SEIS

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Después de haber limpiado cada una de las heridas que tenía en el cuerpo y ese abrazo tan cálido que le había dado Guillermo lo ayudó acostarse en la cama y dejó que Kevin se acercara para dejarle al bebé en los brazos

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Después de haber limpiado cada una de las heridas que tenía en el cuerpo y ese abrazo tan cálido que le había dado Guillermo lo ayudó acostarse en la cama y dejó que Kevin se acercara para dejarle al bebé en los brazos.

Guillermo recibió con mucho cuidado al bebito acariciando su carita.

El bebé al sentir el calor y olor de su madre, empezó a llorar esperando a que lo atendiera, así fue. Guillermo se quitó la camisa para acomodar en su pecho al bebito.

Este ya se sabía perfectamente el recorrido; su cabeza solo se estiró un poco para quedar con la boquita pegada al pezón del pequeño, inmediatamente empezó a succionar el bebé de forma desesperada llenando toda su boquita de leche, incluso el líquido escurría de sus labios.

Guillermo tomaba un trapito y limpiaba su boca con mucho cuidado suspirando hondo.

Messi estaba en completo silencio teniendo las mejillas ardiendo.

Se sentía asqueroso por sentirse acalorado al ver a Memo darle pecho a su bebé, solo era una madre amamantando. Lio no quería verse como los demás hombres asquerosos que de seguro acosan a Guille en el trabajo.

Bajó rápidamente la mirada jugando con sus dedos nervioso, escuchaba.

—Que cómodo se ve su pecho, debe sentirse muy bien dormir ahí y escuchar su corazón latir... Lionel Andrés, ¿Que chota estás diciendo? Tremendo trolo soy— Se decía así mismo en la cabeza el chico rascándose la nuca de forma nerviosa- Vamos, si quieres al menos ser su amigo, háblale más tremendo trolo -

Lo último no lo había pensado, lo expresó, las palabras salieron muy claras de su boca.

Guillermo levantó la mirada observándolo con atención, tomó su mano con cuidado sonriendo.

—¿Pasa algo, Lio?— Sonrió apenado mientras tenía al bebé en su pecho dándole palmaditas en la espalda para que lograra sacar el aire que había quedado- ven, acuéstate un rato conmigo- Susurró.

El mexicano levanta las sábanas para darle espacio al muchacho, Lionel cómo todo niño obediente asintió con la cabeza y entró a la cama, era muy cómoda, las sábanas eran muy tiernas. Pero no entendía por qué la sobrecama tenía un estampado de la virgen de Guadalupe.

Pero no le importaba, Guillermo le había invitado a qué se acostara a su lado, claro que lo haría.

—G-Gracias Guille, que amigable que sos —Sonrió avergonzado mirando como Guillermo volvía a jalas las sábanas para cubrir a ambos.

—Es lo menos que puedo hacer después de que me curaste, dejarte a Raúl toda la noche y seguirme —contestó con vergüenza mirando las feas ojeras que tenía el argentino, en sus ojos se podía ver el clarísimo cansancio y pocas horas de sueño acumulado—Vamos, duerme, para mí es muy temprano está hora, de seguro Kevin igual está durmiendo— Sonrió suavemente acomodando los mechones de cabello del chico detrás de la oreja de este.

❝You're No Good For Me; Messi y Ochoa (AU)❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora