Dios, soy yo de nuevo

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Oh. Por. All. Might.

Dime que estoy soñando. Dime que no acabo de hacer esto. Dime que mi crush no me rechazará.

Por favor, necesito el Kosei de Hagakure, hacerme invisible sería la mejor opción en este preciso momento.

Me lanzé sin previo aviso encima de él, atrapando su cuello entre mis brazos y atrayéndole hacía mí.

Sin pensarlo 2 veces - ni si quiera estaba pensando - me puse de puntillas, para poder tener un mejor ángulo, o no lo sé, ¿Porqué me puse de puntillas si él ya estaba inclinado encima mío y yo seguía jalandolo hacia mí?, no estaba pensando de manera coherente, no desde que se quitó la sudadera, en realidad.

¿Si quiera tenía un puto cerebro en este momento?

Aún seguía siendo bastante más alto que yo, así que me incliné aún más y de un segundo a otro pegué mis labios años suyos, con demasiada fuerza.

Cerré los ojos, no quería ver su cara de asco, no lo necesitaba.

Era un beso escaso de dulzura o experiencia en sí. Era salvaje, lleno de deseo y necesidad, la gran necesidad por besarlo que llevaba sintiendo por más tiempo del que cualquier ser humano podría llegar a aguantar. Si estaba en coma, minimamente me llevaría un buen recuerdo.

Para mi sorpresa, mi magnífica sorpresa, él no se apartó en ningún momento, al contrario, posó sus manos detrás de mis caderas, atrayéndome aún más a él, si eso era posible.

Dame un minuto para procesar esto.

¿Me estaba correspondiendo el beso con el mismo fervor y deseo que yo?

Mejor que sean doscientos minutos, corazón, se burló mi conciencia.

¡Ahora sí que quiero vivir!. ¡Todoroki Shoto me estaba comiendo la boca!, ¡literalmente!

Cuando respirar se hizo una prioridad que no podíamos dejar pasar, nos separamos con lentitud, entre besos cortos.

Levanté la mirada un segundo y en menos que eso la volví a bajar, no, me era por completo imposible mantener la vista en él, ¡terminaría muriendo de la vergüenza!

Comencé a apartarme, quitando las manos de su cuello, sin quitar la vista, que mantenía fija en el suelo, ¿este era el momento en el que me decía que lo sentía, que me correspondió por lástima?. Estaba preparado para eso, podía aguantarlo.

Él no apartó sus manos de mis caderas en ningún momento, más bien, se aferró con mayor fuerza a ellas y eso me provocó un escalofrío, ¡no me sueltes jamás!, quise gritar.

-Midoriya... - su voz sonaba aún más ronca que antes, en un suspiro, tan baja y sensual. - Yo.. Lo-

-¡Olvídalo! - chillé, tapándome los oídos, la valentía se había ido muy a la mierda desde el segundo en que Shoto había abierto la boca, no estaba preparado para ese rechazo.

-¿Qué? - el tono de su voz sonó aún más bajo que antes y aún más sensual, ¿cómo podía tener tantos tonos de voz y hacer que todos sonaran exitantes en demasía? - ¿Porqué debería olvidarlo?

-¡No me odies!, lo siento, no era mi intención, fue sin querer, no estaba pensando, fue un acto de imprudencia, lo lamento tanto, es que soy muy tonto, ni si quiera sé en qué estaba pensando, ¡oh!, espera, ¡no estaba pensando!, y yo - me callé de repente, ¿qué fue lo que Shoto dijo? - ¿Qué dijiste? - y por primera vez en lo que podía contar, 10 minutos, levanté la vista, directo a sus ojos, con los míos abiertos y una expresión de confusión por su comentario, ¿qué dijo?

¬The Last Kiss /TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora