ChangSeung: "Fire on yours Lips"

Capítulo 9

–Ya podemos i-irnos... y deja de mirarme así...–

–Lo siento, te ves... diferente. Te ves... lindo–.

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ChangBin dirigió su mirada hacia el frente. Puso el coche en marcha mientras sentía como sus orejas se tornaban completamente rojas. Sin embargo, no solo las de él, las del halagado también.

El viaje transcurrió en un silencio que era reflexivo para ChangBin e incómodo para SeungMin. Pues en verdad no sabía qué hacer. Ya que, desde que se puso su ropa común para salir, la máscara de <<Kim>> la había dejado arriba de la cama, junto a su uniforme. Por lo que ahora era ese chico vulnerable y tímido que quería proteger a toda costa. Sin embargo, SeungMin decidió dejarle tomar un poco de aire a esa versión de él.

ChangBin por su parte no podía dejar de pensar en lo diferente que se sentía el menor a su lado. Era como si toda esa rudeza, esa agresividad se la hubiera llevado el viento. Y ese chico que tenía al lado, no era el tosco Kim, sino el refinado y suave SeungMin.

Por ende, ChangBin se sentía más que afortunado y eufórico de conocer un poco más a ese chico a su lado. Pues eso significaba que el menor en verdad le había dado el beneficio de la duda, y le había dado una oportunidad para conocer su faceta más protegida. Y él no se iba a quedar atrás. Si bien a medida que estaba llegando a su casa se comenzaba a sentir aún más nervioso, ya que, comenzaba a pensar a que lugares le pudiera gustar ir a ese suave chico a su lado... Se dijo a sí mismo que también intentaría mostrar su verdadero ser lo más pronto posible. Aunque aquello fuera algo difícil, después de todo, solo llevaban dos semanas de conocerse de esa otra forma...

–Esta es mi casa cachorro. ¿Quieres entrar o me esperas aquí? –

–No... te esperaré aquí–.

Habló el menor aún algo nervioso por la situación. Más, cuando el mayor le preguntó si quería entrar. Su corazón se aceleró tanto que temía que el más bajo pudiera notar el retumbar de su pecho. Sin embargo, él no era el único que se sentía de esa manera. Y en el fondo, ChangBin, agradeció que el menor declinara su oferta, pues ahora que se ponía a pensarlo bien, su casa no estaba demasiado ordenada, y no tenía muchas cosas en su heladera para ofrecerle. Después de todo, normalmente cuando Han visitaba su casa, era él siempre el que llevaba algo para beber o comer junto a ChangBin.

ChangBin asintió ante la respuesta del chico y bajó del coche susurrando un "No tardo" y se dirigió a su casa. En lo que pegaba una nota mental de urgencia en su frente de que, a partir de ahora, debería de ser más ordenado con su casa, y debería de ir más seguido al mercado, por más que no fuera su actividad favorita.

SeungMin mientras tanto se quedó observando al mayor salir del coche y dirigirse al interior de su vivienda, mientras no podía evitar observar su ancha espalda. Ahora más disimulada por el suéter fino negro que llevaba encima, pero SeungMin no pudo evitar recordar cómo había visto aquella playera negra pegarse a su espalda horas antes, dejándolo completamente sorprendido.

SeungMin apretó sus labios en una línea, los humedeció y se acomodó un poco mejor en el asiento del copiloto de su propio coche. Lo cual se sentía extraño, y más extraño le parecía que no había sentido molestia, desconfianza o recelo cuando le entregó la llave de su propio coche al mayor. Cuando a decir verdad él era demasiado histérico con su coche. No le gustaba que nadie lo manejara aparte de él, y si a veces estaba de demasiado buen humor le dejaba a Felix manejarlo un rato, pero jamás lo dejaba manejar tanto tampoco.

SeungMin se removió en su asiento nuevamente nervioso. Colocó una de sus manos en su pecho mientras inhalaba y exhalaba suavemente, para calmar un poco su frenético latir. Y en eso, que aún poseía la mano en su corazón, miró hacia el asiento del conductor, ahora vacío. Y ni siquiera supo si se mantuvo mucho tiempo mirando allí sin mirar realmente proyectando la imagen del mayor allí. Y antes que se diera cuenta, ya se encontraba acariciando el borde del asiento imaginando que el mayor lo había tomado de la mano y la había colocado encima de su muslo mientras manejaba con una sonrisa cálida en su jodido angular rostro.