ChangSeung: "Fire on yours Lips"

Capítulo 8

Dos semanas finalmente habían transcurrido desde ese viernes en que SeungMin recibió la bala. Y su espalda finalmente estaba completamente recuperada. Tal y como había dicho la enfermera, el remanente del hematoma se había disuelto.

Todo iba normal en aquella sede, cuando de repente el sargento Lee los reunió de emergencia, para llevar a cabo un simulacro.

La ciudad había estado tranquila durante aquel tiempo. No es que no hayan ocurrido delitos, pero eran delitos menores, con los que la policía estatal podía lidiar. Después de todo, no es como si fuera cosa de todos los días el hecho de que se armen revueltas, y necesiten de su intervención. A veces a Kim se le tornaba algo aburrido, pero a la vez le gustaba sentirse aburrido, porque eso quería decir que la gente no estaba corriendo peligro.

–¡Vamos, vamos! ¡Todos a sus puestos! –

Exclamó el sargento Lee, mientras aplaudía para alterar más a los miembros de aquel grupo.

–Lee y Park comunicaciones. Chae y Yang francotiradores, Han negociante, Kim, Hwang refuerzos, Choi y Seo ametralladoras–.

El sargento Lee solía cambiarlos siempre de posición, debido a que debían de saber cubrir todos sus roles. Por lo que cada vez que llevaban a cabo un simulacro, siempre designaba al azar sus roles. Además de que aquello también debería de fomentar el compañerismo entre ellos. Aunque eso no quitaba que inevitablemente, algunos tenían mejor química con unos que con otros; y que Seo, Hwang y Choi YeonJun estaban más especializados en tiros a larga distancia que en otros roles. Kim, Han, Yang y Park SeongHwa, eran más habilidosos en el área de comunicaciones, o negociaciones; mientras que Chae HyungWon, y Lee MinHyuk eran los que mayormente iban al frente, o al menos siempre les tocaba aquel rol. Y ellos independientemente de sus actitudes con sus compañeros, irónicamente cubrían bastante bien sus expectativas. Sin embargo, eso no quitaba que fuera de su rol de profesional, no fueran más que unas mierdas de personas.

Lee y Chae podían ser muy buenos en lo que hacían, pero sinceramente dejaban mucho que desear como personas. O al menos desde el punto de vista de Kim, por obvias razones. Quizás se equivocaba, y eran excelentes personas, pero esa no era su verdad, ni su realidad.

Todos entonces se apresuraron y fueron a sus puestos asignados. Un cruce de miradas entre Seo y Kim se creó, y este último entonces supo que el mayor iba a estar al pendiente de él ahora. Eso hizo sentir aún más motivado a cumplir con aquel simulacro.

La primera parte la traspasaron con éxito, ahora seguía la segunda parte, dónde debían lanzarse a una pileta simulando ser alguna especie de lago, o algo por el estilo que tuvieran que atravesar en caso de que alguien tomara de rehén a personas en algún yate, barco, crucero lo que fuera... No era muy común ese escenario, pero ellos no podían dejar nada al azar, ni nada por cubrir, después de todo, por algo eran el grupo de S.W.A.T.

El sargento Lee MinHo los hizo lanzarse con el equipo puesto, para entrenar mejor su resistencia, y también aprender a salvar su equipo en caso de alguna emergencia. Por lo que fueron obligados a arrojarse a la piscina que era bastante profunda. Sin embargo, a los costados iban otras dos personas una a cada lado, para lanzarles un salvavida en caso de que algo sucediese. Pero si podían evitar utilizar su ayuda era mejor, ya que, en una situación real, nada les aseguraba que siempre hubiera alguien para ayudarlos.

Cuando lograron salir de la piscina, ya bastantes agitados y cansados, Kim observó a Seo desde atrás, cuando se quitaron el equipo pesado y lo arrojaron a un lado para seguir con el último tramo. Aquel que les ayudaría a entrenar su agilidad, y les ensenaría a ser lo más sigilosos y letales posible, en caso de que lo requieran. Sin embargo, Kim no pudo evitar tragar saliva sorprendido cuando vio como la playera negra de Seo completamente empapada se pegaba a su espalda y la hacía ver jodidamente amplia y fuerte. Kim no sabía que Seo en verdad fuera tan fornido, nunca se había detenido a observar aquello con detenimiento, pero ahora que su visón había cambiado. Esos detalles comenzaban a resaltar un poco más.