencia también tenía un límite, y más cuando el jinete me acusaba sin razón. Me gruñó de vuelta y se quedó de nuevo en silencio.

Al cabo de unos minutos, mientras los dos estábamos sumidos en nuestros pensamientos, el sonido de las gotas de agua se fue haciendo cada vez más constante. Al darme cuenta, me levanté rapidamente y empecé a seguir el sonido como por instinto.

-Agua... - dije en voz baja para mi - ¡Agua! - grité avisando a Guerra.

Al girar la esquina de la cueva pude ver una gran piscina natural rodeada por brillantes cristales blancos. Apagué la antorcha que llevaba en mano y tomé uno de los cristales en su lugar.

-Agua igual a vida. - dije de nuevo para mi - ¿Te hace un chapuzón? - le pregunté divertida, a lo que, como siempre, no dijo ni mu. Simplemente se dedicó a caminar hacia la piscina para entrar de un salto - ¡Que fría está, joder! - exclamé al entrar yo también.

Guardé el cristal en la alforja, y la había cerrado muy bien para que los libros no se mojaran. Después de eso me adentré completamente en el agua para seguir al jinete a nado. La brutal fuerza de sus brazos le permitían avanzar mucho más rápido que yo. A este paso le perdería, y no tenía manera de decirle que me esperara así que hice acopio de todas mis fuerzas e intenté seguirle el paso. Estando tan ensimismada en ello no me percaté del movimiento de las plantas y del agua y de repente me encontré con que no podía avanzar. Una fuerte corriente se apoderó de mi cuerpo atrayendome cada vez más hasta un negro abismo. Intenté luchar y nadar contracorriente pero mis fuerzas no bastaron y el poco oxígeno que me quedaba acabó por desaparecer.

"Guerra..." - fue mi último pensamiento antes de ser tragada por el negro abismo.

Lo siguiente que recuerdo fue una fuerte y constante presión contra mi pecho, seguido de... una suave textura sobre mis labios y de repente, como movidos por un resorte, mis pulmones empezaron a sacar todo el agua que habían almacenado. Tosí descontroladamente durante unos dos minutos para después incorporarme y ver nublosamente al jinete inclinado sobre mi. Mis latidos se descontrolaron al notar su rostro tan cerca del mío y un fuerte calor empezó a subir por mi rostro al sentir su respiración contra mi frente mientras me daba cuenta de lo que había sucedido: Guerra me había reanimado de aquella manera y yo todavía podía sentir el tacto de sus labios contra los míos. "Maldita sea, Victoria, ¡reacciona!" me di una bofetada mental a mi misma.

Wish Stone || (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora