Primer amor (Percy Jackson y Dafne Wright)

𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚

Afrodita

Narra Percy.

Iba en el autobús rumbo a mi casa, me demoraría algunas horas, me acomode y colocándome la capucha de mi buzo me quede dormido.
Comencé a caer mientras dormía, no entendía donde estaba, solo caía y caía en esas paredes blancas. Por raro que sueñe me sentía en paz, simplemente no sabía donde estoy, quería despertarme para proteger a Dafne, era lo único que rondaba mi mente. Dafne.

—Que romántico.—dijo una voz entre las paredes.

Yo seguía flotando, miraba para todos los lados, ¿De donde venía esa voz?
Busque en mi bolsillo mi espada, pero no estaba, no la tenia conmigo, eso me preocupaba. Primera regla de un semidios "No dejar tu arma"

—¿Quien eres? ¿donde estoy?—Pregunte a la nada.

Una risa melodiosa fue lo que interrumpió ele co de mi voz, seguí en picada hasta que caí suavemente en un campo lleno de flores, en específico rosas rojas, en el centro del jardín había una mujer, eso era seguro por su cuerpo, lo que no podía distinguir era su cabello, Preciado que con cada movimiento cambiaba. Sabía quien era...

—Afrodita.—Dije a unos metros de ella.

La mujer se dio la vuelta con una sonrisa, comprobando mi teoría, apenas la vi mejor pude ver ciertos rasgos muy parecidos a Dafne, cabello rubio, ojos grises y piel pálida, por suerte la cara no era idéntica a la de mi Dafne.

—Estás en lo correcto querido, ven a mi lado.—Dijo cordialmente invitándome a quedarme en el medio del jardín de flores.

Nos quedamos en silencio unos momentos.

—¿Para que me necesita?

—Para algo muy sencillo cariño, vengo a decirte que debes organizar rápido las cosas con tus sentimientos, tú destino tiene 2 opciones. 1) una vida de infelicidad al lado de Annabeth, ya que solo habría amor de una parte.—Silencio

—¿Y la segunda?—Dije rezando para que fuera con Dafne.

—Simple, tienes una vida de felicidad junto a la mujer que amas, junto a Dafne.—Se vuelve a reír tontamente.—Si te soy sincera, llevo siguiendo su relación desde el momento 1, empezaron como amigos, luego ese beso junto al lago en el campamento que dio inicio a todo, cuando dormían juntos, peleas, citas, aniversarios, navidades y lo más triste.—Da un suspiro lastimero.—Cuando se separaron, terminar fue lo peor que hicieron, aunque ese último día que decidieron hacer el amor como despedida, fue tan tierno.

Lo último que dijo me dejó desconcertado, significa que nos vio a ambos desnudos perdiendo nuestra virginidad, ¿Seremos una especie de canal de porno para los dioses?

—¿Nos vio? —Pregunte alarmado, no le habíamos dicho nada a nadie, era nuestro secreto lo qué pasó ese día.

—Claro, no lo hago todo el tiempo pero algunas veces es divertido.—dijo dándome un espejo, ya sabía que significaba.—Sostenlo un momento querido.

Tuve que obedecer.

—¿Tengo un futuro con Dafne?—Pregunte.

—Por supuesto, no te preocupes yo te ayudaré. Haré algo extraordinario para ustedes, no te preocupes por eso, solo despierta querido y comprare unas flores a Dafne.

Esa orden fue poderosa, ya que abrí los ojos y vi que estaba a una cuadra de llegar a mi parada, me toque la frente y estaba un poco sudado. Malditos dioses que no respetan la vida privada de sus hijos, ella no tenia porque vernos a Dafne y a mi como dos inexpertos en el sexo.

Me baje en la estación del bus y comencé a caminar directo a mi casa, iba con la mano en los bolsillos cuando pase por una florería, vi las flores y recordé lo que me dijo Afrodita, el problema no tenía dinero.
"Claro que tienes"
Me asusté con la voz que dijeron en mi mente.
"Mira tu bolsillo".