→Cap 31 ; ❀

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Chaeyoung se sentía un poco somnolienta, pero por fin había podido abrir los ojos, la poca luz que había allí hizo que la sintiera de golpe en sus ojos, pero con un par de parpadeos más pudo despertar perfectamente,y demonios, podía sentir un dolor en su vientre, se incorporó levemente llamando la atención de Mina.

— Chae..? —habló Mina para después tomar una de las manos de la menor.

Todo había sucedido de prisa, Mina había salido de emergencia a comprar algún refresco con sabor a durazno, pues a Chaeyoung decía que se le había antojado uno, para después de apenas poner un pie en la dichosa tienda para comprarlo, recibir una llamada de parte de la menor que se encontraba demasiado nerviosa y temerosa debido a que sentía las primeras contracciones y se le había roto la fuente, y eso sí que había alarmado a Mina de inmediato.

No dudó ni un solo segundo en salir corriendo de regreso al edificio de apartamentos en dónde Chaeyoung se encontraba, y cuando la encontró prácticamente sudando y como sufría con aquellos dolores, de inmediato llamó a una ambulancia, por supuesto ayudó a la coreana a llegar a la planta baja para poder esperar por la ambulancia, que las había llevado al hospital más cercano y por fin había llegado el día del nacimiento.

Mina jamás hubiera imaginado que Chaeyoung se supiera más blasfemias de las que imaginaba, y es que en verdad las contracciones dolían como el infierno, aún así se le aplicó una cesárea para evitar problemas en ella.

Y cuando casi iban a iniciar con el primer corte, Chaeyoung se había desmayado, los signos eran vitales, pero Mina había entrado en histeria al ver que Chaeyoung prácticamente había dejado de moverse, casi estaba a punto de atacar a uno de los médicos, pero al escuchar que los signos de la menor estaban estables pudo conservar la calma, y pudo observar al bebé.

Ahora estaban esperando a que Chaeyoung despertara, a pesar de que le habían dicho a Mina que podía tenerlo en sus brazos, no quería, lo que ella quería era que Chaeyoung lo viera, y que juntas estuvieran con el pequeño.

Chaeyoung se removió un poco y se incorporó un poco más a pesar del poco dolor que sentía y por fin logró sentarse en su camilla.

— Ya despertó —mencionó Mina en voz alta, Chaeyoung no entendía el por qué, pero al ver a una de las enfermeras cerca salir corriendo de inmediato, supo el por qué de aquel tono de voz más alto—, ¿cómo te sientes?

— Como si me hubieran aplastado — Mina soltó una suave risa por el comentario —El bebé... ¿en dónde está?

— Tranquila, te desmayaste durante la cesárea, pero... el pequeño está bien.

— Aquí tienen, felicidades— ambas voltearon a ver hacia la puerta, una enfermera se acercó a ellas con un bebé en sus brazos, Chaeyoung no dudó en recibirlo y en sonreír al poder apreciarlo, sus ojos estaba un poco abiertos.

— Gracias — dijo Chaeyoung a lo que la enfermera dio un asentimiento para disponerse a salir, dejando a la pareja— Es hermoso...

Mina le dio un pequeño beso sobre la cabeza a la menor, Chaeyoung por inercia se recargó en el pecho de la alfa que estaba abrazándola mientras ambas veían al bebé.

—¿Pensaste en un nombre? — Chaeyoung negó lentamente, había estado ocupada y ni siquiera en un nombre se había quedado a pensar para el pequeño.

— ¿Tienes alguno? — preguntó Chaeyoung sin dejar de ver al bebé.

— No lo sé, ¿ChanYeol? — Chaeyoung sonrió al escuchar eso-. ¿Chaeyoung segundo?

— No — dijo entre risas, apretó sus labios formando una línea y suspiró — ¿Jihoon?

— ¿Jihoon?— meditó un poco el nombre — No suena mal, que su nombre sea Jihoon.

Chaeyoung sonrió al escuchar eso, bueno, el pequeño Jihoon ahora estaba en sus brazos y Son podía sentirse feliz, de alguna forma los recuerdos de todo lo que había ocurrido le habían llegado en cámara lenta, pasando como una película que parecía ser interminable, aquellas noches en las que se la pasaba llorando, aquellos recuerdos tristes sobre su anterior pareja, y luego, estaban los que había pasado con Mina, la necesidad de conocerla, cuando por fin se decidió a conocerla, los momentos que pasaban juntas, las muestras de apoyo de parte de ella, el primer regalo de ambas, y el primer beso robado, las palabras y situaciones en las que juntas lograron estar felices.

Quizás Chaeyoung en un principio pensó que todo se vería siempre desmoronado en su vida, quizás hubo un tiempo en que pensó que moriría por la depresión en su corazón, pero el destino le había entregado a Mina, quien era una oportunidad más de comprender el verdadero sentimiento del amor, y que le había enseñado a quererse sin importa lo que los demás le dijeran, y ella había aprendido a amar gracias a ella, le había ayudado mucho, una grandiosa mujer.

Chaeyoung se había dado cuenta, que a pesar de que las nubes estuvieran inundando el cielo de ese color gris y que pareciera que jamás se iría, siempre habría algún día en que el sol logrará iluminar su entorno y que el viento despejaría el cielo para mostrarle una mañana brillante, tal y como Mina había hecho.

Lazo Roto | Michaeng (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora