Mi triste infancia parte I

104 5 1
                                    

Bueno es un fic que seguro ya leyeron así que solo me queda decir:

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.


Capítulo uno

- Miren... ¡ahí está! – grito un chico de cabello negro y ojos del mismo color, señalando al pequeño castaño que se escondía entre los arbustos para no ser visto, pero su intento había sido en vano - ¡ven aquí, Dame Tsuna! – el pequeño niño castaño salió corriendo de entre los arbustos a todo lo que daban sus pequeñas piernitas, solo tenía 7 años y ya sufría el constante abuso de varios chicos mayores de su escuela, la burla de sus compañeros de clase y el rechazo de las mujeres, había nacido bajo una mala estrella, una que lo había obligado a vivir huyendo.

Sawada Tsunayoshi era un pequeño niño, que no alcanzaba la estatura promedio de los demás chicos de su edad, su cabello castaño y sus ojos avellana eran la combinación perfecta... claro si él fuera una chica, pero al ser un chico era un boleto seguro para una golpiza. Su vida jamás había sido sencilla en la escuela y la ausencia de su padre no ayudaba mucho en el desarrollo de su masculinidad, sobre todo tomando en cuenta que su madre siempre le decía lo "lindo que era" y más a parte lo popular que sería entre los chicos al crecer, al parecer no se había dado cuenta que su hijo NO era una niña

El bullying continuo de sus compañeros lo había vuelto un niño tímido y hasta cierto punto callado, siempre tratando de mantener un estándar bajo para no llamar la atención, pero lastimosamente siempre lograba llamar la atención de una u otra forma, no era especialmente listo, ni bueno en los deportes, lo cual fomentaba que sus compañeros jamás quisieran convivir con él o hacer equipo en la escuela, así que prácticamente se la había vivido solo, sin amigos, siempre huyendo y comiendo solo en el descanso, no era una vida alentadora para un ser humano que debía ser sociable, pero prefería eso a tener que soportar ser la mascota de la clase.

- Al fin te atrapamos niñita – había dicho un chico de 4° grado que era de los que más le perseguía, al parecer tenía un gusto placentero por molestarlo específicamente a él, porque de ahí en fuera era un alumno modelo y a todos respetaba, excepto a Tsuna – te enseñare a no correr cuando te llamo – Tsuna lo vio a los ojos con terror, ¡solo tenía 7 años! Su mayor preocupación debería ser la siguiente clase, pero al parecer ese niño nunca lo dejaría en paz, no hasta destrozarlo por completo.

El chico de 4° año se llamaba Masato, un chico que desde que llegó lo había empezado a molestar, a veces solo, en otras... acompañado, cuando iba acompañado era más cruel si empezaba a llorar se lucia frente sus amigos y no se detenía tan rápido de golpearlo.

- Bien, se puede saber ¿Por qué huiste de mí? – el chico se acercaba lentamente con una sonrisa sádica, a lo que Tsuna sólo se hacía más pequeño tratando de fusionarse con la pared y así poder escapar de él – sabes que me gusta que me hagas caso... si lo hicieras para mí sería más sencillo tratarte bien – dijo con una sonrisa falsa por que le enfurecía que él castaño huyera de él cada que lo veía.

Así se acercó y le dio la primera patada en las piernas, con saña, pero sin la intensión de dejarlo cojo, siempre cuidando que no se dieran cuenta de que le había hecho daño y así no tuviera problemas, al cabo de un rato el niño ya estaba en el piso hecho bolita y llorando desconsoladamente, lleno de tierra y golpes que marcaban su blanca piel

- Si le dices a alguien te ira peor... y a la otra cuando te llame, vienes – esa había sido la orden explicita de Masato sobre Tsuna y al parecer no le quedaba otra más que obedecer, ya que no quería ser lastimado.

Así Tsuna se quedó hecho bolita hasta que se acabaron las clases y al escuchar la campana de salida decidió esperar hasta que la mayoría saliera de la escuela, no quería toparse de nuevo a Masato, al menos no por ese día... ya tenía suficiente, así que como pudo se levantó de donde lo había dejado y empezó a caminar al salón por sus cosas y de ahí a su casa.

Caminando ya al atardecer llegó a su casa donde su mamá lo esperaba con una rica cena y le había dicho que su padre volvería en un par de meses, bueno no era sorpresa que se ausentara por mucho tiempo, pero a veces Tsuna tenía ganas de que su papá estuviera ahí más de una semana y pudiera escuchar sus problemas y además pudiera defenderlo y si no podía defenderlo, mínimo le enseñara a defenderse.

Su padre era un hombre alto y fuerte, con unos músculos envidiables y con un gran porte masculino, si bien no era un ejemplo de padre, posiblemente sería mínimo un ejemplo de cómo un niño se vuelve un buen hombre y acaba pateando a todos aquellos que se meten con él, así como en las caricaturas.

Pero al parecer su padre volvería en unos meses y sólo se quedaría unas horas y lo volvería a abandonar... no podría ser peor la situación por la que pasaba y su madre, bueno su madre era un ángel, pero era vergonzoso que tu mamá fuera a arreglarte los problemas a la escuela... más siendo hombre, no podría decirle jamás lo que pasaba o como era tratado.

- Cuéntame, ¿Cómo te fue en la escuela hoy Tsu-kun? – Tsuna no sabía que decir, nunca le había gustado mentirle a su madre, pero tampoco quería preocuparla - ¿sigues sin amigos? – vio cómo su mirada se ensombrecía por ese pequeño tema.

- No, ya tengo uno, pero es mayor y bueno... casi no tenemos oportunidad de hablar como amigos, ¡pero comemos juntos! - dijo de manera nerviosa, pero a la vez entusiasta, si bien Masato no era su amigo, podría decirse que era la única persona que se esforzaba en buscarle la cara y mínimo le dirigía más de 4 palabras al día.

- ¡Oh! ¿en serio? Y dime ¿Cómo es? – su mamá sonreía al saber que tenía al fin un amigo y lo mejor era mayor que Tsuna lo que significaba que podría cuidarlo si algo malo le pasaba, posiblemente la intervención de alguien mayor haría que las feas calificaciones de su hijo mejoraran un poco más. Así Tsuna le hablo de Masato, de sus logros escolares, sobre sus notas y sus deportes favoritos, todo lo poco que había oído hablar de él se lo había contado a su madre que sonreía entusiasmada por el nuevo amigo de su hijo.

- Cuando puedas traerlo a la casa, quiero agradecerle que este cuidando de ti – dijo para empezar a levantar la mesa y empezar la limpieza de la cocina.

Tsuna subió a su cuarto y lloro silenciosamente como cada noche lo hacía, le dolía tener que mentirle a su madre, pero tampoco quería preocuparla, así que la mejor opción por el momento era ocultar todo lo que realmente le pasaba en el colegio, no quería verla triste, así que por ella aguantaría lo más posible, Masato se iba en 2 años más de la escuela y podría librarse de él, así que solo debía ser fuerte, ser fuerte por dos años más.

Continuara...


SOMBRAS DEL PASADO (Katekyo Hitman Reborn) (Yaoi18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora