Harumi se sentó al lado de Sai en el sofá, pero este la atrajo hacia sí mismo para ponerla sobre su regazo.
—¿De qué querías hablar, preciosa? —cuestionó el azabache llevando uno de los rebeldes mechones tras la oreja de Harumi.
La peliblanca se ruborizó bastante, avergonzada, escondió su rostro en el cuello del chico mientras lo abrazaba.
Sai había comenzado a hacer uso de sus lecturas constantes, donde decía que para reconfortar a tu pareja, la cercanía podía ser ideal, había visto la expresión angustiada de la chica.
—Yo... —suspiró sintiendo como Sai se tensaba ligeramente, pero no paró con las caricias sobre su cabello —Parece que tengo familia y quieren que vaya con ellos.
El chico paro sus movimientos ante el comentario de la chica.
—¿Que? ¿Por qué?
—Según ellos, fue la última voluntad de mi madre, de las pocas cosas que dejó, también, escuché que me llamó Aki, mi nombre original era Ryuguji Aki.
—Aki... —susurró Sai el nombre original de Harumi —¿Debería llamarte Aki?
—Cómo prefieras —respondió ella.
—Dijiste que quieren que vayas con ellos ¿Verdad? —cuestionó.
—Mhmh.
—¿Por cuánto tiempo? ¿Volverás definitivamente?
—No, pidieron que fuera con ellos durante un año... Si no lo hago... Romperán sus lazos con Konoha y eso sería lamentable.
—No tienes que hacerlo —aseguró Sai —Aún sin esos ingresos la aldea estará bien.
—Fue mi decisión, Sai —musito la chica enderezandose, quedó cara a cara con el azabache —Lo siento...
Usualmente la cara de Sai era neutral aún si hablaba o su voz expresaba alguna emoción, esta vez, parecía bastante decaído.
Y Harumi era débil contra eso, sujetó el rostro del chico con ambas manos.
—No me hagas esto, Sai.
—No te vayas...
La peliblanca se acercó un poco más para depositar un corto beso sobre la nariz ajena.
—Solo será un año, prometo volver.
Se observaron a los ojos unos segundos, fue Sai quien tomó la iniciativa, con una de sus manos sujetó a Harumi por la nuca y la atrajo para besarla.
La fémina se ruborizo más que antes, pero no se alejó incluso cuando sintió que Sai comenzaba a mover sus labios sobre los de ella con lentitud. Dudó unos segundos, pero ella imitó los movimientos del chico.
Era un beso lento que demostraba todo lo que sentían por el otro.
Se separaron, Sai lucía bastante tranquilo a diferencia de Harumi, ella estaba bastante roja, pero no temblaba como en el primer beso.
—Te manche —notó Ryuguji, inevitablemente soltó una risilla, el labial que había comenzado a usar gracias a Sakura no era a prueba de besos.
—¿Usas labial? —recién lo había notado por el sabor.
—Sakura-chan me lo dio, me gusta por que sabe a fresa —soltó una risilla.
Sai sonrió un poco.
—Me gusta la fresa.
Harumi soltó una risilla nerviosa, se armo de valor.
—¿Quieres probar de nuevo? —murmuró la chica acercándose de nuevo.
—Mhmh —fue lo único que dijo el azabache antes de volver a besarla.
Separarse no sería cosa fácil para ambos.
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