Mi triste infancia parte II

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Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo dos

Había despertado un día más a su triste vida, al parecer por primera vez en su vida había llegado temprano al colegio y ahora estaba en la azotea viendo el cielo, viendo pasar las nubes tranquilamente sobre él, que envidia él quería ser una nube tan lejana de los problemas, tan tranquila, tan pacifica, en definitiva, le tenía tanta envidia a la nube.

- Con que ahí estas – Tsuna se sobre salto y volteo a ver a la entrada de la azotea y por instinto se pegó a la reja por miedo a ese niño que lo había torturado por un año completo y que aún le faltaba mucho para deshacerse de él.

- Masato – sempai... buenos días – dijo con voz temblorosa por el miedo.

- Vaya ya vas aprendiendo, eso me alegra mucho – así se acercó y lo acorraló contra la reja del techo – ¿Qué haces aquí arriba? – Tsuna tenía miedo y sabía que a ese niño le gustaba mucho verlo asustado y casi implorando por su vida.

- Solo... veía las nubes – no sabía cómo actuar con él y le daba miedo que acabara pateándolo contra el piso.

- Deja de perder el tiempo, tengo hambre así que vamos a que me compres algo – así Tsuna se dejó llevar por su sempai y le compró comida en la cafetería.

Odiaba tener que darle su comida y aparte comprarle más, era frustrante vivir bajo la sombra de un niño que gozaba maltratándolo, había aprendido a mantenerse con los hombros y cabeza bajos para no llamar la atención, pero no lo dejaba ni a sol ni a sombra, no podía tampoco decirle nada a su madre, porque ella se veía emocionada de que tuviera un "amigo"

Bueno al menos si se comportaba no se metía más de la cuenta con él, además desde que Masato lo había tomado como Mascota ya nadie más se metía con él, todos sabían que solo él tenía derecho a molestar a Tsuna, pero igual el desprecio que le profesaban sus demás compañeros no había cambiado en nada, pero ya faltaba menos para la graduación de su sempai y una vez supiera a que escuela iba a irse, escogería una a miles de Kilómetros lejos de él.

- Bien chicos vamos a hacer equipos y a los que les falte un integrante escojan a Sawada - kun o los obligare – así Tsuna se deprimió más porque el maestro debía de obligar a sus compañeros a integrarlo a un equipo de trabajo, al parecer nada más podía empeorar ese día.






Al llegar a casa vio unas botas muy conocidas en la puerta y supo que su papa había llegado de uno de sus infinitos viajes de trabajo, así que entro temeroso porque algo le decía que su papá podía ver atravez de sus mentiras.

Él sabía que su papá tenía un gran talento y ese talento lo había heredado él, por alguna misteriosa razón a veces sabía cuándo las personas eran malas, eran buenas o simplemente cuando había peligro a su alrededor y sabía quién le mentía y quien no, pero bueno solo debía evadir el tema y así su padre no lo molestaría con discursos que por ahora no necesitaba, lo que necesitaba era que su sempai se graduara solo debía esperar un año más

- ¡¡¡Tsuna!!! Al fin llegaste – saludo su padre con un abrazo a su hijo, el cual se sintió incomodo porque casi nunca estaba y bueno, se le hacía raro que ese hombre lo abrazara.

- Hola... papá – dijo en voz baja.

- Tsu – kun ¿adivina qué? – Tsuna vio a su familia con cierto aire de miedo y timidez que a su padre no le agradaba mucho porque sentía que a su hijo no le iba tan bien como su esposa le había contado por teléfono.

- Ammm ¿qué pasa mamá? – pregunto sonriendo de manera nerviosa.

- ¡Nos mudamos! – Tsuna no pudo más que sonreír tan abiertamente que sus padres casi mueren deslumbrados.

- ¡HABLAS ENSERIÓ! – nunca se había sentido tan feliz, bueno si en pocas ocasiones, pero saber que se alejaba antes de tiempo de su némesis, era como un sueño hecho realidad, al fin todo el mal que le había hecho se quedaría en el pasado y no volvería a verlo, solo podía brincar de felicidad.

- Si hijo, nos mudamos a Namimori – la mamá estaba muy feliz porque su esposo había dicho que después de la mudanza pasaría más tiempo con la familia y eso le agradaba, necesitaba que su hijo pasara más tiempo con su marido, al parecer le hacía demasiada falta una influencia masculina.

- ¿Y cuándo nos vamos? – pregunto Tsuna entusiasmado.

- En un mes nos vamos, así que iremos preparando las cosas en estos días – sonrió el hombre pensando que su hijo se veía demasiado feliz, tomando en cuenta que supuestamente estaba bien en la escuela.

Lo que restó del día transcurrió tranquilo y la emoción llenaba a todos los integrantes, sobre todo al pequeño Tsuna que no pensaba decir nada a su acosador personal, no quería que se aprovechara más de él, porque sabía que en cuanto le dijera que se iba no lo dejaría en paz ni un solo segundo y le haría sudar sangre hasta que se fuera, sería un mes largo, pero si por ese mes de espera se libraba de esa vida, estaba dispuesto a tolerarlo con una sonrisa en la cara.

Continuara...


SOMBRAS DEL PASADO (Katekyo Hitman Reborn) (Yaoi18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora