28: once upon a december

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George caminaba tranquilamente por el Kinoko Kingdom, cuando de pronto le pareció ver una figura al otro lado de este.
su corazón comenzó a latir con fuerza e inconscientemente comenzó a sonreír.

— ¡Dreaam!

aquel chico no pudo evitar tampoco la sonrisa y se acercó a el con lentitud, temia poder lastimarlo.

— sigues vivo, por dios. — dijo George mientras quitaba la máscara del contrario.— y saliste de prisión.

— ¡sorpresa!

Dream se había encargado personalmente de que George jamás se enterará de la guerra que habría, no quería involucarlo.

cuando George quitó la máscara de Dream, toco su rostro lleno de heridas suavemente. deseaba en el fondo poder curarlas.

— vamos, te daré algo para comer y tienes que contarme tantas cosas.

George comenzó a caminar para después servirle a Dream una sopa de los mushrooms que crecían en aquel hermoso reino.
era la parte más calmada de DSMP.

— deberías venir con nosotros, Dream. creo que podrías estar bien aquí, conmigo.

y si en algo Quackity y Dream se parecían, es que tenían la oportunidad de ser felices; pero estaban tan acostumbrados al dolor que se iban por la mala vida.

— no puedo, George. — dijo suavemente. — luces hermoso.

había dejado su ropa habitual por una camisa blanca grande que sobresalía de un corset azul, unos pantalones negros, junto una capa de lo que parecía pasto dónde crecían varios honguitos, usaba un sombrero de hongo y tenía una coronita en este.

— ven con nosotros, Dream. aquí está Karl, está Sapnap, está Tina. . . están todos.

— no puedo ahora, pero prometo que un día volveré. prometo que te daré el resto de mis vidas a ti.

tomó la mano de George y la beso suavemente.
cosa que hizo reír al otro, pero no sabía si era de burla o nerviosismo.

— vayamos a dar un paseo. — dijo George.

ambos chicos caminaban por un hermoso campo de flores, y las únicas que George lograba distinguir eran las azules, su color favorito.

— el mundo tiene un hermoso color, George. lastima que no puedas verlo.

— jaja — rió sarcásticamente. — ¿es una broma a mi daltonismo?

— exactamente.

George le dió un pequeño golpe y después se lanzó a correr lejos mientras Dream lo perseguía.

George reía y Dream escuchaba esa risa como si fuera la música más bella mientras el igual reía. adoraba esos pequeños momentos en el que mundo no era una mierda. apreciaba cada vez que la luz estaba porque la obscuridad siempre la alcanzaba.

se la pasaron jugando hasta que llegó la noche, dónde ambos se acostaron en el pasto mirando la hermosa luna con las estrellas acompañandola.

— mira, ni la luna está sola, tiene a sus amigas estrellas. . . no entiendo porque tú quieres estar solo. — dijo George.

en el fondo, sabía que algo malo ocurriría y quería mantener a Dream a su lado, para evitar que pase algo.

— no estoy solo si te tengo a ti. — dijo suavemente. — incluso si tú estás aquí en Kinoko y yo estoy al otro lado del mundo, no estoy solo. siempre tendré un lugar al cual volver estés dónde estés.

ambos se quedaron dormidos en aquel lugar mientras miraban la hermosa noche, y así pasaron una noche más.
jugando y divertiendose como si la paz fuera eterna.

below the surface || [quackity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora