RELATOS....sexuales. (+18)

AMOR INOCENTE.

NOAH (21 AÑOS)
CAMILA (18 AÑOS)

Subimos las escaleras,ella adelante guiando el camino, yo de atrás observaba todos sus movimientos...cada uno de ellos, admirando su contoneo de caderas que me tenía bobo.

Pensé que opción era la mejor, su habitación o la mia.

Pero deje que ella decida.

Nos detenemos en su puerta e ingresamos, me deja pasar primero mientras ella cierra la entrada.

La notaba nerviosa,quería suponer que era por lo que iba a pasar y no por su estado, a lo mejor por las dos cosas, me encantaría estar en su mente, saber que piensa o como me ve ante sus ojos.
Quería saber que opinión tenía de mi, porque a pesar de mi seguridad necesitaba la aprobación de ella, no me pregunten porque pero necesitaba su aceptación.

Ella la tenía de mi, la aceptaba tal cual es y tenía la necesidad de ayudarla con sus tormentos.

Estábamos frente a frente, observandonos, esperando que alguno haga el próximo movimientos.

Mientras el deseo se iba construyendo en el ambiente, los dos queríamos  de eso no había dudas, nunca haría nada que una mujer no quisiera.

Para no asustarla decidí ir despacio, por más que eso no este en mi naturaleza, pero todo a su tiempo, tarde o temprano la voy a amoldar a mi forma.

Decido hacer el primer movimiento, pequeños pasos a su encuentro. Estamos tan cerca que nuestros calzados se tocan, llevo una mano a su cara y la beso sin rodeos, me corresponde.

Un beso delicado, tranquilo, sin movimientos de niño abrimos la boca para que nuestras lenguas se encuentren, la quería sentir y por lo visto ella también, deje su rostro para tomarla de la cintura y apoyar su cuerpo al mio, ella me respondió con sus brazos en mi cuello, sujetando tan fuerte para que no me aleje.

Que tonta... si supiera lo mucho que me encanta.

Dirigí las manos a sus nalgas, apretando por encima de su jeans, quería que sintiera el efecto que tenía en mi, estaba duro y con tan solo ese pequeño movimiento ella gimio en mi boca que no la soltaba.
Ese exquisito sonido me incentivo para tomar su remera por los bordes y tirarla hacia arriba hasta sacarla por su cabeza, ella se dejo.

Cami hizo lo mismo con la mia para acariciar mis brazos, pecho y abdominales, carajo, me encantaba su tacto, quería más.

Absorto en sus caricias, subí mis palmas apreciando la piel suave de su espalda hasta llegar al enganche de su sostén, se lo abrí y este callo al suelo, fui al encuentro de sus pechos, solté su boca para observarlos.

Magnificas tetas... ideales para mí.

Las acaricie y apreté, suspiro, me encanto.

Las masajeaba con delicadeza, ella tiro la cabeza hacia atrás y aproveche a atacar su cuello, succionando chupando y mordiendo.

Quería más.

Intentaba con todas mis fuerzas no descontrolarme, por primera vez, deje mis instintos de lado para enfocarme en un sexo suave.

Deje su cuello para atacar sus pechos, pasando la lengua por sus montañas, para empezar a torturar el pezon derecho chupando fuerte, lo provocaba para que se ponga  tan duro como me gustaba, tan duro como mi polla. Mientras que al otro lo presionaba con mis dedos, con mi boca mordisquiaba uno y con mi mano estiraba el otro, ese junto provoco en Cami que estire su espalda ofreciéndose, ella quería que me los devore y yo encantado de su entrega.

Mientras seguía con mi tarea, la fui empujando hasta tirarla suavemente a la cama, se acomodo en el centro de esta, mientras me sacaba las zapatillas y el pantalón, me miraba con su pecho agitado.