𝐓𝐨𝐝𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞

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18. Aeris

Salte y me senté en el borde de la ventana. El cuarto tenia la luz encendida, pero Leah estaba derrotada tirada sobre la cama, sin ni siquiera taparse con una manta. Aunque en verdad con su temperatura corporal era suficiente. 

Pase al interior pasando mis piernas primero y apoyando mis botas de tacón alto resonaron en la madera de su cuarto. Me quite el guante derecho con delicadeza y lo guarde en el interior de mi bolsillo. Luego acerque mi mano a su cara, acariciando los mechones de su pelo.

Ella jadeo despertándose y agarro mi muñeca, sorprendida. Luego se fijo en mi y se tranquilizo, soltándome poco a poco y sobándose los ojos hasta sentarse en la cama. Mientras yo la observaba  con una sonrisa.

- ¿Te he despertado? - cierro la ventana y vuelvo hacia la cama, quitándome el otro guante. Como últimamente le gustaba tenerme a Leah.

- Si - murmuro y luego me miro adormilada, pensando - ¿Qué haces aquí? - sonreí y acariciando su hombro la guíe para que se apoyara en la almohada. Ella hizo caso y se recostó sobre la almohada.

- Quería verte - me senté en el borde de la cama, acariciando su cara mientras me pierdo en sus expresiones - ¿Por que te has quedado dormida así? ¿Demasiado trabajo en la manada? - ella asiente y me mira mientras la acaricio.

- ¿Qué pasa? - la miro a los ojos y deje de acariciar su rostro. Leah me miraba con el ceño fruncido - Te pasa algo, estas tensa - coloque mis manos en mi regazo sin apartar la mirada de ella - Y no es por lo guantes, ya te has acostumbrado, aparte también te gusta.

- No pasa nada, no te preocupes - Leah miro hacia la ventana y mi posición retraída. Que sin querer había mantenido cuando de normal estaría todo lo pegada a ella que pudiera - ¿Vale? - le susurre volviendo a acercar mi mano a ella.

- No, no es eso - Leah agarro mi mano entre la suya, entrelazando mis dedos mientras me miraba acercándose a mi. Dejando de recostarse en la almohada - Has cerrado la ventana, estas alejada, solo mirándome ¿Qué pasa?

Acaricie su mano con mi pulgar con una débil sonrisa.
Me preguntaba desde cuando me había vuelto tan fácil de leer para ella, en aquellos pocos días. Le echaría la culpa a esa conexión mística, y no al que siempre corría hacia ella, buscando cariño y atención, como un perro callejero.

- Tengo muchas cosas que me atormenta, demasiados años con vida - ella me miro ligeramente preocupada, estrechando los ojos - Pero no son cosas para molestarte - le susurro y me tumbo a su lado, apoyando mis manso en mi abdomen y mirándola de lado - Duerme, estas cansada.

Ella se tumbo a mi lado, aunque probablemente se estuviera comiendo a si misma en sus pensamientos. Me miraba con una intensidad diferente. No era un incitadora a lanzarme sobre ella o una para besarla sin parar. Era mas una para mirarla sin parar.

Se apoyo en mi pecho y cerro los ojos dejando el tema a un lado, disfrutando mi manos desnudas en su cabellera. Mire el interruptor alado de la puerta y suspire, mire el suelo y agarrando una zapatilla de casa de Leah la lance contra el interruptor y lo rompí sin querer.
Jadee sorprendida y se escapo el inicio de una risa.

- Aeris - se quejo Leah entre susurros saliendo de mi pecho y mirando el interruptor. Aprete mis labios aguantándome la risa y mire a Leah - No hace gracia, eso ahora tengo que arreglarlo - volví a tumbarla sobre mi pecho mientras temblaba para no reírme.

- Yo te lo pago, no te preocupes - ella gruño molesta, pero se dejo recorta en mi pecho mientras yo me calmaba e intentaba seguir un ritmo lento y tranquilo - Lo siento, no controle la fuerza, solo quería apagar la luz - se me escapo la risa de nuevo y luego no pude parar.

- No te rías - Leah apoyo sus brazos a mis costados mientras yo intento parar de reír. Leah sonríe, y puedo notar que se esta aguantando la risa - Aeris - me reclama haciéndome reír mas, provocando que ella no se aguante mas la risa.

Se termina recostando sobre mi, riendo a mi lado, hasta que nos cansamos o la situación deja de ser divertida. Ella me mira sonriendo y yo aparto un mechón de su pelo, dejándolo detrás de su oreja.

- Hacia tiempo que no me reía así - Leah acaricio la tela de mi camisa mientras me escuchaba hablar - No se que me has hecho, Leah - se levanto de mi pecho y mis manso cayeron a mis costados, mirándola.

Con una sonrisa agarro mi rostro con cuidado y vuelvo a atrapar sus labios cuando los separa de mi. Pase mis brazos por detrás de su cabeza, acariciando su cuello mientras la atrapo para que no pueda alejarse de mi fácilmente. 

Leah posa una mano a mi costado, apoyándose para luego posar la otra en mi abdomen. Acariciando los botones de mi camisa negra, como si estuviera provocándolos o advirtiéndoles que los quiere abrir.

La atraigo mas hacia mi y luego rápidamente me coloco encima, a una velocidad sobrenatural. Leah suelta una risilla coqueta y agarra los bordes de mi camisa, pegándome mas a su cuerpo. Sonrío y vuelvo a besarla mientras ella desabotona poco a poco mis botones.

Tiro de los bordes de su camisa de tirantes y luego la tumbo sobre mi, entre risas roces y sintiendo mi espalda rozar con las sabanas de su cama. Mientras ambas estamos desnudas de cintura para arriba me importa poco el tema de Dalia. O cualquier otra cosa que pueda cruzar mi mente que no sea Leah y sus pechos.

Mientras Leah estaba apoyada sobre mi pecho desnudo acaricié su espalda y su cabello

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Mientras Leah estaba apoyada sobre mi pecho desnudo acaricié su espalda y su cabello. Su respiración era tranquila y calmada mientras dormía sobre mi. 
Volví a arreglar la sabana, colocándola sobre sus hombros y seguí acariciándola. 

Todo lo que me hacia sentir, todas esas emociones chocaban en mi interior constantemente. Me hacia sentir viva, como si mi pecho pudiera latir como en aquel ultimo día de verano. 
Que pese a todo el tiempo que había pasado desde ese entonces el latido de mi corazón me acompañaba en mi memoria, latiendo cuando me encontraba a solas en la noche. 

Apoye mi mano en la espalda de Leah, justo encima de su corazón y cerré los ojos, disfrutando de sus latidos. Disfrutando de su vida y de su calidez.

 Disfrutando de su vida y de su calidez

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- 1175 palabras - 

PD: ¡Nuevo capítulo! Últimamente quiero intentar por lo menos actualizar un capítulo de esta historia al día, para intentar terminarla antes de que los exámenes se pongas a la hora del día.
Ya que pronto comienzo las clases :(

Espero que os haya gustado <3

𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭 𝐥𝐨𝐯𝐞  │𝐋𝐞𝐚𝐡 𝐂𝐥𝐞𝐚𝐫𝐰𝐚𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora