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- Mingyu se fue anoche, está en un hospital en la zona céntrica de Seúl. - Empezó a explicar Minghao, no era de buena gana pero Wonwoo creyó que se lo merecía. - Él me avisó en la madrugada y me pidio informaler  a algunos de nuestros maestros que tuvo que salir de improviso, su hermano le pidió que fuera a ver su mamá. – Hao terminó, eso era lo único que sabía. Pero esta información no alivió a Won, ¿qué había pasado con la mamá de Gyu? Claro, estaba muy ocupado besándolo como para preguntarle esas cosas.

- ¿Sabes exactamente en qué hospital está? – Preguntó Wonu perdiendo todo el control sobre su voz, si los sentimientos de Gyu no lo habían hecho llorar, saber que quizá en este momento él estaba atravesando por algo difícil, lo estaba destrozando, además de que creyó que lo estaba empeorando todo al romper el corazón del chico por ser tan indeciso.

- No sé, pero si quieres puedo preguntarle... ¿Irás a verlo? – Wonwoo solo asintió, se sentía de repente avergonzado y como no quería que Mingyu supiera que él era el interesado en saber dónde estaba, dejó que fuera Hao quien le enviara un mensaje.

Parecía que el amigo de Mingyu estaba bastante molesto con Won y él lo entendía y agradecía que de todas formas quisiera ayudarlo.

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Después de clases, Wonwoo finalmente recibió un mensaje de Hao, el hospital donde estaba Mingyu no se encontraba tan lejos, quizá a media hora del campus. Así que Won decidió ir de inmediato al lugar, no pensó en nada más que en Mingyu; trató de recordar aquella mirada de miel que le dio ese último día en que estuvieron juntos. Trató de imaginar a Gyu preguntando todo sobre él cuando Wonu no estaba, su corazón se calentó tan solo con esa fantasía.

El autobús dejó a Wonwoo un par de calles antes de llegar al hospital, caminó hasta el edificio; era un hospital privado y cuando estuvo frente a la imponente construcción, se acobardó, ¿cómo le iba a decir a Mingyu que quería darle una oportunidad a lo que tenían en un momento en el cual probablemente Gyu tenía cosas más importantes en las cuales pensar?

Se quedó parado un minuto más ahí, decidió regresar al campus y hablar con Mingyu cuando volviera pero de nuevo, Wonu no es el chico más suertudo y cuando se giró para volver y tomar el bus de regreso, alguien le llamó.

- ¿Wonwoo? – Won volteó para verle, se notaba que Mingyu no había dormido nada, estaba despeinado, pálido y ojeroso. Al ver ver a Mingyu así Wonu se sintió tan mal.

- Mingyu, yo... Minghao me dijo que estabas aquí y, quería verte así que vine pero sé que quizá no es buen momento. –

- Mi hermano está ahora cuidando a mamá, estoy libre. – Dijo Mingyu, si era honesto, estaba emocionado de verlo; Wonwoo estaba aquí, había venido, debería ser importante. – Podemos... tomar un café, ¿quizás? – Propuso Gyu, su actitud era un poco tímida ahora y con baja energía, definitivamente se sentía cansado. La noche fue difícil, su mamá tuvo un par de ataques al corazón y los doctores pudieron reanimarla. Para él fue horrible vivir esto.

Wonwoo asintió y siguió a Mingyu dentro del hospital, bajaron a la cafetería y pidieron un par de bebidas.

- Así que.... Tuve este sueño, - empezó a hablar Wonu mientras traían sus cafés a la mesa. – Estabas en un parque, había un estanque... - Wonwoo miró la reacción de Mingyu quien cerró los ojos como si estuviera recordando algo. – Tenías una cámara réflex, te encontré tomando fotos. Te veías tan lindo que comencé a dibujarte. – Wonwoo sonrió recordando al Gyu más joven de su sueño. – Entonces alguien más entró a la escena, era un hombre mayor vestido con un traje. –

Ojos de EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora