Alex:
Ahora mismo no tenía ni la más mínima idea de que carajo hacer.
Y cómo personas normales que se supone que son se preguntarán el porqué.
Ya es viernes, está cayendo la noche y estoy pensando mucho en la dichosa invitación que me hicieron los cazadores. Me tiré en mi cama, tomando un descanso de los libros y apuntes que dejé en la mesa, ya había dedicado una buena parte de mi día a ello. Sostuve la tarjeta en mis manos, observándola con detenimiento una y otra vez. Se la había mostrado a Chris en la noche cuando llegue de casa de Danna y él solo me dijo "que suerte tienes" yo no sé si considero eso suerte. Ni siquiera sé qué fascinación o respeto o sepa Dios que le tienen a ellos.
¿De verdad me interesaba escuchar lo que fueran a decir? ¿Me invitarían a entrar? No voy a negar que siempre he sido amante de las bromas, más que nada antes de lo qué pasó. Muchas veces en la secundaria me tacharon de payaso o comediante de cuarta -según ellos- toda esa dedicación a la planificación, ver el resultado final exitosamente. Pero esto ya era otra cosa, solo de ver cómo sabotearon la presentación de Danna te da una idea y lo "raro" es que nadie parece tener ningún interés en hacer algo al respecto, ni siquiera el rector, aunque probablemente no le parezcan más que niñerías.
Además, soy un novato ¿por qué estarían interesados en mi? Trataría de entender si no lo fuera. Según entiendo estos son un grupo de veteranos.
La opción de comentárselo a la leona –Danna– no me gustaba demasiado, tenía bastantes dudas de cómo fuera a tomárselo.
¿Te preocupa la opinión de la extraña veterana?
No, ¿cómo crees?
Mjuumm.
Bueno, tal vez.
Mmmmm...
Pues si, nos estamos conociendo y tal vez ver otras posibilidades. La opinión de mis amigas importa.
Tanto Lily y Danna como Alana no les gusta los cazadores. Y francamente a mi no me llama la atención. Ellos no hacen bromas precisamente en el buen sentido, incluso tengo la teoría que una razón del porqué a la rojita no le gustan está relacionado con la cicatriz en su clavícula.
No lo he dicho, pero si me di cuenta que la tiene, pude verla el día de la feria. Lo recuerdo claramente. Cuando hablamos de los cazadores pasó la mano por esa zona, eso me dio a entender que podría estar relacionado.
Después de tanta pensadera, opté por no ir. Igual esta noche tenía algo más importante que hacer. Justo a media noche.
Espere paciente a que se hicieran las 11:45pm y con todo el cuidado del mundo salí de mi casa, no quería que mi mamá me descubriera. Use el árbol junto a mi ventana para salir. De adolescente lo usaba más de lo hoy me gusta admitir y mi papá –obligado por mi madre– cortó las ramas cercanas a mi ventana. Después de su muerte, mi madre nunca más se molestó en cortarlo y como no le di motivos ya no lo hizo.
Bajé hasta la acera y tomé la bicicleta cerca de la cochera. Esta ocasión no requería la moto. Pasaba por la calle vacía, solo los faros y las estrellas estaban alumbrando. Luego de un rato llegué al cementerio. Dejé la bici cerca de la entrada y entré por el agujero en reja. Cinco minutos de caminata después estaba enfrente de la tumba.
"Jhon Prite"
1974 – 2020
"Vive la vida y vívela bien"
La tumba de mi padre.
Me senté en silencio enfrente a ella y vi la hora en mi teléfono. 12:02 am. Ya se cumplieron tres años de su muerte. Y ya era su cumpleaños. Procedí entonces a pensar un poco en todo, en su compañía.
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Locura Perfecta
AléatoireUn estudiante que quiere convertirse en músico, y otra estudiante que quiere ser diseñadora, se conocen en un desafortunado giro de eventos. Descubrirán que, para bien o para mal, se vuelven locos el uno al otro, y deberán apoyarse, incluso después...