26 - Sunhye

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—Waaaa, hoy te vez demasiado bien, Susu —Hobi me sonrió de la manera más linda que podía existir, y hoy, que yo me sentía más radiante que nunca, era imposible no devolverle la hermosa sonrisa de la misma manera, aunque a mi, Hoseok siempre me hacía sonreír incluso en los peores momentos.

—¿Si? Yo también me siento demasiado bien —dije, sentándome en la barra como siempre, solo para charlar un poco con mi amigo.

—¿Pasó algo especial? ¿Namjoon te hizo un aumento? Si es así, reclamaré el mío —frunció su ceño con un enojo fingido, porque Hobi nunca se enojaba con nadie.

—Has sido y siempre serás el empleado del mes, Hobi —le señalé y él me sonrió levantando las cejas repetidas veces, y aquello me hizo soltar una carcajada —Pasó algo especial, sí —admití, aunque claramente no era el momento para dar detalles al respecto.

Aunque estuviera extremadamente feliz, porque me reconcilié con Jungkook, pasé la noche en su casa, dormí con él en su cama, desayunamos juntos como una pareja, no sabía aún si realmente lo éramos, ambos habíamos admitido que nos gustábamos, pero no habíamos hablado sobre una posible relación y en todo caso, si eso pasara, tendría que pensármelo, porque aunque Jungkook fuera un chico que hasta el momento no había revelado que le disgustara mi trabajo extra, o sea, el de ser puta, no creo que le divirtiese que su novia se esté acostando con hombres continuamente, y yo no estaba tan segura de querer dejar esa vida, porque me gustaba mucho Jungkook, y tal vez podía admitir que algo mucho más fuerte también sentía por él, pero mi trabajo era algo que yo había escogido porque quería, yo había tenido la oportunidad de dejarlo cuando comencé a tener éxito en el club con los bailes de Pole dance, pero no lo dejé, y no me desagradaba, que era lo más raro.

Por lo que tener una relación con Jungkook llevaría una larga charla sobre los pro y los contra.

—Mmm... Es la típica cara que pone una adolescente cuando su crush le pasa por delante, así que ya me dirás tú, si ese "algo especial' tiene que ver —me mordí el labio y miré hacia otro lado durante un rato, haciéndome la pensativa.

¿Porqué hoy me sentía tan guapa? El espejo que había junto a la escalera que daba a las habitaciones parecía tener Photoshoot incluido, porque me veía muy bien.

O solo era idea mía.

—Tal vez, puede ser, a lo mejor —valaceé mi cabeza hacia distintos lados sonriendo con picardía.

Hoseok dejó estruendosamente el vaso que estaba limpiando y se colocó con los codos en la barra, inclinado hacia mi y su rostro entre sus manos para prestarme la mayor atención del mundo.

—¿Quién es el afortunado? Ya te estabas tardando en sentar cabeza —indagó con curiosidad y a mi la sonrisa no se me desaparecía del rostro.

¿Era normal estar tan feliz? Solo había dormido con él.

—Es... Especial, digamos, nos estamos conociendo aún, pero es muy dulce, muy bueno, y súper guapo —dije, dibujando con mi uña encima de la madera de la barra, entretenida e imaginándome a Jungkook en mi cabeza.

Su sonrisa de conejo con los costados arrugados, sus incisivos mayores, sus ojos de Bambi, sus labios pequeños, su cabello largo y suave como tocar seda, su cuerpo frondoso, fuerte y escultural, sus tatuajes... Jungkook era más que guapo, la palabra se le quedaba incluso corta. Y no solo estaba el físico, que podía ver cada vez que quisiera, incluso en una foto, sino también su personalidad, el ser callado la mayoría de las veces, el expresar miles de cosas indescifrables con solo mirarlo a los ojos, las estrellas que poseía en ellos, la manera de ser tan atento, tan dulce, tan cariñoso hasta a veces un poco empalagoso, sinvergüenza y con dotes de narrador de cuento, sus gustos extraños y sin razón y la manera tan asombrosa con la que miraba todo, aprendía rápido y era bueno en todo, incluso cuando me había dicho que era virgen, me había demostrado que eso solo era un impedimento en su cabeza.

Cockiness › jjk✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora