Capítulo 5.

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Unas horas más tarde, la pareja se dirigió a la mansión de la Familia Principal, ya que habían sido invitados a comer. Pete intentaba ocultar su entusiasmo de pasar tiempo con sus amigos para no molestar a Vegas, aunque fue en vano. Por mucho que el mafioso prefiriera tirarse por un precipicio antes que estar ahí, ver tan feliz a su novio superaba cualquier mal trago. Tankhun gritó de emoción y se lanzó a los brazos de Pete. Echó una mirada fulminante a su primo antes de dirigirse al interior agarrado del guardaespaldas.

El tiempo transcurrió entre anécdotas del pasado, otras actuales y conversaciones sobre futuros negocios donde requerían a todos los miembros de la familia. En la sala de reuniones, se encontraban todos los hermanos Theerapanyakul alrededor de la mesa, junto a Porsche. Quedaban dos sitios libres, que ocuparía la pareja. Tomaron asiento uno al lado de otro, con Vegas en el lugar más lejano al resto.

—Gracias a la ayuda de Kim, conseguimos quitar del medio a Pakpao. Al parecer, tenía muchos contratos ilegales, entre otras cosas turbias. Pasará bastantes años en la cárcel, por lo que hemos conseguido absorber su negocio de venta de coches de marca. Su empresa ya nos pertenece. Lo he hablado con Porsche y ambos estamos de acuerdo en dejar todo en vuestras manos. Seréis los encargados de llevar el negocio, por supuesto, contando siempre con nuestra ayuda y repartiendo los beneficios. ¿Estáis de acuerdo? — Kinn se encontraba sentado al lado de su novio, hablando con seriedad. No obstante, Vegas estaba seguro de que se agarraban de la mano por debajo de la mesa. Ahora ya entendía por qué se apoyaba en Porsche para todo.

La idea de tener un negocio juntos resultaba emocionante. Antes de decidir nada, Vegas miró a Pete para saber su opinión. Le dio una sonrisa tan encantadora que el mafioso se quedó sin aliento y no pudo evitar besarle. El guardaespaldas se sonrojó, era la primera vez que le besaba delante de conocidos.

—Si te parece buena idea, nos quedamos con la empresa— susurró Vegas, aún muy cerca de él.

Pete notó que le ardían las mejillas.

—Me parece fascinante— le devolvió el beso.

Porsche sonrió, apretando la mano de Kinn por debajo de la mesa, como Vegas suponía. Tankhun puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos.

—Se ven adorables— confesó a Kim, aunque le costó admitirlo. Este alzó los hombros, indiferente.

Aceptaron el trato. Brindaron por el nuevo proyecto antes de regresar al comedor donde la comida estaba a punto de ser servida. Pete se disculpó un momento y se llevó del brazo a Vegas. Entraron en la que fue su habitación, todo seguía igual. Nunca se la enseñó, quería compartir con él otro momento de su vida. El mafioso se sentó en la cama y cogió un álbum de fotos que se encontraba en la mesita de noche. Había imágenes de todos los guardaespaldas; Pete y Porsche durmiendo en el sofá de la habitación de Tankhun; varias en el bar de Yok; Pol probándose el nuevo uniforme mientras Arm le ayudaba a ponérselo; un niño pequeño junto a su abuela... Todas tenían una inscripción por detrás resumiendo el motivo de la foto. Miró unas cuantas más hasta que encontró una suya sonriendo. Recordaba aquel día, cuando Pete se presentó en su casa para vivir con él. No podía decir en qué instante captó la imagen, sobre todo porque Vegas no solía sonreír. Leyó lo que ponía por detrás:

>> El mejor regalo de la vida. Mi gran amor<<

El mafioso sonrió dulcemente antes de dirigir su atención a Pete, que no paraba de contar cosas con emoción, sin percatarse de lo que Vegas tenía entre manos. Salió de la habitación sin dar ninguna explicación. El guardaespaldas solo le vio marcharse sin entender nada.

La comida se alargó más de lo esperado. Todos disfrutaban de la reunión familiar, aunque les hubiera gustado que Macau les acompañara. Kinn decidió preguntar a Porchay si alguien ocupaba ya su corazón. El chico se sonrojó y miró a Kim, sin decir nada. Porsche abrió mucho los ojos, conocía demasiado a su hermano como para no saber lo que pensaba. Chasqueó los dedos para llamar la atención de Kim.

No llores más, amor (VegasPete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora