Capítulo 40: Bendiciones

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La tan ansiada limpieza general de Gideon venía acompañada de una necesaria preparación y planificación con extremo cuidado. Tras años de esfuerzos, la facción terrestre de Red Moon veía más cerca el objetivo que tanto ansiaba.

Daemonium Glacies había desaparecido, así como sus diferencias irreconciliables con las que lidiaron por años. Muchos habían olvidado del propósito original de la organización, otros esperaron durante años hasta el último minuto la decisión de una mujer que jamás se había enterado de su existencia. El paso del tiempo cambio muchos ideales y Gideon tomó la decisión de ofrecerles el planeta a sus líderes como un regalo, pero para conseguirlo debían hacer un gran sacrificio.

Muchos no estaban de acuerdo al principio, pero al ver los beneficios de su plan comenzaron a pensar que era camino correcto. Ahora la pregunta era sencilla, ¿qué sucedió horas antes del ataque sincronizado en diferentes partes del mundo? Cuarenta y ocho horas antes, Gideon tomó su audaz decisión, había planificado meticulosamente su plan, prendiendo todos los detalles para que funcionara, pero para ello necesitaba el consentimiento de Liam y Morgan. Si lo lograba, iniciaría la etapa final de su plan.

Morgan se encontró frente a frente con casi cien líderes, hombres y mujeres de todas las edades, mirando expectantes a través de la gran pantalla de un gran comunicador, detrás de él se mostraba Liam con aspecto serio y vigilante.

— Señores, es un honor volver a hablar con ustedes. Como pueden ver, estamos todos presentes, los líderes de cada sector del planeta de nuestra facción terrestre. —saludo Gideon con solemnidad.

— Así vemos —respondió Morgan observando los rostros desde la pantalla—. Es un gusto también para nosotros hablar con ustedes. ¿A qué se debe esta llamada tan solemne?

— Hemos venimos con una petición —anuncio Gideon— ¿Pueden aceptarla? —Los líderes se miran entre ellos, intercambiando miradas llenas de inquietud.

— Tengo un plan que deseo discutir con ustedes, uno que he estado diseñando durante los últimos meses y mis compañeros de facción ya tienen conocimiento de ello.

—¿Puedes ir al grano, Gideon? —La interrupción de Liam fue acompañada de un tono exasperado. Estaba harto de las alabanzas de Gideon cada vez que lo escuchaba hablar.

— Sí, discúlpeme. Nos gustaría poner en marcha el plan de limpiar el planeta Tierra y entregárselo a ustedes. Sin embargo, debido a la alianza entre su madre y Maddison, el número original de miembros de nuestra facción ha disminuido drásticamente, pero no significa un problema para nuestras intenciones —aclaro fervientemente— Deseamos hacer esto en dos etapas; la primera sería una preparación donde habría ataques en diferentes zonas del planeta simulando un acto terrorista para poner al mundo en alerta y también a nuestros enemigos, obligándolos a retrasar sus planes y adelantar otros de manera precipitada. Después comenzaríamos con la limpieza definitiva usando más personas y armamento, atrapándolos por sorpresa.

Ambos hijos de la luna escucharon atentamente cada palabra que salía de la boca de Gideon. Si bien aquel hombre no les simpatizaba del todo, no podían negar que sus planes eran bastante buenos.

Se miraron unos instantes, se apartaron lo suficiente para no ser escuchados, discutieron por algunos minutos el plan propuesto y luego volvieron ante la mirada expectante de Gideon.

— De acuerdo tienes nuestra bendición, Gideon —Morgan comenzó— solo quiero recordarte algo, no subestimes a los hijos de Luna que están en la tierra, en especial de mi madre. Pueden ser una amenaza mucho mayor de la que pensamos.

— Opino lo mismo que Morgan —aseveró Liam.

— Lo tendré en cuenta —confirmó Gideon.

— Excelente —le espetó Morgan con tono serio y divertido a la vez—. Esperaremos con ansias ver los resultados.

El destino de SelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora