𝐔𝐧𝐚 𝐥𝐨𝐛𝐚

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- Gracias por haber venido - cerré mi libro de lectura con delicadeza y mire a Carlisle, que estaba en el marco de la puerta mirándome - Pensaba que ibas a decir que "no era para tanto" y me colgarías - sonreí y apoye el libro en una mesa de cristal que había alado del sillón.

- ¿Soy tan antipática? - pregunte mirándolo con una pequeña sonrisa mientras el caminaba hasta sentarse enfrente de mi, pero en el sofá -  Carlisle, sabes porque acepte - el asintió y yo asentí también, comprendiendo que sabia de mis intenciones.

- ¿Sabes lo que traman los Vulturi? 

- Tengo algunas ideas - ajusto mis guantes de cuero y cruzo mis piernas, pensando en Aro y sus seguidores. Porque ni siquiera los demás "reyes" tenían opinion propia - Aro siempre a querido eliminar vuestro clan, quiere a Edward y probablemente también a Alice - el rubio enfrente mía asintió - Sus dones son excepcionales, y los llevan nombrando desde que yo estaba en la guardia.

- Las obsesiones de Aro son demasiado peligrosas - dijo el hombre en alto, mientras yo asentía entendiendo perfectamente a que se refería - Ni siquiera se porque se encapricho conmigo en su tiempo, pero no me soltó hasta mucho despues.

- No hay que entenderlos, habría que exterminarlos.

- Son demasiados - miro mis manso mientras Carlisle me mira con atencion, sabiendo perfectamente que estaba pensando en ese mimo momento - Obviamente tu podrías hacerlo, pero ambos sabemos que no lo usaras - lo miro con una sonrisa y me cruzo de brazos.

- Si, no lo hare - frunzo el ceño y miro por la ventana, que esta a las espaldas de Carlisle - ¿Tienes visita? - el cabeza de familia olisquea también a su alrededor y luego se gira hacia la ventana, sin notar a nadie - Huele a perro mojado.

- Querrán saber quien eres - ruedo lo ojos y me levanto del sillón, mientras el resto de la familia también notando el olor se acerca a la ventana, para ver a toda la manada acercándose al lugar - Salimos nosotros primeros, para que no se pongan nerviosos.

La familia asintió y siguió a su creador, mientras yo me apoyaba en una pared, mirando por el cristal siendo consciente de que el lobo negro, que estaba mirando a la familia gruñendo, había detectado mi olor. 

- Sam - escuche la voz de Carlisle y sonreí de lado cuando note mas fuerte el aroma del lobo y vi al resto de la manda acercándose desde los otros arboles, intentando intimidar mas - ¿A que se debe esta visita? - el lobo gruño y Emmett hincho su pecho, acomodando sus músculos para que los lobos lo vieran claramente.

- Quiere saber quien esta en casa - mientras escucho a Edward un olor dulce llega a mis fosas nasales, rápidamente miro por el bosque, intentando buscar a alguien mientras solo esta inundado por hombres lobos - Quieren ver si es una amenaza.

La familia Cullen se giro hacia el interior de la casa, y el alfa de la manda, o como lo había llamado Carlisle, Sam. Se giro también hacia donde observaban, mirándome observar la situación desde la ventana. 
Ajuste mis guantes y camine hacia la entrada, bajando las escaleras de la casa con paciencia y aprovechando mientras camino hacia los Cullen para observar a los lobos. Toda la manada gruño al ver mis ojos rojos, mientras yo aun no había detectado ese aroma dulce.

Una loba cayo repentinamente al suelo, provocando que toda la manda se girara hacia ella y un lobo mas joven que los demás celebrara, dando algunos saltitos. El alfa le gruño haciéndolo callar y yo mire a la loba blanca, que estaba mirando a mis ojos, sin ni siquiera mirarme a mi.

La mire también sorprendida, absorbiendo todas la aroma y apretando mis puños. Intentando que el aroma no revolucionara mi sed y me tuviera que lanzar contra toda la manda, para calmarme.

 Entendí lo grave que me veía en cuanto Carlisle me agarro del brazo con fuerza, como si fuera un cinto de seguridad. La loba siguió mirándome y la manada se mantuvo en silencio, demasiado sorprendidos ni siquiera para gruñir. 

La bola blanca de pelos salió corriendo hacia el interior del bosque, y un cachorro se le quedo mirando confundido mientras la manda se miraba entre ellos y luego se giraron hacia mi. Carlisle me soltó, notando que dejaba de estar mas tensa y observo a la manda.

- Ella es Aeris - los lobos se giraron, con mas curiosidad ahora, aunque un poco mas hostiles de todas formas, gruñendo a ratos - Viene a ayudarnos con los neófitos - mire por donde se habían ido la loba, escuchando de fondo las palabras de Carlisle - Tiene experiencias en batallas contra ellos y sera de gran ayuda - el lobo negro gruño mirándome fijamente.

- Siguen desconfiando - habla Edward a nuestra espalda, mientras yo intento concentrarme en ignorar ese rastro de aroma, que sigue en mis fosas nasales impregnado - Por el tono de sus ojos - fijo mi mirada ahora en la manda, tapándome la nariz para concéntrame unos segundos - Saben que significa - bufo y doy un paso hacia atrás, para dejar de taparme la nariz. Ya que el aroma estaba desapareciendo un poco.

- Me alimento de sangre humana que robo en hospitales, como mucho - hablo mirando al lobo negro, que era el líder de todo esto - No muerdo a quei piccoli burattini*  - todos los lobos miraron al lector de mentes pidiendo que les tradujera la frase, mientras el mismo castaño intentaba traducir la frase en su mente.

- Tampoco tienes que explicarte - habla Rosalie, furiosa mirando a los animales de cuatro patas, que respondieron con gruñidos - Vosotros estáis en nuestro territorio - Edward volvió su mirada hacia los lobos para la respuesta.

- Necesitan asegurarse de que no era Victoria - miro a la manda con una ceja levantada y luego Edward sigue leyendo la mente de los lobos - Y aunque sepan que no es Victoria no se fían de ella, ni con la anterior respuesta.

- No me interesa si os fiais de mi - hablo cruzándome de brazos, mirando sobre todo al lobo negro, que gruñe ante mi respuesta - Solo vine a ayudar a un viejo amigo - sonrío ligeramente - Aunque supongo que ahora tenemos que convivir - la manada gruñe hacia mi, pero no dan ningún paso al frente, ya que Emmett se asegura de cubrí la zona - Fuera del territorio Cullen, ya habéis visto lo que queríais ver.

- Dicen que se irán ahora - mire a Edward, que me observo de reojo, apretando los labios mientras pensaba si decirme lo siguiente - Y dice que te mantengas alejada de su manda - mire al lobo furiosa, sintiendo la sangre que no tenia hirviendo. Porque sabia a quien aplicaba esa norma.

- ¿Quién te crees?

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PD: ¿Cómo os ha parecido el primer capítulo? Espero que os haya gustado.
Como aviso planeo que esta no sea una historia muy larga y tengo pensado hacerle pocos capítulos. 

1/2 Maratón

Traducciones

1* a esos pequeños títeres

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭 𝐥𝐨𝐯𝐞  │𝐋𝐞𝐚𝐡 𝐂𝐥𝐞𝐚𝐫𝐰𝐚𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora