¡𝗙Ú𝗧𝗕𝗢𝗟 𝗦𝗛𝗜𝗣𝗦! ── one shots.

jude & haaland. ²

──¿Amor, qué forma le das a esa nube?

Parece un gato con un sombrero... es como tú. ──Erling mimaba el cabello de su novio mientras este señalaba algunas nubes que se podían ver desde el pequeño y cómodo sofá; las aprovechaba antes de que bajara el atardecer.

──¿Cómo yo? ¿por qué?

¿Por qué no? ──El noruego sonrió, Jude levantó su cabeza del regazo de su amado con el ceño fruncido. ──Eres tierno.

──Tú lo eres. ──Bellingham depositó un beso en los labios ajenos, recibiendo una manoseada
por parte de Haaland.

──Tampoco te pases con la confiancita.

Judie, estás en ropa interior y con sólo una camisa mía, en mi balcón y recostado en mis piernas... ¿quién es el de la confianza? ──El más alto devolvió el pico, sacando su mano de unos de los glúteos ajenos.

──Eso no es nada, tú eres mi novio. ──Jude hizo énfasis en lo penúltimo y Erling rió cálidamente.

Por suerte. ──El mayor tomó de las caderas al más pequeño, sentándolo sobre él.

Las mejillas de Bellingham tomaron un rojizo color, acto seguido se acostó sobre el fuerte pecho de su novio.

Haaland palmeó con ambas manos la parte trasera del moreno.

──Te amo mucho, ¿podemos estar juntos todo el tiempo?

──Lo estaremos, bebé Judie. ──Ese apodo era una enamorada corriente de energía para el británico.

Algunos besos llenaron el cuello de Erling, este último acariciaba la nuca de su pareja.

Jude mordió la piel contraria y el dueño de esta apretó fuertemente sus glúteos. El más bajo sonrió, repitiendo la acción. Esa era una zona bastante sensible para su novio y siempre sabía cómo aprovecharla.

¿Qué comes últimamente para estar así de tímido? ──Bromeó el rubio, estos últimos días su novio ha sido la persona más hormonal del mundo.

Y ni siquiera podía decir que era la gracia de la ovulación, ya que este era hombre.

──A ti.

Jude atrapó a su novio con sus labios, comiendo de estos lentamente. Erling mordió su inferior con fuerza, tampoco iría a negar que ante la mínima oportunidad ya estaba listo para volverse uno mismo con su novio.

Bellingham movió suavemente sus caderas sobre el regazo de su pareja, sus colmillos se estaban ya clavando contra la mandíbula de Haaland.

Su ropa no tardó demasiado tiempo en ser retirada. Jude sintió algo de vergüenza, pues el noruego lo estaba dejando en bolas literalmente al aire libre, nada quitaba que estaban en un balcón.

Sin embargo, estar entre los brazos del delantero le restaba importancia al problema. El moreno se entregaba completamente a él, estaba enamorado.

Haaland restregó su entrepierna cubierta con la tela de su short contra las partes sensibles de su novio más bajo, escuchando algunos gemidos por parte de este cada que su cavidad tocaba.

El mayor supo que era el momento de bajar su cierre o este iría a explotar, la erección que tenía bajo la tela era imposible de esconder. Además, unos pequeños golpecitos sobre su pecho le hacía saber que el británico quería algo más.

Algo diferente. Por eso, Jude depositó una lamida sobre los labios del más alto antes de gatear en dirección contraria, deslizándose por sus piernas para tener frente a frente aquella erección.

El de hebras rubias alzó sus cejas y acto seguido sonrió. Su mano acarició la mejilla ajena, su dedo recorrió la extensión de esta hasta llegar a su labio inferior cual también acarició con delicadeza.

──Muy bien, bebé... ──Ese mismo dedo también sería introducido en la húmeda boca. Un gruñido escapó de su boca en cuanto su pareja lo chupó y apretó su hinchada entrepierna.

El centrocampista recibió bastante bien el cumplido puesto que ya había remojado sus labios para abrazar la polla de Erling con estos. Lamió su glande, su mano diestra acarició los testículos frente a él con sutilidad.

Las expresiones de su pareja eran las mejores, le estremecía y arrugaba su ceño por el placer que se proporcionaba, su boca se abría y cerraba mientras que de esta salían graves gemidos, en su cuello se marcaba una vena y su respiración era bastante agitada.

Bellingham quería hacerlo terminar ahora más que nunca.

Gemidos como “Jude, por favor” “Mierda, Judie” inundaban la audición del mencionado, y esto solo lo incitaba más.

Su boca succionaba y bombeaba rápidamente la entrepierna frente a él, el balcón estaba impregnado con aquel húmedo y sucio sonido.

Haaland colocó una mano sobre la cabeza del pelinegro y usó una fuerza bastante poderosa para apresurarlo. El más joven sufrió algunas arcadas en el proceso, aquella punta estaba tocando fuertemente el final de su garganta hasta atragantarlo.

Apretó el tronco con fuerza, su lengua rodeó rápidamente el palpitante glande del noruego. Se deleitó al escuchar los desesperados jadeos, todos los músculos del mayor se presionaban como señal de un próximo orgasmo.

Erling perdió toda su resistencia y chorreó la lengua del centrocampista, este no se alejó y tragó mitad de este líquido sin pensarlo, la otra mitad escurría de sus labios.

Este último también le dió una corta palmada a la rosada intimidad entre sus manos cuando terminó.

El rubio se apresuró en tomar las mejillas del más bajo para así besar sus labios nuevamente, no le importaba para nada saborear su propio semen que se encontraba dentro de la boca ajena.

Jude acarició con su pulgar la punta de la entrepierna ajena, se encontraba bastante erecta aún.

──Ahora me toca a mí... ──Dijo el moreno, levantando sus cejas con una pícara sonrisa. De inmediato el noruego jaló de su brazo y cargó su cuerpo con el fin de levantarse del sofá y perderse en la oscuridad de la casa.

Los vecinos debían de estar bastante molestos pues siempre escuchaban una cama rechinar, ya sea en los pisos de abajo, arriba o al lado.

Pero no podían evitarlo, se amaban tanto que debían expresarlo de alguna manera.

Desde que Jude se abrió sexualmente con Haaland, todos los días tenían algo nuevo para aprender y que mejor que poniéndolo en práctica.

De hecho, ya habían roto una tabla que conformaba la cama y de la cual no se habían deshecho aún. Le habían hecho un lugar dentro del departamento, era un hecho histórico en su relación.

Y pensar que el británico ni siquiera podía decir la palabra con s frente a su novio los primeros tres meses.

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dedicado a erxling_, hermana tqmmm. 🤍

bye, bye! ♡
-Adi.