¡𝗙Ú𝗧𝗕𝗢𝗟 𝗦𝗛𝗜𝗣𝗦! ── one shots.

paredes & dybala.

Mejor acepta que me extrañaste.

──Ni en pedo. ──Mentira, Paulo no pudo dejar de contar los días para pasar la semana en casa de Leandro, su novio.

¿Entonces por qué parece que planeaste todo con anticipación? ── Paredes señaló el equipaje con una juguetona risa. ──Amor, qué es ese bolso, no te vas a quedar un año entero.

Al menos soy responsable con mis cosas, no como otros. ──El centrocampista cerró su boca y quien reía ahora era Dylaba. ¿Hasta cuando le seguiría sacando en cara que se le había quedado una de sus maletas en el aeropuerto?

Además, ¿qué pasa si me quiero quedar un año entero contigo? ──Añadió el más bajo mientras fruncía el ceño y Paredes corrió a acurrucarlo en sus brazos.

Nada, no pasaría absolutamente nada porque disfruto mucho que te quedes conmigo. ──El semblante de Paulo se relajó al recibir un pico por parte de su chico, correspondiéndole con una plena sonrisa. ──Paulito... ya que estamos, ¿nos bañamos juntos?

El de ojos azulados sonrió con algo de emoción por la idea repentina. Ni siquiera lo había mal pensado, en serio quería aprovechar cada segundo con el mayor.

Dybala arqueó una ceja. Este dudó por unos segundos pero al ver cómo el hombre le hacía ojitos, accedió sonriente. ──Está bien.

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El más alto de ambos modificaba el agua caliente de la ducha. Buscaba una temperatura tibia, sabía que a su pequeño novio le gustaba una intermedia.

Paulo se quitó la camisa frente al espejo del lindo baño y la dejó doblada por ahí, lo mismo sería con el resto de su ropa.

Se adentró en la regadera con Paredes y de inmediato lo abrazó desde su formada espalda, disfrutando las pequeñas gotitas cayendo con fuerza sobre las dos pieles desnudas.

Leandro, te amo y no tienes una idea de cuánto. ──El delantero lo abrazó con un poco más de fuerza. Paredes volteó y tomó de sus mejillas al más bajo, de esa forma dejó un corto beso sobre sus labios.

──Me hiciste muchísima falta. ──Respondió el menor y sus ojos conectaron por unos segundos, obviamente era mutuo aquel sentimiento. Dybala demostró un poco más de amor con otro beso, esta vez más duradero.

Las manos de Paredes bajaron hasta la cintura de su novio, amaba el cuerpo ajeno.

Era imposible que no pasara algo en esta ducha, ninguno podía evitar desear el cuerpo contrario cada que este estaba descubierto, sobre todo el delantero.

Leandro tomó poco a poco la dominación del beso, el más bajo se dejó mientras pasaba sus manos por la mojada espalda de su novio y el centrocampista deslizó las suyas hasta los glúteos de Paulo. Los apretó con fuerza e hizo que el portador de ellos se quejara en medio de la unión que tenían sus labios.

El mayor se arrodilló ante el tatuado hombre en un abrir y cerrar de ojos, y este con un poco de sorpresa acarició el cabello del delantero. Los mimos también bajaron hasta la mandíbula contraria, en ese momento la mano de Dybala rodeó una parte del miembro frente a él.

Hacia movimientos repetitivos con su muñeca para masturbar a Leandro y lograr, como siempre, admirar esas expresiones de placer.

El más alto se estremeció un poco, también se le escapó un suspiro evaporado. Paulo dejó varia lamidas en la punta y el contrario tomó con firmeza sus mechones de cabello.

El ojiazul gimió, la caliente boca del mayor cubría todo su glande y ni hablar de los húmedos sonidos que esto provocaba, todo era tan estimulante para él. ──Lo haces muy bien...

El delantero siempre se lucía con su novio, era imposible que no lo hiciera bien.

Dybala succionaba la dura intimidad, viendo fijamente al jadeante Leandro por ratos. Pasaba esta por dentro de sus mejillas, la embarraba con su baba e incluso, su lengua llegó a tocar los testículos contrarios.

Claramente tenía a Paredes extasiado, soltando esos gemidos placenteros que animaban aún más al mayor.

Una de las manos de Paulo se sostenía de los muslos frente a él, la otra masturbaba su propio miembro. Empezaría a cabecear contra el pene de Leandro con más rapidez, su mano tampoco se quedaba atrás con la paja que se estaba metiendo.

El centrocampista jadeaba agitado, si su punta seguía sintiendo el tacto de golpear constantemente la garganta contraria, si seguía escuchando las lascivas succiones del más bajo, si seguía mirándolo de esa forma...

Leandro acabó. Su orgasmo embarcó la boca de su novio y este tragó los hijos del menor, sin problemas.

La joya hizo pequeños golpecitos sobre sus labios con el pene entre sus manos antes de soltarlo. Él también acabaría en segundos, la imagen de Paredes lo hizo venir con tan solo unos simples toques que se había dado él mismo.

El más alto se inclinó ante el hombre arrodillado y besó sus hinchados labios, parecía no importarle sentir el sabor de sus propios fluidos.

Paulo susurró un “te amo” en medio del beso y Leandro sonrió.

Te amo aún más, sos mío. ──Posó un pequeño pico en los labios del más pequeño y cargó su cuerpo, este se aferró al menor como un panda mientras dejaba pequeños besitos en su hombro.

Fue un muy buen inicio de semana.

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les traigo otro más corto sobre estos lindotes, no hubo mucho presupuesto.

¿recomendaciones para más ships?

bye bye! ♡

-Adi.