ChangSeung: "Fire on yours Lips"

Capítulo 2

SeungMin finalmente estaba siendo atendido en lasala de enfermería de su sede. Ya que, en verdad el impacto por suerte no habíasido extremadamente dañino. Además de que se negó ir al hospital por una<<irrelevancia>> como aquella, según sus palabras.

La enfermera le había pedido que se quitara el chaleco y la playera negra que llevaba debajo, pero si bien pudo ayudarlo con el chaleco, cuando llegó el momento de quitarle la playera, se puso algo nerviosa, y sus manos temblaron.

–Solo córtala con las tijeras, será más fácil–.

Dijo el castaño tan serio y frío como siempre, como si realmente no le importara que una muchacha desconocida estuviera a punto de ver su torso desnudo. De todas maneras, no era algo en lo que debía pensar, pues aún tenía su mentalidad en modo <<profesional>>. Esa chica no era una chica, a sus ojos, sino una servidora del cuerpo de salud. Sin embargo, otra historia diferente era para la muchacha. Era pasante, estaba recién aprendiendo su oficio y ese chico tan frío e insensible en verdad la intimidaba. No era su primer paciente, pero por alguna extraña razón la inhibía un poco. No obstante, la puerta se abrió de la nada dando paso a otro chico con rostro impasible, pétreo y la muchacha tuvo que retener un quejido de exaltación.

–Déjanos... yo me haré cargo de él–.

Ordenó el nuevo intruso captando ahora la atención de ambos, y más principalmente la mirada café del castaño, provocándole confusión. La chica entonces se quedó levemente fascinada de ver finalmente una nueva expresión en el castaño, ajena a la gélida de antes.

–Pe-pero no puedo dejar que cu-cualquiera se haga cargo de algo como esto...–

–Querida... soy un soldado, un Marín veterano, a estas alturas, entrenado para sobrevivir incluso con solo un maldito cuchillo en medio de la Antártida ¿te atreves a insinuar que no tengo las habilidades suficientes para tratar tal lesión? –

–N-no... yo-yo lo siento no quise ofenderlo...–

–Entonces obedece. Me haré cargo de mis acciones, tu quedas eximida de toda responsabilidad en caso que suceda algo–.

–Yo... sí gracias–.

Fue lo único que dijo la chica con su rostro ya rojo de los nervios y la pena. Hizo una rápida reverencia al castaño, luego al pelinegro y salió básicamente corriendo de allí con el corazón acelerado.

Kim entonces simplemente ladeó su cabeza como un cachorro confundido y miró al pelinegro.

–¿Qué fue todo eso? ¿Y qué haces aquí? Ya te dije que no necesitas sentirte en deuda. No lo hice con ninguna intención, solo fue impulso...–

–Solo cállate y no digas más. Esta será la primera y última vez. No te hagas ilusiones...–

–Jamás las tuve desde un inicio de todas maneras...–

ChangBin entonces sin decir más colocó una rodilla en la camilla cerca de la pierna de SeungMin y coló sus dedos debajo de la camiseta negra con un leve corte ya en la parte inferior. Las manos de Kim se posaron sobre las suyas rápidamente con unos asombrosos reflejos, a pesar de que el menor parecía adolorido.

–Yah... ¿qué demonios haces? –

–Desnudándote, ¿qué no es obvio? –

–¿Disculpa? –

La confusión en el rostro de Kim hizo sonreír a Seo.

–Imbécil. Debo quitarte la maldita playera para ver tu lesión–.