Tu y Yo minho y tu

capitulo 34

—Estás loca si crees que te dejare ir de aquí si no es a tu casa— le dije abrazándola de nuevo. Era alarmante verla así, tan indefensa, tan vulnerable.

—Minho de verdad solo será por hoy— dijo en un hilo de voz.

—Está bien, pasa— no quería molestarla, pero si no es para regresar a su casa que ni se le ocurriera irse.

—Gracias— dijo abrazándome con fuerza —Iré por algo de ropa al auto— aun con voz nasal me soltó y se dio la media vuelta.

—No— le dije deteniéndola —Sube, si quieres date una ducha y yo bajo tu ropa— asintió con la cabeza.

*

Me sentía tan estúpida, pero de verdad no quería estar sola... aun mas sola. Tan siquiera Minho, Anna y Jared me hacían sentir querida. 

Subí las escaleras por una orilla y que iba dejando un rastro de agua, después de cambiarme le diría a Minho que yo lo secaría. 

Llegue a la habitación de Minho y mire antes de entrar ya que estaba alfombrado y al igual dejaría el camino de agua. Pero de todos modos entre me estaba congelando.

Deje correr el agua y de inmediato se templo, así que me saque toda la ropa para poder entrar. 

— Con una hubiera bastado— mire las maletas.

—No me importa lo que digas _____ — dijo dándose la media vuelta —De acá no te vas a menos que sea de regreso a tu casa— suspiré profundamente.

—Está bien— dije como si no me quedara otra opción.

— ¿De verdad?— pregunto ilusionado.

—No— conteste y mire hacia abajo —Me quiero cambiar— rodo los ojos y salió de la habitación.

*

— ¿Tienes frio?— entre a la habitación después de que me aviso que estaba lista. Abrasaba sus piernas 

—Algo— dijo tímidamente —Olvide empacar sweaters o sudaderas— froto sus ojos con su mano. 

—Pero seguro traes todo el cargamento de vestidos y tacones— una sonrisa se escapo y se coló en sus labios —No me gusta verte así— dije sentándome a su lado — ¿Fue por mi culpa?— tenía más que claro que su madre me detestaba y conociendo el carácter de _____ me imagino cual pudo haber sido el problema.

—Claro que no— dijo poniendo sus manos en mis mejillas. 

—Estas helada— reí y me puse de pie para buscar una sudadera —Ten— le entregue una gris con letras blancas, la tomo y se la puso despeinando un poco su aun húmedo cabello. Realmente me sorprendió que no lo acomodara. Estaba mal —Acá te puedes quedar todo el tiempo que quieras— le dije sentándome con ella una vez más —Pero insisto, las cosas con tu madre se pueden arreglar— acomode su cabello —No sabes lo que daría yo por tener a mi madre o a mi padre— levanto su mirada y esta se cristalizo. 

—Minho...— susurro pero pareció arrepentirse ya que solo me abrazo. 

*

La mirada rabiosa de Onew me indicaba que ya sabía que no vivía más con mi madre.

— ¿Cuando pensabas decírmelo?— me reclamo. 

—Hey, hey— alargo Minho haciéndolo atrás como si fuera mi guardaespaldas. 

—No te metas— le dijo de mal modo a Minho matándolo con la mirada.

—Mira yo me meto...

—Minho— puse una mano en su pecho indicándole que se tranquilizara. Mi amigo solo se preocupaba por mí. Me miro con reproche a los ojos, beso mi mejilla y camino por el pasillo dejándonos solos.