03. the reunion

243 38 9
                                    

Dorothea jadeaba sonoramente, corriendo con todas sus fuerzas hacia la entrada de Pueblo Paleta. Sus piernas amenazaban con fallar y enviarla de cara al suelo, daba traspiés pero lograba recuperarse.

—¡Demonios! Tengo que llegar... — musitó la peli-morada exasperada. — Ash, por favor dime que voy a alcanzarte...

Tenía que volver a verlo, lo necesitaba. Hace mucho no estaban frente a frente.

Al tener el laboratorio del Profesor Oak frente suyo, aceleró su paso, como si eso fuera posible. Dorothea esquivó a algunos investigadores e ingresó al "patio trasero" del lugar. Si la información era correcta, él regresó a Pueblo Paleta, y si realmente lo conocía tan bien, él estaba ahí.

Tenía que estarlo, si no, no sabía qué iba a hacer... ¿Campeón Mundial? ¿En serio? Y ni siquiera la llamó para contarle, tenía que reclamarle por eso.

Ella se encontraba en Kalos, ya que había empezado a incursionar en los concursos Pokémon. Había oído que era muy divertido y que, además, estrechaba los vínculos con los Pokémon. Estaba a punto de dar una presentación, colocándose sus aretes, cuando su madre le envió un mensaje informándole de la victoria de su amigo de la infancia, y luego le envió un vídeo tembloroso que le había tomado a la televisión de su sala. Ahí se mostraba al mostaza, alzando por lo alto el trofeo que lo denominaba campeón, mostrando una gran sonrisa. Apenas terminó la presentación, tomó el primer vuelo hacia Kanto.

Al reconocer su cabellera negra azulada en medio del panorama verdoso, ella sonrió ampliamente. Quién sabe porqué el profesor de fama mundial, dueño del lugar no estaba ahí, pero tal vez era lo mejor. Inconscientemente lo llamó en un grito.

—¡Ash!

El susodicho se giró, y ahí la vio. Se mostró perplejo por unos segundos pero luego procesó lo que estaba sucediendo. Hacía años que no la veía. El mostaza sonrió ampliamente, mostrando sus dientes.

—¡Dolly, eres tú!

Ambos corrieron hacia el otro, y en el momento en el que sus cuerpos se juntaron, supieron que no se soltarían en un rato por la emoción.

—Ash, realmente eres tú... — musitó, a punto de llorar. — Lo lograste... eres el campeón...

—Dolly, te extrañé muchísimo. — se separó para mirarla de arriba a bajo. — ¡Mírate, te ves muy bonita!

El rostro de ella tomó cierto tono de enrojecimiento al escucharlo. No solía sentirse bella, solo cuando Ash la halagaba de esa forma tan especial.

— ¿«Bonita»? — titubeó. Su mirada reflejaba alegría y cierta esperanza al escucharlo decir eso.

—Sí, mucho. — le aseguró.

—Gracias...

—No hay de qué, Dolly. — acarició su cabeza.

Porque nunca era demasiado tarde para regresar a su lado, las estrellas en sus ojos brillaban más intensamente en Kalos, donde ahora residía. Y si alguna vez estaba cansada de ser conocida por quién conocía... ella siempre conocería a Ash Ketchum.

✓ DOROTHEA, ash ketchum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora