Extra 2.

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Severus sentía que su corazon saldría disparado de su pecho , el oxígeno le faltaba por momentos y su cuerpo estaba demasiado caliente.

No sabia si era el hecho de tener a tremendo hombre sobre el o tener el pene de ese hombre dentro suyo , la verdad importaba poco la razón solo sabía que se sentía de maravilla.

— ¡Ahhh..Si Sirius! — el pelinegro tenía su rostro escondido en el cuello del mayor tratando de callar sus gemidos.

— Mierda..estás tan apretado Severus — la ronca voz de Sirius hizo estremecer al pelinegro quien no tuvo oportunidad ni de sentir vergüenza al ser tomado de las caderas para recostarlo completamente en la cama , su rostro sonrojado provocó un brinco en el pene erecto de este haciendo que Severus sintiera un cosquilleo — te vez tan putamente bello , mi amor.

Las mejillas de Severus tomaron una tonalidad todavía más roja (cosa que Sirius jamas creyó posible) y con un movimiento rápido lo hizo ponerse en cuatro , dejando a su alcance una maravillosa vista del blanco y perfecto culo del menor , esas posaderas eran tan perfectas que Sirius podía jurar que fueron moldeadas por un Dios o por un panadero pues juraba que eran los bombones más perfectos que alguna vez su pecadora mirada encontró.

— Recuerdas...¿El día que nos volvimos a encontrar? — con algo de fuerza arrojo su mano derecha sobre uno de aquellos bombones escuchando un gemido del menor que era entre placer y dolor pero sabía que el menor lo disfrutaba  — ese día traías una lencería tan ajustada.. incluso vestido sabia perfectamente lo delicioso que estabas y mira , no me equivoqué.

— ¡Ca..cállate! — tan solo pudo voltear una parte de su torso para ver de reojo al mayor que tenía una sonrisa socarrona en sus labios , pudo ver a la perfección como este pasaba su lengua entre sus labios antes de volver a ser azotado esta vez en su otra nalga — ahhh , carajo..

— Esa boquita se escucha tan sucia cuando hablas así — jugueteo un poco con la cabeza de su pene en la endidura del menor provocando un escalofrío en su cuerpo , Severus estaba más que preparado pero odiaba que Sirius jugará con el de esa manera , lo torturaba — deberías de usarla de otro mono , cariño.

— Te la chúpate más tar ¡Ah ahhh si mierda! — de una estocada Sirius ya estaba hasta el fondo del menor haciendo que sin querer unas lágrimas se escaparan de sus hermosos ojos.

— No escuché lo que dijiste precioso — susurro agachándose un poco para quedar junto al oído del menor , este contuvo la respiración antes de volver a tratar de hablar — repite lo que dijiste , vamos.

— Dije..ahhh que te la ¡mgh! — mordió sus labios pues Sirius no dejaba de penetrar lo maltratando deliciosamente su próstata — ¡Te la chúpate más tarde!

Sirius sonrió en grande.

El tener a Severus a su merced temblando de placer y disfrutando igual que el ese momento solo lo llenaban de goso , amaba tanto a Severus , amaba cada detalle del pelinegro y aún que solía usar palabras un tanto obscenas en el momento de intimidad como ese siempre trataba de demostrarle al menor que su amor por el era puro y verdadero.

Tomándolo aún de las caderas y siguiendo inclinado sobre el sin dejar de penetrar lo pues sentía un cosquilleo en su vientre bajo que le informaba que no tardaría mucho más en correrse (y Severus no estaba mucho mejor que el) decidió sostenerlo con la surda pasándola por el vientre del menor para sostenerlo de aquella manera y susurrar en su oído;

— Ese día me di cuenta que no había nadie más perfecto que tú.. — su voz estaba entrecortada y algo difícil de entender por lo jitado que estaba pero Severus podía escucharlo perfectamente por la posición — eres tan maldita mente hermoso Severus..soy tan afortunado de tenerte y.. — mordió con fuerza su hombro provocando que el menor terminará por correrse manchando las sábanas y por ende , su entrada se contrajera apretándolo de una manera que para Sirius fue imposible no correrse — ¡Ahhh..! Hacerte el amor..soy afortunado en poder hacerlo contigo.

Severus se dió la vuelta con algo de dificultad pues el pene de Sirius seguía dentro de el aún que ya estaba comenzando a perder tamaño al terminar dentro de el , sentía demasiadas ansias por tener la esencia pegajosa dentro de el pero , por algún motivo , prefería besar a su novio en ese mismo momento disfrutando de la tranquilidad que siempre seguía después del sexo.

— Te amo estúpido perro pulgoso.

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