Lionel se enamora de la persona equivocada.
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Había salido de aquella casa donde habían sido muy amables con él y con su hijito que estaba en sus brazos y pecho completamente dormido.
El dolor en el cuerpo le era menos fuerte gracias a las pastillas que le había dado aquel muchacho de baja estatura.
Miró a su bebé y suspiró hondo dejándole un besito en la cabecita con mucha ternura.
Fue a su habitación y se encontró a otro de los muchachos con quienes vivía en la casa que le había obsequiado Saúl.
El muchacho estaba completamente dormido con solo un short puesto, tenía la espalda llena de mordidas moretones y rasguños profundos, parecían hechos con navaja.
Era una de las nuevas adquisiciones de Rafa, por eso habían hecho que se quedara en la casa de Guillermo para que se acostumbrara a ver lo duro que eran con ese tipo de trabajadores sexuales.
Guillermo había aceptado el tenerlo en casa, pues ese chico apenas se veía de unos trece o quince años, no era para que estuviese ahí.
—Dame permiso por favor, debo acostar a mi niño — pidió de forma amable mirando como el muchacho daba espacio para pueda acostar al bebé — Muchas gracias kevin — Le sonrió —¿Cómo estás? ¿A qué hora volviste del trabajo?— Se sentó en el borde de la cama.
El muchacho sonrió un poco sentandose en la cama con cuidado mirando al rizado con ternura.
—Pues todo estuvo bien con el cliente, solo que quería que lo masturbara con los pies, me negué y pues... Rafa me golpeó y me obligó a montarlo — Susurró con vergüenza — Me dijo que no me daría nada de lo que ganara en una semana—
Guillermo asintió lentamente haciendo una mueca. Miró como su bebé daba leves pataditas soltando ronquidos, sonrió un poco y miró al muchacho atentamente.
—En esto debemos dejar que hagan lo que quieran. Sin importar lo más bizarro que puedas imaginarte — Contesto con pena acomodándose en la cama.
—Pero no es justo. También somos humanos y tenemos derechos — Recriminó.
—Cuando te vuelves una prostituta o prostituto dejas de serlo frente a la sociedad, policía, ayuda médica, solo te ven como alguien que está trabajando en esto porque es un holgazán que no quiso un trabajo duro — Explicó Guillermo — Hablan sin saber que en realidad nos partimos en pedazos teniendo que convivir con gente tan asquerosa y despiadada que ellos mismos permiten que estén sueltos — Susurró.
—Pero nosotros no estamos aquí por placer...—
—Exacto, pero desafortunadamente ellos piensan que si y que por eso debemos acostarnos con ellos si queremos ayuda— Contestó Ochoa acariciando el cabello de su niño — En este mundo hay más gente mala que buena Kevin, si encuentras personas amables, no las dejes ir, son las que mueren muy rápido —
