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Breve descripción: Favor por favor.



Zenitsu se encontraba en la habitación de Kanao esperando a que la menor le explicara porque lo llamo a mitad de la noche pidiendo su ayuda, por suerte eran vecinos y no fue dificil treparse hasta el cuarto de su mejor amiga. Aunque, conociendo a la de broche mariposa, seguramente requeria que le hiciera algun favor raro, de esos que lo dejaban en ridiculo.

—Bien, ya estoy aquí. —avisó el rubio separandose del marco de la ventana —¿Para que me llamabas? —interrogó tomando asiento en la cama, al lado de la ojivioleta.

—Mañana tengo que asistir a una fiesta y necesito una acompañante. —explicó la pelinegra.

—¿Dijiste unA acompañante? —preguntó alzando una ceja, ya comenzaba a preocuparse, ¿qué rayos le pediria la loca de su amiga?

—Sí —confirmó lo dicho por el rubio —, la fiesta en realidad es una lección de modales. Mis hermanas me obligan a ir cada año y por lo general es Aoi quien me acompaña, pero sabes bien que se encuentra enferma. —explicó.

—¿No tienes a nadie más? —se quejo notando como la ojivioleta le regalaba una sonrisa divertida.

—Aoi y tú son mis mejores amigos. —le recordó —Y sé que puedo contar contigo. —agregó con ojitos de cachorro.

Zenitsu trago en seco siendo consiente de que de alguna u otra forma sederia ante la mirada adorable de Kanao Tsuyuri, esa niña era tan manipuladora, se conocian desde los cinco años y sus familias eran cercanas, obvio ya sabia como funcionaban.

—Eres increible. —murmuró con molestia resignandose a ser arrastrado a ese tonto evento de niñas ricas.

—Querras decir que soy tu "increible y adorable hermanita pequeña". —dijo soltando una risita ante la cara de molestia del rubio.

—¡Eres un maldito demonio disfrazado! —exclamó señalandola acusadoramente.

—Sabes que si yo sufro tú sufriras conmigo. —le recordó con seriedad mientras lo observaba entrecerrando sus ojos.

—¡Ya! —pidió clemencia al cielo antes de preguntar —¿Qué tengo que hacer?



Al día siguiente...

Zenitsu se encontraba en la habitación de su mejor amiga viendose al espejo de cuerpo completo con la boca habierta.

—¡BRUJERIA! —gritó sin poder apartar la vista de su reflejo —¡¿CÓMO ES QUE TÚ... —dijo girandose y viendo a Kanao a los ojos — ME CONVERTISTE EN ESTO!? —preguntó señalandose a si mismo, ¡era una chica!

El vestido blanco junto con los zapatos rosa pastel y la peluca -similar a su cabello- más el maquillaje terminaban por completar su disfraz perfectamente elavorado, ahora era una linda chica de 16 años.

—No hay nada que un lindo vestido, una peluca y un poco de maquillaje no hagan. —dijo alzandose de hombros y sonriendo ante su obra maestra —Ahora vamonos, tenemos una fiesta a la que asistir.

Bajaron las escaleras y en la sala la mayor de las hermanas Kocho los estaba esperando sentada en uno de los  sofas individuales.

—¡Zenitsu-kun! —exclamó la mujer al verlo bajar junto a su hermana —¡El vestido te queda hermoso! —elogió logrando que el rubio se sonrojara, obvio ellas sabian del loco plan de Kanao —Sabia que habiamos hecho una buena elección. —incluso participaron en el.

—Gra- gracias Kanae-San. —dijo apenado deseando estar en cualquier lugar menos en este.

—Bueno, ya hay que irnos. —comentó levantandose del sofa y tomando las llaves del auto que estaban en la pequeña mesita frente a ella.

One-shot's. 2 [TanZen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora