𝐂𝐀𝐑𝐍𝐄 𝐅𝐑𝐄𝐒𝐂𝐀︳ᴮᵒᵇ ⱽᵉˡˢᵉᵇ ˣ ¿ᴼᶜ?

Eat time

Despertaste nuevamente aún más aterrada que antes, volteaste a todos lados pero no había ni un rastro de aquel tipo sentiste un gran alivio. Volteaste a ver tu estómago ya que recordabas estar herida, notando que aquella camisa que traías en ese momento no era tuya, era una mucho más grande además de ser de un color grisáceo, probablemente por el polvo acumulado durante tantos años.

Aún seguías atada, comenzaban a dolerté las muñecas al igual que tus tobillos de tanto intentar safarté la noche anterior, pero que más podías hacer, estabas completamente indefensa en aquellos momentos, lo único que podías hacer en ese momento era gritar por ayuda.

Comenzaste a sentir aún más hambre que antes, no podías soportarlo más, pero tu orgullo era más grande que la hambre que tenias, te negabas a aceptar la comida de aquel canibal, sobre todo por la carne que usaba para cocinar.

Sabías que estaba esperando a que lo hicieras, podías ver su sombra por debajo de la puerta dar vueltas de un lado a otro, no paraba, se notaba que estaba ansioso. Volviste a acostarte en la cama dándole la espalda a la puerta, no querías saber nada de nada, mucho menos de el.

- Sabías que una cabeza humana puede seguir consiente 4 segundos después de la decapitación?...- Volteaste hacia atras, ahí estaba, justo detrás de ti.

En qué momento había entrado? No había echo ningún tipo de ruido y mucho menos algo parecido.
Pensaste en quedarte callada y no hacerle caso, pero recordaste que te había echo daño por haberle dicho "imbécil", si lo ignorabas tal vez te iba a hacer algo peor.

- Tengo hambre.- Te limitaste a decir unas pocas palabras, no querías decir algo de más que lo haga enojar.

Sonrío aún mas, por fin aceptabas su comida, se notaba realmente "feliz".
Te cargo en sus brazos como si de una princesa se tratase dejando la habitación llegando a el comedor, te dejo en una silla delicadamente comenzando a caminar hacia la cocina.

Todo se veía polvoriento, exepto la mesa en la que ibas a comer, probablemente la había limpiado ayer solo para ti. Volteaste a ver la cocina, olía realmente bien, se te hacía agua la boca, tu panza te pedía a gritos algo para comer, no importaba que fuese.

Lograste ver cómo traía en sus manos un plato de carne con un poco de papas fritas y un vaso de agua, por un momento recordaste cuando te había regalado una hamburguesa, en su momento te pareció muy amable...

El suelo tronaba con cada paso que daba, claramente por causa de su peso. Dejo el plato junto con el vaso enfrente de ti, se colocó atras de ti agachándose un poco desatando las cadenas que tenías en las muñecas, te sobaste aquella parte de tus brazos, dios, te sentías más relajada, pero porque te había soltado de repente?

- Cómo sabes que no puedo lastimarte con el cuchillo para la carne?- Fuiste directa.

- Ambos sabemos que no arias algo así, no después de lo de la otra noche- Río fuertemente, te dió un escalofrío, este tipo estaba loco y no había ninguna duda.

Bajaste la cabeza, no podías herirlo, el miedo que sentías era mucho más fuerte que tu voluntad de querer escapar, incluso pensaste que tal vez morir sería lo mejor, y tal vez no estabas tan equivocada después de todo.

Comenzaste a comer, tomaste el cuchillo junto con el tenedor cortando cuidadosamente un pedazo de carne, tu mano temblaba al notar como veía cada movimiento que hacías con los cubiertos. Tomaste el tenedor clavandólo en la carne comenzando a acercarlo a tu boca dándole un gran mordisco.

Abriste los ojos, estaba aún más rica que como la recordabas, seguiste comiendo un pedazo tras otro, era exquisito, no podías parar de comer, igualmente las papas eran una delicia. Tomaste un gran trago de agua, era lo que más te hacía falta, y a pesar de que probablemente esa agua fuese de la llave llena de polvo toda sucia no te importaba en loas mínimo.

Volteaste a verlo viendo como este sonreía al ver que no estabas dejando nada en el plato, disfrutando de su comida echa solo para ti.

- Te gustó por lo que veo- Apoyo su brazo en la mesa recostando su cabeza mientras seguía mirándote.

- Si, un poco...- Volteaste a otro lado sin hacerle mucho caso.

- Cómo sea, es hora de que vuelvas a tu habitación.- Tomo de nuevo tus muñecas atandolas bruscamente lastimandote.

Soltaste un quejido de dolor siendo cargada de nuevo por aquel tipo, no podías quejarte, pero lo que más se te hacía extraño era que seguía usando su máscara, tu sabías cómo se veía, habías convivido con el por unos años, no era como si no lo hubieras visto, parecía como el de teléfono negro.

Aunque tenías mucha curiosidad no querías hacer una pregunta que le molestará y termine comiéndote viva como probablemente lo hizo con muchas más personas, pero mientras más tiempo logres estar viva es mejor, o peor en tu caso, era como vivir en un infierno.

Al llegar a la habitación te tiro a la cama golpeandoté en la espalda, cerro la puerta fuertemente haciendo un escándalo, le verdad te dió bastante miedo, pero al menos no había terminado en algo peor, escuchaste como sus pasos se alejaban de el cuarto, soltaste un suspiro de alivio, por ahora estabas a salvó.

•Nota mental: no tratarlo mal o ignorarlo.