capitulo 28

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Íbamos ya de regreso a casa de los Choi, después de pasar prácticamente la mitad del día en los juegos de la heladería. 

Mi celular comenzó a sonar, escarbe en el desorden que había en mi bolsa hasta que lo localice. Era el número de mi casa.

— ¿Si?

—Señorita ______ — se escucho del otro lado de la línea —Su madre pregunta que a qué hora llegara.

—Dile que no llegare— conteste seria y note como Minho volteaba a verme y luego regresaba su mirada al camino —Dile que me quedare en casa de Onew — Lucí una de las encargadas de la casa tapo la bocina y escuche como le repetía mis palabras a mi madre quien apuesto todos mis vestidos a que estaba perdida en su laptop y hablando por su celular. 

—Dice que está bien que tenga cuidado— ahora necesitaba hablar con Onew.

Colgué y deje presionado el uno, que era la marcación rápida para Onew, lleve mi celular a mi oído.

*

¿Con esa facilidad la dejaban quedarse en casa de Onew? Se la había pasado todo el día fuera y porque simplemente no le apetecía llegar a su casa no lo hacía.

— ¿Onew? ¿Dónde estás?— dijo pasando una de sus manos por su cabello — ¿Me puedo quedar en tu casa hoy?— pregunto y volteé a verla, una sonrisa se coló por sus labios —Gracias— dijo entusiasmada —Ahorita nos vemos— presiono el botón rojo. Una vez más volteé a verla, ella también volteo y me sonrió arrugando la nariz. Regrese mi mirada al camino.

— ¿Y cuando vendrás de nuevo?— le pregunto Anna a ______ al momento que se despedía. 

—P-Pues... Yo— balbuceo y levanto su mirada buscando la mía —Pues cuando tú me invites— le dijo sonriente.

— ¡Ahora!— Anna comenzó a saltar —Quédate mas ¿Sí?

—Si dile Minho— me pidió Jared. 

—No niños— dijo con un tierno tono de voz —Es tarde, y mañana tienen colegio al igual yo— les explico pero era imposible hacerlos cambiar de opinión.

—Vayan adentro ya— les dije y ambos voltearon a verme ¿Tristes? 

—Está bien— dijeron al unisonó, ambos dieron un beso en la mejilla de ______ y caminaron enfilados hacia la casa.

—Bueno...— alargo caminando hacia su auto —Adiós Choi— ¿Qué? ¿Así nada más? ¡Mierda! ¡Eso es! ¡Eso es lo que precisamente odio de ella! En un momento es una y a los pocos minutos ya es otra. 

Camine detrás de ella y cuando intento abrir la puerta puse mi brazo y volví a cerrarla. 

— ¿Se puede saber que haces?— pregunto dándose la media vuelta.

—No dejare que te vayas— dije firmemente acorralándola poniendo mis brazos a sus costados, ella abrió sus ojos como platos —No hasta que me prometas que no saldrás con Taylor.

— ¿Y por qué habría de prometerte eso?— frunció el ceño — ¿A ti que te importa si salgo con él o no?

—Solo no quiero que salgas con él— ni siquiera yo sabía el por qué de mi petición.

— ¿Celos?— pregunto tratando de provocarme, no le diría lo que quería escuchar.

—Sabes de sobra que no.

—Lo que yo sé es que te mueres de celos de que salga con Taylor pero no tienes el suficiente valor para decirlo— te está provocando Minho, no caigas — ¿Lo ves?— sonrió macabramente — Te gusto...— subió sus manos lentamente por mi pecho hasta mi cuello —Incluso se que crees que soy linda— gracias Anna.

Tu y Yo minho y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora