Las horas se hicieron más largas de lo que creían posible. Habían encontrado imágenes de Pete saliendo de la subasta solo, dando tumbos. Pero en otra que se encontraba a unos metros, se le veía agarrado del brazo de un chico. Todos se reunieron para hablar de las pistas que habían conseguido. Vegas enseguida se dio cuenta de que esa persona era el mismo con el que Pete estuvo filtreando. Kim descubrió su nombre, Pakpao, y todo sobre su vida. En el lugar de la subasta no apareció nada, aunque en una de las aceras había un botón de la chaqueta del guardaespaldas. Estaba cercano a un parking privado, todo apuntaba que ambos se fueron en coche.
—Tengo la dirección de la empresa y de su casa. No va a ser difícil encontrarle— apuntó Kim con seriedad, completamente metido en el caso—. Vamos a por ese cabrón.
—Será mejor que esperemos a mañana por la noche. Necesitamos descansar, no sabemos a qué vamos a enfrentarnos— apuntó Pol, con los ojos cansados.
Vegas dio un puñetazo en la mesa, indignado, y el vaso que había encima estuvo a punto de caerse.
— ¡No pienso esperar tanto tiempo! —gritó, enfurecido.
Pol bajó la mirada. Estaba tan cansado que solo pensaba en ir a dormir. Pete era importante para él, pero no se encontraba en condiciones para ir a buscarle.
—Estamos dando por hecho de que le ha ocurrido algo malo. ¿Y si no es así? Puede que se fuera con él porque quería, a lo mejor no ha vuelto para ahorrarse tener que dar explicaciones o simplemente, prefiere estar con ese chico— Arm parecía bastante convencido de su razonamiento.
Vegas se tapó la cara con las manos. Se sentía furioso, triste, roto. Solo necesitaba tener a Pete durmiendo entre sus brazos, como tantas veces había ocurrido.
—Id a la cama, mañana empezaremos la búsqueda— los guardaespaldas obedecieron y se fueron. En cambio, Kim decidió quedarse un rato más con su primo—. ¿Estás seguro de que no ha huido de ti?
La mano de Vegas acabó en el cuello de Kim, apretando con tanta fuerza que le dejaba sin respiración.
—Él me quiere y sé que está en peligro por mucho que digan esa panda de inútiles. Si vuelves a insinuar algo parecido, le vuelo la cabeza a Porchay.
Bajó la mano cuando vio que el color del rostro de su primo cambiaba a morado. Kim cogió todo el oxígeno que pudo y empezó a toser. Vegas se dirigió al balcón, observando las luces de la ciudad. En alguno de esos rincones estaba Pete, no pararía hasta dar con él. Sacó del bolsillo el botón que encontraron en el parking y lo apretó en la palma de la mano. Decidió ir a la cama para intentar descansar, aunque le resultó imposible.
La noche siguiente, los cuatro emprendieron el camino hacia la dirección que Kim había descubierto. Estuvo investigando los alrededores, al parecer, en el jardín había un escondite subterráneo que llevaba a un lugar secreto. Esperaron a que las luces de la mansión se apagaran para entrar.
—Un momento —Arm se detuvo antes de que alguno se introdujera en el interior—. Seguramente hay cámaras o una alarma. Puede que también perros asesinos.
Pol le miró con los ojos muy abiertos. Sin duda, él no había pensado en eso.
—Está todo desconectado y no hay animales. Yo siempre organizo mis planes muy bien antes de hacer las cosas— respondió Kim con superioridad, previamente de separarse de ellos. Vegas puso los ojos en blanco.
Se acercaron un poco más hasta llegar a la entrada. Los jardines estaban rodeados por un muro y una verja.
— ¿Cómo se supone que vamos a entrar? —Pol miraba por todas partes intentando buscar una solución.
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No llores más, amor (VegasPete)
FanficA Pete: Encontraste al monstruo de tus pesadillas justo enfrente de ti y decidiste abrazarle a pesar de todo el daño que te causó. Porque era el que atemorizaba al mundo, pero te vio sonreírle. En ese instante, decidió quererte. Sabías bien que solo...