Un tal jugador de river y de la selección Argentina, Enzo Fernández, y su gran amigo Julian Álvarez, que compartia la misma estadia en los dos lugares, eran algo más que aquellos inseparables que se veían siempre en los ojos de sus compañeros, va, s...
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Eran las las 10 de la mañana en Qatar, y ya estaban comiendo, porque claramente faltaban 3 horas para el partido tan esperado contra Arabia.
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Ya estaban en aquel estadio donde jugarian, se estaban preparando todos mientras escuchaban la charla técnica que se daba antes de todos los partidos que hacían.
Todos ellos sabian que tenian una presión, va, demasiadas. La gente, los periodistas, el sostener el resultado, pero el más grande era que sabian que no era cualquier partido, era el partido que daba la iniciativa a él mundial, desde los jugadores más jovenes, hasta los más "viejos".
–¡Dale loco! ¡Dale que esta es nuestra! ¡VAMOS MUCHACHOS!– Era lo que decian entre todos mientras estaban en el vestuario.
Fueron a la zona donde saldrian a la cancha, en fila y mientras se saludaban con los jugadores contrarios.
Enzo y Julian sabian que no iban a arrancar de titulares, era su primer mundial, pero sabían que podían entrar unos minutos.
En el minuto 10, cobraron un claro penal, que iba a ser tirado por Messi.
Ya en posición, el arquero de Arabia Saudita se tiro para la izquierda, y Leo tiro para el lado derecho haciendo que su tiro sea gol.
Gritos, festejos y silbidos, pero sabian todos que tenian que, o meter un segundo gol, o defender como locos.
En el minuto 48, Saleh Al Shehri, un jugador contrario logro pasar nuestras murallas y hizo un gol, asi dejando el resultado 1-1.
La frustración de los jugadores, tecnicos y el público, recorría por sus cuerpos, era imposible no sentirse así, les acaba de empatar el partido como si nada de lo trabajado hubiera servido.
En el minuto 53, Salem Al-Dawsari, otro jugador contrario, esquivó a nuestras defensas, tirando al palo izquierdo, un tiro que en cuestión de segundos se volvio un muy buen gol.
La frustración de los argentinos aumento mucho más, era el primer partido, contra un equipo con mucha diferencia de nivel, y una diferencia negativa, pero claro, los argentinos confiamos demasiado porque el equipo contrario sea de tan bajo nivel.
En el minuto 59' entraron Julian y Enzo. Enzo entraria por Leandro paredes, y Julian entro por el Papu Gómez.
Por más que la frustración seguia por sus cuerpos, entraron nervios, y pensamientos de parte de Julian, por más que el aparenta ser un chico muy seguro en el juego, al entrar, era totalmente lo contrario.
"Que pasa si pateo mal?" "Y si doy un pase mal?" "Dios mio que horror si me equivoco."
Los pensamientos del menor serian interrumpidos por una voz grave, la de Enzo. –Vamos ahora arañita, hay que darlo todo, dale que estos arabes nos estan rompiendo el orto.– Sentia palmadas en su espalda, era un gesto de apoyo y motivación para el mayor.
