Locura Perfecta

Cap1 El desastroso hecho

•Alex

Creo no hay mejor situación que esta, espero que se note mi sarcasmo.

Estoy en mi casa con Chris, quien se está burlando de lo qué pasó esta mañana. Siempre tan solidario mi mejor amigo.

—En serio, no entiendo como te quedaste encerrado –habló riendo sonoramente, el muy idiota.

Por algo es tu amigo, ¿no crees?

Cállate.

—Que te digo amo los espacios cerrados –digo con sarcasmo– más bien, podrías explicarme porque me indicaste el sitio equivocado, si me hubieras dicho bien el sitio, nada de eso hubiera pasado, una desconocida me ayudó más que tú Chris –le dije irritado.

—Lo siento mucho amigo, te juro que pensé que era ese, me confundí –dijo tratando de estar serio, pero vi como reprimía su risa.

A veces me sorprende, no de la manera que quisiera.

—Tranquilo, ya solo déjalo.

Ambos estábamos en la cocina, buscando que comer. Habíamos invitado a Alana, pero dijo que estaba ocupada. Primera señal rara de la noche.

—Aunque ¿sabes que? La chica se me hizo conocida –solté de repente.

—¿La chica? ¿No te dijo su nombre? –indagó.

—Digamos que en el apuro se me olvidó preguntarle ese detalle de vital importancia –le respondí, sarcástico. Allí recordé algo– oye, ¿de casualidad no tienes una foto de la chica que intentaste besar anoche?

—De hecho no, fue ella quien tomó una foto, su nombre era Danna –su vista se empezó a ir, como sus pensamientos– es mayor que tú y yo, castaña, lindos ojos, un cuerpazo. Toda una veterana. Es relativamente conocida.

—¿Por? –pregunté con curiosidad– en una universidad grande es difícil ser conocido.

—Pues a pesar de no pertenecer a ningún grupo en The List, se las arregló para darse a conocer.

—¿De buena o mala forma?

—De la buena, es presentadora de algunos de los juegos –¿De qué juegos habla?– su hermano era el líder de los Cazadores y se dice que estuvo con el actual líder.

—¿Cazadores? Pero que.... Olvídalo. Solo quería...

—Tal vez esté en la fiesta de hoy–me cortó en seco, tarde un poco en reaccionar.

Eso es más interesante.

—¿Una fiesta hoy? ¿Después de la de ayer? ¿Y que mañana aún hay clases?–pregunté sorprendido ¿esta gente no descansa?

—Muchos universitarios tienen una vida muy activa, ¿tienes ganas de ir?

—¿Quieres que muera? –solté.

—Debes vivir un poco, ahora que puedes, ya después descansas, ademas, tu mamá tiene doble turno ¿verdad?

Era verdad y él lo sabía, mi mamá trabaja en una compañía de inversiones o algo así, si me escapaba ella ni cuenta se daría. Pero no sé si tengo muchas ganas de ir, no sé si me encantaría.