-¿Qué demonios…..? – Sus ojos se abrieron de golpe y su boca se abrió exageradamente a modo de sorpresa. – No puede ser.
Sabía que callarme durante más tiempo no haría bien a nadie. Además una vez había visto a Anthony mentir era una tontería. Pero Mike no se iba a enterar. Y menos por otra persona.
-Bella.- Mi voz vibraba.- Este es Anthony. – Me acerqué un paso más hacia ella. – Cariño, ella es tita Bella, la chica de la que te he hablado tanto. – Anthony sonrió y acortó la distancia entre nosotras soltándome y lanzándose a su cuello en un abrazo, asustándome al creer que se caía de mis brazos.
-¿Es tu hijo? – Preguntó en tono suave mientras acariciaba la espalda a Ant correspondiéndole al abrazo. Asentí notando que las palabras no saldrían de mi boca. – Cass… es… es… ¿Es hijo de Alex? – Eso sí que me cogió desprevenida.
-¿QUÉ?- Pregunté cuando Ant había vuelto a mí. – No, por supuesto que no. – Ambas nos quedamos calladas.- ¿Cómo demonios puedes pensar que es hijo de Alex? – Pregunté aún incrédula. Ella sonrió vergonzosa.
-No sé.. es lo primero en lo que he pensado cuando… OH DIOS MÍO ES HIJO DE MICHAEL. ¡Por eso te fuiste! Por eso nadie ha sabido de ti, porque si uno sabía que habías tenido un hijo él lo sabría. Oh Dios mío, ¿cómo puedes ocultárselo? ¡Cassandra, es su hijo! – Todo aquello lo dijo a tal volumen y rapidez que Anthony y yo nos quedamos de piedra. Sinceramente esperaba que él no hubiera entendido nada de lo que mi amiga había dicho. Mi padre apareció detrás de mí y puso una de sus manos sobre mi hombro.
-Bella, ¡cuándo tiempo! –Sonrió cuando le miré.- ¿Qué tal?
-Bien señor.- Le devolvió la sonrisa, aunque algo nerviosa.- ¿Y usted?
-Por Dios Bella llámame Charlie, como siempre has hecho. Te vas cinco años y la gente enrarece – dijo esto último más para sí que para nosotras.- Cariño – esta vez se dirigía a mí. – Creo que esta noche deberíais estar juntas, yo me quedaré con Anthony mientras os ponéis al día.
-Sería genial. – dijo ella de repente. – Sé el lugar perfecto al que ir.
Me dio verdadero pánico. Era para tenerlo cuando se comportaba así. Habrían pasado cinco años pero la conocía como si fuera ayer cuando nos separamos.
Me despedí de mi amiga hasta la noche mientras metía las cajas dentro de mi casa con ayuda de mi padre. Anthony mientras jugaba en mis viejos columpios. Me alegraba verle disfrutar en su nueva casa. Al fin y al cabo ir de un estado a otro era siempre duro.
A eso de las cinco de la terminamos de colocar lo poco que teníamos, al día siguiente vendrían los de la mudanza. Jay no sabía que nos habíamos vuelto a NY, pero de todos modos él estaba de gira, así que no nos visitaría. Me di una ducha rápida. No sabía a dónde me llevaría mi amiga así que decidí rizarme el pelo un poco y un maquillaje de noche. Sombra azul eléctrico con lápiz negro y algo de plata para dar brillo en los párpados. Me puse gloss transparente sobre los labios para realzarlos y un vestido azul – a juego con la sombra de los ojos - con unos tacones altos. Hacía años que no me vestía así y no era una exageración, pero a Bella siempre la había encantado ir vestidas así a clubes.
Eran las ocho y media cuando sonó el timbre. Bajé por las escaleras lo más rápido que me lo permitieron mis tacones, di un beso en la frente a Anthony, que se había quedado dormido mientras mi padre le contaba un cuento y me despedí de ellos. Me subí en el coche de mi amiga a la vez que ella.
Apenas unos kilómetros más adelante me miró y sonrió. Yo también la miré y me di cuenta de que apenas se había arreglado para su costumbre. Aún así estaba preciosa.
-Me gustaría saber a dónde demonios nos dirigimos.- Le reproché.
Ella sólo sonrió mientras parábamos en un parking, al lado de Webster. Había varias salas en aquel local y siempre solíamos ir a Marlin Room, los conciertos allí eran espectaculares y lo mejor es que podías verlos desde la mesa si te sentabas en la parte de arriba.
Entramos. Había un gran revuelto de adolescentes y no tan adolescentes. Quizá hoy también tocase un grupo bueno. Subimos a la primera planta y nos pedimos cada una un Martini mientras nos sentábamos en una mesa desde la que se podía ver perfectamente el escenario.
Mi amiga desapareció de repente. Intenté encontrarla entre la tenue luz que había, la planta de abajo estaba apagada. Seguramente el grupo de hoy fuera a salir en esos momentos.
-Sí cariño, suerte. Te quiero. – Escuché a mi amiga mientras se sentaba de nuevo. Colgó el móvil y me miró.
-¿Cariño?¿Te quiero? Suelta por esa boquita, Bella.
-Alex.- Dijo sin más.
Sonreí, aunque no muy convencida, lo poco que conocí a ese chico no sirvió precisamente para que confiase en él.
-Ha cambiado. – Habló de repente adivinando mis pensamientos.
Las luces del escenario se encendieron dejando ver cuatro figuras sobre él. Una preciosa melodía llenó mis oídos justo antes de escuchar su voz. Su maldita voz. Con la que me había torturado durante estos años alejada de este estado. Alejada de él.
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Find You In The Dark
FanfictionLos años pasan y no precisamente en balde. Hace ya cinco años Cassie abandonó la New York University de manera repentina para ponerse a trabajar en otro estado intentando olvidarse de todo. Sin embargo aquello resultó imposible. Lo único que la unía...