Darkside

Capítulo 5

Héctor Helio había estado deseando que el día terminase incluso antes de salir de casa. Se encontraba muy agotado por todo el trabajo que había tenido el día anterior, pero por suerte, el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, solo un pequeño esfuerzo unos días más y por fin podría descansar.

Cuando había terminado una de las rutas que realizaba como guía turístico, mientras se dirigía de regreso a la asociación, se vio obligado a detenerse cuando presenció un accidente automovilístico en una de más calles de la ciudad. "Menuda suerte" pensó. Leila Mudller le había llamado la noche anterior para contarle que tenía algo especial que enseñarle hoy, además le había comentado que le había escogido para ser el "compañero" de un nuevo voluntario que había entrado a trabajar en la asociación hacía poco. Al menos, la chica lo comprendió cuando la llamó para decirle que llegaría tarde, sin embargo, lo que jamás habría esperado es encontrarse con esa persona al llegar finalmente al trabajo ya entrada la tarde.

Héctor llevaba años sin pensar en el FFI, solo recordaba de vez en cuando a sus antiguos compañeros de equipo y a sus antiguos rivales, pero realmente nunca pensó que volvería a ver a sus rivales extranjeros. Por eso le sorprendió tanto encontrarse cara a cara con Paolo Bianchi, el ex capitán de Orfeo.

Lo que estaba claro, por la expresión que puso, es que el italiano tampoco se esperaba encontrarse con él.
Al parecer, a Leila se le había ocurrido la idea de reunirlos para intentar que se reencontrasen y que, con suerte, surgiera una amistad entre ellos. 
Los primeros minutos que compartieron juntos resultaron un tanto incómodos, ninguno de los dos sabía qué se suponía que debían decir o hacer, aunque poco a poco fueron rompiendo el hielo.
Tomaron un café en el comedor de la asociación, mientras compartían algunas palabras acerca de cómo había ido su vida desde la última vez que se habían visto hacía ya muchos años. Hablaron también sobre el trabajo que realizaban en la asociación, el tiempo que llevaban ahí, y de más.

En un momento dado, decidieron salir del lugar para poder seguir poniéndose al día, por lo que acordaron pasear por el centro de la ciudad.

Quizás no era tan descabellado pensar que podrían llegar a ser amigos, después de todo.

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-Y esta fue la zona de la ciudad que quedó más afectada después de la guerra, en uno de los edificios más importantes se secuestró a aproximadamente 50 personas y todas ellas fueron asesinadas a balazos una a una.

Ambos futbolistas caminaban por las calles de la ciudad de Kinsasa mientras el más alto le explicaba al italiano algo de historia de la ciudad, quien le escuchaba atentamente, fascinado y interesado por conocer todo lo que pudiera.

-Perdona, creo que me estoy comportando como un guía.

-No, no. Sigue porfavor. No sabía que esta ciudad pudiera ocultar una historia tan interesante, se nota que sabes del tema.

-Después de varios años realizando la misma ruta en cuatro idiomas diferentes he descubierto los mejores métodos para que la explicación de la historia resulte lo más interesante posible. 

Continuaron paseando por el lugar, dando la oportunidad de que Paolo conociera algunos lugares que aún no había visto en los días que llevaban allí.
Cuando finalmente se cansaron de caminar, decidieron sentarse en el banco de un parque a conversar.

-Así que, ¿Habeis venido para ayudar a la gente de la asociación?

-Pues sí. Mi tío es el director de la empresa de nuestra familia y suele realizar este tipo de acciones. Él es una gran persona, no le gusta limitarse a donar algo de dinero para ayudar, prefiere aportar algo más a parte de eso. Siempre que puede, se va de viaje a conocer mundo mientras ayuda a las personas que más lo necesitan. Y siempre que yo puedo, viajo con él. A los dos nos apasiona hacer esto, podemos visitar ciudades preciosas del mundo, conocer a gente nueva, y sobretodo colaborar con otras personas.