Capitulo 12

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Capitulo 12

Draco, detrás de la imagen de Lady D, se había sorprendido cuando a mitad de su show, una fuerte carcajada llamó su atención encontrándose con que el dueño no era nadie más que su reciente prestamista, Viktor. El corpulento hombre, se veía más joven y menos intimidante durante el resto del show, doblándose de la risa y secándose las lagrimas. Draco, había disfrutado aquella demostración como si fuera la comida que lo sostenía vivo. Había invitado a Viktor, esperando darle minutos de risa, lograrlo era mucho más que el pago económico.

Como pocas veces hacia, bajo del escenario al terminar el show y se encamino hasta la mesa del prestamista, que ocupaba en soledad, en uno de los rincones del lugar, este lo recibió con una sonrisa.

—De todo el show, lo que más me ha sorprendido es tu gran equilibrio para mantenerse sobre eso tacones... sinceramente, desde el primer minuto espere que caigas—confesó Viktor haciéndolo reír.

—Sí, suele pasar, es decepcionante que el show termine y el momento no llegue.

—Tienes que considerar aplicarlo, para satisfacer ese capricho.

—Lo guardo para cuando los buenos chistes se termine—bromeó—. Fuera de chiste, es la incógnita de muchas mujeres, lo más envidiable.

—Yo envidio esa resistencia. Imagino que tomo mucha práctica.

—Y caídas, he tenido cada una, en una ocasión termine con la rodilla abierta, sin contar los innumerables moretones—comentó riendo al recordarlos.

—Sin duda no parece fácil, nada, desde los tacos al maquillaje... y lograr tantas risas, no dudo que sea arte lo que dejas en ese escenario—elogió con sinceridad.

—Gracias, sin duda ha tomado años lograr todo esto, es lindo saber que es reconocido.

—De la falla viene el éxito, se dice.

—Y he tenido muchos... ¿sabes lo difícil que es maquillar? Súmale eso hacerlo en tu propia cara—bufó.

—No quiero imaginar los primeros intentos... ¿Se reían del solo maquillaje?

—No, para cuando comencé con esto ya sabía defenderme en el maquillaje. Pero...—lo pensó un momento—la primera vez que intente delinearme el ojo con un delineador líquido, termine con todo el ojo negro donde debería ser blanco—ambos se echaron a reír—. Ahora suena gracioso, pero con catorce años, yo creía que me quedaría así el ojo y no sabía qué hacer—las risas crecieron por parte de Viktor.

—Como dije, del fallo se llega al éxito.

—Yo veo eso como la estupidez e inexperiencia adolescente.

—Todos la tuvimos, la primera vez que me afeite termine en la sala de primeros auxilios, con mi madre sosteniendo toallas contra mi media mejilla sin piel.

— ¿Te arrancaste la piel?

—Mi padre dijo que era como usar un chuchillo y eso cortaría los pelos, me metí al baño preocupado por como dolería, intente preguntar y el dijo "se hombre", entonces yo pensé que el dolor venia con crecer y tenía que soportarlo, no te rías, tenía nueve años—se quejó ante la carcajada de Draco—. Estúpidamente, creí que si era como un cuchillo, debía cortar el borde de la piel para que se vayan los pelos.

—Si he de confesar anécdotas de la infancia, cuando tenía trece intente tener las cejas de mi hermana, iba bien la cosa, afeite lo necesario, entonces me tembló la muñeca y saque la mitad de una, quise afinar más la otra para disimular y termine sacándola completamente. Aterrado, termine afeitándome toda la frente, pensando que si era como la barba de papá, en la mañana siguiente estarían creciendo de nuevo, en la mañana lo olvide y mamá grito espantada al verme—compartieron una estruendosa carcajada, la primera señal de confianza en una amistad que comenzaba a nacer.

Lady DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora