CAPITULO 6

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Surat, no estoy diciendo que no entiendo su posición, — dijo Boonsak Suppasit mientras se paseaba alrededor de la oficina de su hijo, el teléfono en altavoz, en medio del escritorio de Mew. — Pero si usted no puede controlar a su sobrino y él hace un lio en mi territorio, voy a hacerle responsable, ya sea que lo destierres o no. Simplemente decir que él ya no forma parte de su manada no funciona conmigo, porque él es su sangre, y si usted no puede manejar a su propia familia, entonces no tienes nada que hacer como alfa.

Puedo manejar a los míos. — Piya Surat espetó. — Y no me gusta su tono.

No me gusta su incapacidad para controlar a uno de manada. Usted está tan lejos de la situación, que no supo que su sobrino era homosexual y que buscaba activamente una relación con un hombre, hasta que fue informado. No creo ni por un minuto que el Dr. Kanawut fuera el primer hombre que llamó la atención de su sobrino.

¿Y usted lo habría hecho mejor? — Surat exigió.

Mi hijo es gay. Lo he sabido desde que tenía trece años. Lo supe antes de que él se lo admitiese a sí mismo, así que sí, yo hice las cosas mejor. Sé los pormenores de todas las personas en mi manada, desde las seis semanas de vida hasta los setenta años. Sé a quién aman, a quién odian, y todo lo demás. Ese es mi trabajo. Les mantengo a salvo. Hago mi parte para mantener a nuestra especie segura, y son personas como usted, y específicamente como su sobrino, los que ponen en peligro a todos nosotros. Él acecha a un ser humano, uno con dinero, inteligencia, y la habilidad para probar más allá de una sombra de duda, que existimos. El hombre ha tenido a más de uno de nosotros en una mesa de operaciones, y usted lo sabe. Tiene suerte de que él fue a usted con sus quejas en lugar de ir a la policía. Imagine a la policía en su negocio, Surat. Y eso pudo haber ocurrido si el Dr. Blake no hubiera elegido conservar su negocio dentro de su manada.

¿Qué quiere que yo haga? — Surat le preguntó en tono brusco.

Manténgalo en línea y asegúrese de que él sabe que no es bienvenido en Chiang Mai. Si él aparece aquí, conseguirá ser mutilado de por vida y eso en caso de que no lo maten en el acto. Entonces le puede explicar a su hermano que dejo que a su hijo lo mataran, porque él no pudo manejar el rechazo.

No sé dónde está, — Surat admitió. — Empezare a buscarlo. Es todo lo que le puedo prometer en este punto. Si él ya está allí... sería un favor para mí, si usted lo enviaría a casa ileso.

No puedo darle en absoluto, ninguna garantía. El Dr. Kanawut tiene varias armas en su casa, y él está en una posición única, sabe exactamente qué tan peligrosos somos nosotros. Por otro lado, él no está en mi manada y ha dejado lo suficientemente claro que de ninguna manera soy su jefe.

Surat bufó. — Conocí al hombre, Suppasit, no me está diciendo ninguna mierda que no sepa. Le llamé marica ¿y sabe lo que me dijo? Me dijo que la primera cosa que notó acerca de que nuestra clase, es que morimos tan fácilmente como un humano. — Él hizo una pausa. — No hay necesidad de involucrar a Worranit en este desorden.

No puedo prometerle nada y usted lo sabe, — Boonsak le advirtió. — No voy a ignorar al alfa de Bangkok, si quiere información acerca de su falta de control sobre su manada.

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LA LEY DE LA MANADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora