UN CAMINO HACIA VOS

PARTE 6

BUDAPEST EN LA ACTUALIDAD

LA DUDA DE CAN.

Es hermoso quedarse más horas en la cama, amo levantarme tarde y hoy después de muchos días pude hacerlo. Me duele mucho el cuerpo, en especial la espalda. Ya hablé con mi doctor y me dio un par de ejercicios para realizar antes de levantarme y mientras me baño. Son ejercicios de elongación que me ayudan a poder incorporarme y caminar sin tanto dolor.

Cuando firme el contrato, sabia de todo esto, así que me arme de un plantel de profesionales para que estuvieran junto a mi ante cualquier inconveniente. Pedí servicio al cuarto para desayunar tranquilo frente al gran ventanal con una bella vista al Rio Danubio. Ya me había mensajeado con Roberto para avisarle que bajaba tarde al lobby del hotel, necesitaba relajar y llenarme de energía.

Mientras desayunaba repasaba estos días de filmación. Es un hermoso equipo de trabajo, no solo mis compañeros en la actuación que son fabulosos, sino el equipo de producción, edición y dirección. Siempre con una palabra de aliento, siempre con una sonrisa muy dispuestos a que la jornada laboral sea amena.

Desde que llegue al set no podía quitarme de la cabeza la chica del bosque, me imagine que era parte del plantel técnico, pero durante días no la vi, hasta que la divise por entremedio de mis compañeros de trabajo. Vi que le media la luz a una de las actrices, busque a Roberto con la mirada y le hice un gesto para que se acerque. Ni bien estuvo a mi lado, le pedí que averigüe datos de la chica que media las luces. Roberto se alejó del set y camino por los vehículos hasta dar con la data que le pedí.

Me fui a mi motorhome a descansar. Teníamos una hora para poder tomar algo caliente y hacer cambio de vestuario. Mientras tenia a una de las vestuaristas ayudándome con mi vestimenta, entro Roberto y se sentó en uno de los sillones. Espero que la vestuarista se retire para poder hablar tranquilos.

_ Can, te averigüe quien es la chica de la luz_ me dijo Roberto, me senté enfrente de el mientras tomaba un sorbo de café negro y lo mire_ se llama Laura Rila está en el departamento de edición y fotografía, porque quieres saber quién es ? _ me pregunto asombrado

_ Por nada, Roberto, solo curiosidad_ le dije, pero era mentira, había algo en ella que me llamaba la atención.

En ese momento tocaron la puerta, Roberto la abrió y se retiró. Me dio el tiempo de poder buscar a Laura por las redes sociales y averiguar sobre ella. Era una mujer muy atractiva, la observe mientras caminaba y su andar era super sexy, su cabello sostenido en una coleta iba y venía mientras media las luces y sombras. Su sonrisa era bella, aunque siempre que la veía, estaba muy concentrada en su trabajo. Mirando su Instagram encontré una foto que era la respuesta ante mis dudas.

Terminé con mi desayuno y me fui al gimnasio para caminar un poco en la cinta, lo encontré a Roberto y estuvimos planeando que íbamos a hacer por la noche. Necesitaba salir de mi habitación y poder distraerme un poco. En unos días volvíamos a filmar y necesitaba concentrarme en mi papel.

Roberto propuso salir e ir al bar del centro de Budapest, es un bar moderno donde pasan música electrónica y sirven buenos tragos. La música me gustaba, bailando soy un desastre, pero quedarme en la barra y hablar con los conocidos del lugar me iba a entretener.

Me vestí sencillo, y bajé al lobby del hotel para encontrarme con Roberto, afuera se escuchaba el murmullo de las fans que me aguardaban, ya estaba el auto que nos trasladaba, así que salí a saludarlas, firmar autógrafos y sacarme selfies. Ellas son mis adoradas, no puedo permitir que me esperen mucho tiempo, sabiendo que hace frio en la calle.

Mientras estaba tomando unas selfies, la vi parada junto a su amiga, cerca del auto que nos estaba esperando. Baje mi vista y continue firmando autógrafos, volví a levantarla y vi que Roberto estaba hablando con las dos, Laura se alejó con su celular y me acerque a ella para saludarla.

La mire, la salude, cuando me acerque olí su perfume tan femenino y me recordó aquel momento en la playa. Pensar que después de aquella noche la volví a buscar en la playa y no la vi más. Mi mente y en mi cuerpo recordaba ese momento tan sensual vivido entre los dos. A medida que pasaba los años ese recuerdo había quedado en el fondo de mi mente, hasta el día que volví a verla en el set. Algo me decía que era ella, pero necesitaba reafirmarlo y cuando vi su Instagram supe que era esa bella mujer de la playa.

Las invité a acompañarnos al bar, se sentó a mi lado y enloquecí con su perfume, pero mi timidez fue más fuerte y comencé a hablar con Roberto de algunas cosas que del set de filmación. Vi que su amiga hablaba con ella en castellano, pero no entendí que le dijo. La vi nerviosa y muy seria, así que cuando llegamos al lugar opté por no molestarla y me fui con Roberto hacia la barra para tomar algo y poder ver el lugar tranquilo.

Laura se retiró con Paula a una mesa al fondo del recinto, las veía que hablaban y disfrutaban del trago que habían pedido. Seguí hablando con Roberto, se acercaron un grupo de fans a sacarse unas fotos conmigo, volví a la barra a tomar mi trago y encender un cigarro y mi mirada fue hacia la mesa de Laura y no la vi. Lentamente miré por todo el lugar hasta que la encontré bailando con Paula y dos chicos.

Soy extremadamente celoso y muy posesivo, sé que tengo que cambiar mi manera de ser, pero me cuesta. Mientras fumaba mi cigarro, la veía a Laura mover sus caderas bailando. Era un movimiento extremadamente sexy, sus cabellos iban y venían al son de la música electrónica, las luces por momentos la iluminaban. Veía que se sonreía, hablaba con Paula y también le hablaba al oído al chico con quien estaba. Tome un sorbo de mi trago y me acerque por entre medio de las personas que bailaban, la tome de la mano y la lleve hacia la barra.

Laura se soltó de mí y me grito enojada, tenía toda la razón, no debí hacer lo que hice, fue un impulso, la quería conmigo, la deseaba, pero no era la manera y me arrepentí. Me disculpé con ella y le pedí salir a caminar por la costanera, ella acepto, se la veía molesta, callada, distante. Tenía toda la razón de sentirse así, me dijo que no era de su propiedad y más la razón le daba, caminamos en silencio sobre las márgenes del Rio Danubio, muy pocas veces la mire, y en esos momentos la observaba, veía su rostro tan hermoso, su cabello castaño que caía sobre sus hombros, por momentos sentía su perfume tan maravilloso, ella nunca se dio cuenta de que la miraba.

Nos sentamos frente al Parlamento iluminado, me hablo serena, pero remarcando las palabras, volvió a repetirme que no soy de su propiedad y que lo que hice en el bar está mal. Le tome las manos y se las bese, le pedí disculpas y ella las acepto. Le corrí ese mechón de cabello que caía por su rostro y me sonreí.

_ Porque te sonreís? _ me dijo Laura ruborizada

_ Porque ya se dé dónde nos conocemos_ le dije, le tome las manos y se las bese_ De Buzios.