Capitulo 32

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Capitulo 32

Neville, miró la pantalla de su celular por quinta vez en los últimos diez minutos, sentado sobre la cama, en la oscuridad de su habitación, volvió a abrir los contactos y tocó el nombre de Viktor abriendo el contacto, pero volvió al inicio y cerró la ventana antes de apretar el teléfono a un lado que lo llevaba a llamarlo. Apretó los dientes con fuerza, bufó, volvió a mirar la pantalla y esta vez no movió sus dedos, se mantuvo pensativo, recordando. La tarde del domingo ya había pasado, y debido a que tuvo tiempo libre, recordó cada hora a Viktor, la discusión y la distancia que tomó este desde entonces, no lo había visto en días, ni siquiera había ido a hacer sus rutinas en el gimnasio, realmente lo dejo a su elección, sin si quiera presionarlo a que lo llame, "divirtiéndose en su soltería", le había dicho.

Si las cosas hubieran sido de otra manera, si no habría aceptado el beso de Oliver y correspondido con tanto ímpetu, sabía que ahora estarían bien con Viktor, que seguramente estaría en su casa, con la pared de la sala de estar pintada, con ellos teniendo sexo o al menos besos. Abrió la aplicación de mensajes, comenzó a escribir en el chat de Viktor: "Si tengo que serte sincero, no sé porque lo he besado, quizás estaba borracho, solo estaba bailando, de pronto me beso y yo, si, correspondí con gusto. Pero cuando lo pienso, ahora, con la mente clara y después de unos días, no sé porque lo hice", meditó en si debía enviar o no el mensaje, pero este se leía algo ambiguo en explicación y decidió borrarlo, apretó sobre el botón de borrar, miró las siluetas de la oscuridad de su cuerpo que se formaban por la luces de la calle que se filtraban por las cortinas dentro de la habitación, volvió a mirar el celular, para comprobar que terminó de borrarse el mensaje, pero este se había enviado y Viktor lo acababa de leer.

Arrojó con miedo el celular a la cama y se puso de pie, saltando como si sus pies tocaran fuego, maldijo, arrojo almohadas al aparato tecnológico y se tiró de los cabellos antes de notar, desde algunos metros de distancia, que parecía haber una respuesta bajo su mensaje. Con temor, como si de una bomba a punto de estallar se tratase, volvió a sentarse en la cama y tomó el celular para leer.

¿Qué esperas que te diga? Porque que quieras o no besarlo, no quita que lo hayas hecho y eso es lo que menos me importa. Yo, sigo siendo el idiota que entendió mal las cosas cuando solo éramos amigos. Por lo que si sigue siendo así para ti, no tienes porque darme explicaciones, puedes besarte con medio club, que no debe importarme.

Pero... ¿te importa?

Sabía que su pregunta como respuesta era un poco egoísta, debido a que ignoró las de él y tomó lo último, pero no le importo.

No debería... ¿Qué quieres, Neville? ¿Me hablas solo para recordarme lo estúpido que fui? Gracias por el recordatorio, que tengas buenas noches.

No quise enviarte ese mensaje, fue un error, solo estaba pensando que decirte y se envió por error.

¿Y qué era lo que querías decirme?

Todavía no lo sé, sigo pensándolo.

Buenas noches, Neville.

Oh, vamos, no seas así.

No puedo quedarme toda la noche hablando con un amigo, tengo trabajo mañana.

¡Que estaba borracho!

Buenas noches.

El enojo, por la cortante respuesta de Viktor, lo hizo tomar valentía, ya que sin pensarlo apretó el teléfono que lo llevaba a llamar al hombre.

— ¿Qué quieres? Estoy por dormir.

—Ni siquiera me gusta Oliver, ¿sí? Ni siquiera me gusto tanto tener sexo con él y ni hablar de besarlo.

Lady DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora