Love stories of Like animals

I didn't plan this

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Hyunjin y Yang corrían con todas sus fuerzas lejos del taxi que el mayor había vomitado.

- Maldita sea Jin - Jeongin sujetaba como podía al mayor mientras corrían -. Reza para que ese viejo no encuentre mi casa o si no te mato.

- Yo - rio Hwang -. Yo tenía que irme con mi amigo Jeongin, ¿quién eres tú guapo?

- Debí dejarte en tu casa - susurró mientras abría la puerta de su casa -. Te vas a mantener callado porque no quiero despertar a nadie.

El mayor hizo un gesto de guardar silencio y reía bajo.

- ¿Por qué? - soltó otra risa - ¿Por qué no me has dicho tu nombre guapo? - el menor lo miró incrédulo y lo metió a su habitación.

- No sabía que te ponías tan coqueto con alcohol encima - dijo con cansancio Innie y llevaba al baño al mayor -. Ahora te lavas los dientes porque apestas.

- ¿Es para que podamos besarnos?

- Solo lávate los dientes chico - lo empujó al lavado y le tendió un cepillo nuevo - después vas a dormir porque estás muy coqueto y me pones nervioso.

El mayor se cepilló sus dientes lo más detalladamente para sacar todos los restos de sustancia asquerosa que pudieran quedar en su boca, no quería dejarle mal sabor a ese chico hermoso.

- Listo - dijo saliendo del baño solo con su ropa interior puesta.

- ¿Dónde mierda está tu ropa? - medio gritó con sus ojos muy abiertos.

- Olía mal - dicho esto se acercó a Yang con semblante coqueto - y si te quiero besar tengo que oler bien.

- Yo no te he dado permiso para eso Hwang - el pequeño se alejaba del otro, su pulso se estaba acelerando sin razón.

- ¿Solo uno? - rogó acercándose más al menor.

Yang no se alejó, nunca hubiera pensado que la mirada del mayor fuera tan hipnotizante.

Hyunjin tomó la mandíbula del chico con ternura y esperó que el otro se alejara, cuando vio que no lo hizo juntó sus labios con los de Jeongin.

Yang se sentía mareado, sabía que eso estaba mal, su amigo no recordaría nada de esa noche y él tendría que cargar con todos los recuerdos, pero no quería detener ese delicioso beso.

El mayor besaba al otro con tal agilidad que cualquiera dudaría que estuviera borracho. El más alto guio como pudo al menor hasta la cama y lo dejó recostado mientras seguía besándolo.

Caricias, mordiscos y lamidas se hicieron presentes, a cada momento la situación subía de temperatura y sus cuerpos de forma inconsciente se acercaban y frotaban uno contra el otro. El menor estaba a punto de rendirse a la tentación cuando el mayor de forma imprevista se quedó dormido sobre Yang.

La mañana siguiente llegó y Jeongin sentía el peso de su amigo encima y el arrepentimiento llegar a él.

¿Por qué había permitido que las cosas escalaran hasta ese punto? ¿Cómo iba a mirar a la cara a su amigo ahora? ¿Qué diría Seung? Quería morir. Él también había bebido anoche, pero no hasta el nivel de no poder responder frente a sus acciones, un error.

- Ojalá me tragara la tierra - dijo mirando el techo de su habitación.

- No grites Yang - exclamó el mayor acomodándose más sobre el menor.

- Hwang sale de encima mío - dijo mientras el pánico lo empezaba a atacar, pero el mayor solo se quejó un poco y no hizo nada - Jin bájate me estoy ahogando contigo encima - le dijo casi gritando en el oído.