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El fuego te termina quemando

Narra Adele Leone
Las notificaciones no paraban de llegar y con ello mi mal humor se avivó, agarre el teléfono con toda mi ira lista para mandar al diablo a quién se hubiera atrevido a despertarme de mi sueño.

Más te vale tener algo importante que decir porqué te juro que te mato—dije contestando el teléfono sin dignarme a mirar quien era.

Que humos mi niña así le hablas a tu único e inigualable mejor amigo—dijo dejándome algo impactada haciéndome sentar en mi cama apoyando mi espalda en la pared fría, cosa que me hizo volver a la realidad.

Frank.

¿Porqué me llamas?—dije sin poder medir mi molestia en la voz.

Esperaba otras palabras a decir verdad, pero me deberé conformar—dijo con un suspiró y yo solo rodé los ojos con aburrimiento.

Tienes cinco segundos para decir lo que tengas que decir, la verdad no me apetece seguir escuchándote—dije con la voz mas falsa que pude.

Él suspiró.

Necesitamos que vuelvas—dijo y yo solté una gran carcajada.

Acaso se ha golpeado en la cabeza y tiene amnesia.

Que gracioso eso que acabas de decir, sabes antes me vuelvo a enamorar que volver a ese lugar—dije con odio en mi voz levantándome de mi gran cama llegando a mi cuarto de baño donde deje el teléfono en altavoz y me dediqué a lavar mi cara y dientes.

Nena no es una petición sino más bien una orden—dijo y yo volví a reír.

Acaso es el día de los inocentes porque esta mierda ya me esta empezando a cabrear—dije cansada bajando a mi salón.

No seas terca, además no te gustaría ver como obtienes tu venganza—dijo y me detuve en seco.

La tenemos la pillamos husmeando en los archivos hace unas cuantas semanas y descubrimos la verdad ella solita soltó todo, pero hay algo que nos tiene descolocados y necesitamos que vengas—dijo y yo sonreí, que divertido.

Nos vemos—dije y colgué.

Camine por los oscuro pasillo de mi casa hasta llegar a una de las habitaciones que tenía cerrada bajo seguridad, entre observando el gran tablero donde había anotado cada una de las pruebas que había conseguido durante estos cuatro largos años y reí. Pero no por mucho sabia que esa estúpida era muy tonta para seguir actuando era cuestión de tiempo que terminara desvelando a todos lo perra que es.

—Nos vamos de viaje bebe—dije tomando a mi pequeñita y peluda mascota que me había acompañado durante un largo tiempo—Mami tiene que arreglar el pasado—dije con una sonrisa.

...

Habían pasado dos días desde que me llamó, iba todo lo rápido que mi precioso bebe de cuatro ruedas me lo permitía, me gustaba sentir la adrenalina en mi cuerpo correr los riesgo de poder llegar a el extremo, no le temía a la muerte era algo que tarde o temprano a todos nos llegará y no se sentirá tan mal como hace unos años atrás, de esa forma solo se puede dejar se sufrir.

No me creía que volvería a ver aquel gran edificio enfrente de mí, por fin lo había conseguido y cumpliré mi palabra.

Cuando llegue mi motor puso a los guardias que custodiaban la entrada en guardia, uno de ellos llego hasta mi ventanilla golpeando el cristal lo que me hizo sacar una mueca, quien se cree para tocar a mi bebe.

Terminando como el Fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora