RELATOS....sexuales. (+18)

LA QUE NO QUERÍA NADA..

TAMARA (34 AÑOS)

DIEGO (32 AÑOS)

Siempre dije que el amor no era para mi, las palabras cursis y las muestras de cariño eran tan incomodas por el solo hecho de no poder devolver de la misma manera.

Aveces no entendía la necesidad de la gente de tener a su lado a una persona creyendo que sin ella no pueden vivir.

Acaso no nos somos suficientes que necesitamos a alguien más??

Siempre odie cuando se me declaraban.

Tan difícil era de entender que solo era pasión??

Nooo, los señoritos siempre caían en la red del amor.

Lo mío era más encuentros casuales, divertidos, apasionados pero solo eso y no me considero una mala persona por el simple hecho de amar mi soledad.
Cuando pasan los años, te vas acostumbrando a no dar explicaciones, a no tener que estar pendiente de mandar un mensaje o preguntar como esta la otra persona, aprendes a ser dueña de tu tiempo, estar con quien desees y no por obligación.

Porque el AMOR es básicamente eso, una obligación de demostración.

NOOOOO GRACIAS...

Pero... heme aquí, esperando ansiosa un beso de su parte, una caricia que me haga temblar el cuerpo, un susurro en el cuello que me haga producir escalofríos. Ansiosa una vez más por lo que vendrá, sabiendo hasta donde este maldito ser humano me puede llegar a hacer tocar, porque el cielo...no era limite para ninguno de los dos.

Me encuentro acostada boca arriba, completamente desnuda y sin una pisca de vergüenza, él conoce hasta cuantos lunares tengo en todo el cuerpo, porque literal, una vez se propuso contarlos, en cambio, mi obsesion es el punto negro que tiene en la nalga derecha, al cual en este preciso momento lo observo cuando él se dirije a la heladera.

Una cama de dos plaza, paredes grises y varios objetos que mucha atención no le pongo, por el simple hecho que nada me asombra, porque si él es rico yo más con el simple hecho de quien es jefa y empleado, pero como dije, los status, el podes no me mueven.
No soy una persona autoritaria, con el ego alto, soy superior en cuestión laboral no personal y gracias a eso, existe una buena reputación de mi persona.

Siento que la cama se va hundiendo, pequeños movimientos lo llevan a estar sobre mi.

Mi respiración se agita, mi piel se eriza, mis piernas se tensan por lo que me produce este hombre.
La luz esta prendida y me pierdo en sus ojos color miel, se acerca para dejar un pequeño beso en mis labios pero no se separa de ellos.

_ Sos hermosa cariño_ me susurra.

Y ese cariño tan simple, tan usado por otras personas, en su boca me sabe a maravilla.

Solo atino a mover mis labios para que entienda que me gusto su cumplido, pero aunque su cursilería me lleva a mojarme más, necesito sentirlo.

Subo levemente mi rostro y uno nuestras bocas en un beso tranquilo, con suaves movimientos, hasta lograr que nuestras lenguas se sientan, toquen y saboreen, mi adrenalina explota. Me desespero por desearlo tanto,por querer tocar cada parte de su cuerpo, explorar cada zona de su anatomía sin que me detenga, sin tapujos, sin reglas antiguas...somos él y yo cumpliendo nuestras propias reglas....cuales??cuantas??...NINGUNA.

_ Shhhhh, las palabras están de más bebe_

Le acaricio la nuca.

Se rie, sacude la cabeza negando, tomando mi mentón para elevarlo a su altura.